Engaño?

Sanación

Narrador.

Marguerite llegó al auto con un Luffy casi inconsciente trato de subirlo al carro pero era difícil de conseguirlo pues este está mal herido y ebrio no podía mantenerse ya de pie por si mismo.

-Vamos Luffy puedes ayudarme y subirte al auto?-  tomo de la cintura al más bajo empujándolo hacia el auto.

-Lo... Lo siento Marguerite estoy un poco mareado- entro al carro con trabajos suspirando pesadamente.

-bien... ¿Te llevaré al hospital y de ahí a mi casa vale?- sugerio la pelirubia.

-...-

Antes de que la chica pudiera arrancar el auto observó a un chico hacercandose hacia ellos parecía desesperado y sin darse cuenta el ya se encontraba en frente de ella.

-¿Cómo está Luffy ya?- pregunto dirigiéndose hacia el menor.

-Necesita ir al médico sus heridas son profundas- miro al chico oji gris con angustia.

-No te preocupes soy médico- tomo el pulso del azebeche -Estamos cerca de mi casa por favor necesito que te pasas atrás con el yo manejare- acomodo al menor y la chica obedecía al mayor cambiándose a el asiento trasero con Luffy.

En menos de 10 minutos llegaron a casa de law bajaron con cuidado a Luffy, lo recostaron en un sofá quitándole sus prendas para dejar visibles las heridas, el oji gris saco un botiquín médico y comenzó a tratar las heridas una vez termino lo vistió con ropa cómoda acobijandolo, la chica solo quedó mirando de reojo al individuo que estaba tratando a Luffy no sabía que decir o actuar pero se sentía bien al ver alas bajo durmiendo plácidamente.

-¿Te quedarás?- pregunto con indiferencia law.

-No... No hace falta Luffy está bien pero... ¿Por qué lo ayudaste? ¿Al menos lo conoces?- arqueó una ceja en busca de una respuesta.

-Estara bien... Lo conozco mejor que nadie- guardo sus arramientas médicas dejándolas en su lugar.

La chica suspiro y no dijo nada más, tomo sus cosas despidiendose de Luffy con un cálido beso en la mejilla de este cosa que a law no le agrado mucho.

-nos vemos Luffy espero volver a verte- sonrio para si misma dándole una última vista al chico que dormía tranquilamente en ese sofá.

Camino directo a la puerta abriéndola -Cuidalo mucho por favor- le dijo al más alto el cual solo asintió con la cabeza, la chica se fue sin decir más.

Ala mañana siguente como era de costumbre para Luffy se levantó con una horrible resaca sin recordar nada trato de moverse pero al hacerlo sintió un gran dolor por todo su cuerpo en ese momento pequeños recuerdos volvieron a su mente, tapo su cara con sus manos pues a un no podía asimilar su pelea con Ace y que el fuera el ganador solo recordó cuando el estaba encima de Ace golpeándolo sin piedad y el momento en que Sabo interfirió.

-Maldito... Maldito Sabo si no te hubiese metido lo hubiera matado ahí mismo- se quejo apretando su cuello y abdomen con rabia.

estaba procesando todo lo ocurrido de la noche anterior que pocos segundos después se dio cuenta que estaba en una casa que extrañamente se le hacía familiar se sentía extraño no era como las típicas crudas que solía tener a demás que estaba todo vendado y con ropa que no era de su taya.

Bajo con cuidado de aquel sofá y comenzó a explorar, algo dentro de él le hacía sentir como si conociera esa casa por completo miro a su alrededor logrando reconocer ciertas pinturas dándose un golpe mental.

-Carajo...- susurro.

-¿Que paso después? Quién me trajo a esta porqueria de casa?- murmuraba pasa si mismo deteniéndose un uno de los pasillos.

-a caso fue esa chica rubia? ¿Dónde está?- trato de recordar más pero no lo consiguió.

-Ella no te trajo fui yo- sus ojos se abrieron a más no poder su mente se puso en blanco apreto su pecho comenzado a temblar, no podía describir lo que sentía en ese momento, volteó encontrandose cara a cara con Trafalgar, un incómodo silencio se apoderó el pelinegro no tenía ni una puta idea de lo que pasó ni como llego a esa casa de mierda pero ya no era momento de hacer preguntas ahora quedaba salir de ese incómodo momento...