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Ahí estaba el, mirando fijamente el techo color blanco, ahogándose con el intenso color a medicinas, no podía moverse pues sentía su cuerpo pesado y le ardían los ojos; busco con la mirada a cualquier persona que este en la habitación de hospital donde reposaba su débil cuerpo, una doctora que revisaba que todo este bien con el, se dio cuenta de que estaba despierto y fue a por el doctor a su cargo.

Al llegar a la habitación del menor reviso las heridas y lo recostó en la cama para que pudiera ver a un hombre blanco, su color de cabello es de un color café oscuro, tiene unos ojos del mismo color esta vestido con traje elegante no muy llamativo, además de parecer enojado con alguien.

--Buenas noches, joven (T/n).--Saludo el hombre de manera educada.--Mi nombre es John y soy el abogado de su padre.

--Ah..Uh...--Lo único que podía decir eran puros balbuceos, sentía su boca de una manera adormilada.--¿Y-yo...,t-e-tengo...,papá-a?--El hombre lo miro y asintió con la cabeza.

No lo podía creer, siempre, desde que tiene memoria su madre le había dicho historias de su padre, todas ellas malas, todas ellas diferentes ,"tu padre nos abandono por otra mujer" le dijo a su yo de cinco años, un año después dijo algo distinto, "tu padre murió por borracho", después, le dijo, " tu padre se suicido", sin embargo un día cualquiera le volvió a preguntar, pero, su madre ya harta de tantas preguntas lo mando a callar con una patada en la boca.

--Cuando su estado de salud mejore va a tener que ir a un juzgado, lo más probable a decidir con quien se quiere ir. Por lo tanto estará con unos padres adoptivos mientras tanto, es todo de mi parte ;me retiro.--El hombre salió de la habitación y dejo a los doctores hacer su trabajo.

Ya a la mañana siguiente con la pierna enyesada junto con su brazo se fue con una mujer de edad mayor para que cuidara de el mientras su madre no podía. 

Al principio pensó que seria algo estúpido, después de todo aquella mujer de aspecto amigable y con demasiadas arrugas en su cuerpo parecía demasiado frágil como para cuidarse ella y cuidar a un niño herido, sin embargo demostró lo contrario y lo cuido de la mejor manera, mimándolo de vez en cuando, iban a el doctor para que revisaran sus heridas, la de la pierna había mejorado rápido al no romperse nada y solo ser un esguince de primer grado, mientras que su brazo todavía no lo podía mover por el dolor, así que ahora solo tenia que volver a caminar. 

--Vamos hijo, si puedes.--

--¡N-no puedo!,¡me duele!--

--¿Sabes que no voy a acompañarte al baño verdad?,¡entonces caminale!, apóyate con el tobillo y con la muleta.--

--Aaaah...pero,pero, ¡no puedoo!--

--¡Ay! niño...--Un toque en la puerta se escucho por toda la casa, deteniendo lo que estaban haciendo.

Mientras que la mujer bajaba a toda velocidad (T/n), apenas y podía caminar, por lo que al por fin bajar las escaleras sentado se encontró con dos hombres, sentados en el sillón, uno que es el abogado se su padre y el otro el que probablemente es el abogado de su madre, mientras que Anna estaba sirviendo unas galletas, los hombres al escucharlo bajar lo voltearon a ver; este al sentir sus miradas decidió levantarse con cuidado un hombre, el que ya conocía desde que estaba en el hospital lo ayudo a levantarse, el contrario al ver lo que iba a hacer también decidió "ayudar", al levantarlo lo llevaron a un sillón y volvieron al lugar en donde estaban anteriormente, la mujer mayor volvió y dejo unas galletitas en la mesa.

--Aquí hay unas galletitas por si gustan pequeños.-- Hablo la mayor.--Ahora díganme, ¿de que quieren hablar?

El desconocido, un hombre blanco, de cabellos rubios y ojos verdes, bien vestido al igual que el contrario decidió hablar.

Un Amoroso panda rojo (Male!Mei Lee x male reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora