Siete capítulos de lemon intenso para la Sesshrin Spice Week 😈
Taisho Rin es directora de una agencia de logística, Taisho Sesshomaru es su esposo y fiel asistente personal. Ambos forman uno de los mejores equipos en la industria, son siempre los m...
🌟Hola, mis estrellitas. Soy Aika, la autora, y este es una pequeña historia para la Sessrin Sipice Week, una dinámica de SessrinIsCannon en Twitter, la cual consiste en responder una serie de preguntas picantes sobre el shipp. Yo he decidido hacerlo en forma de un fanfic, así que esta historia constará de siete capítulos respondiendo cada una de las preguntas.🌟
Esta es la segunda pregunta:
4- ¿Cuáles son los kinks más sucios de Sesshomaru y Rin?
Es sabido que la única capaz de desafiar o contradecir a Sesshomaru y salir ilesa es Rin, y cuando eso sucede en la cama, a Sesshomaru le encanta que sea dominante, sobre todo cuando hay unos bonitos zapatos de tacón alto de por medio.
Un par de bonitas zapatillas, un bonito collar y la voz de Rin gritándole, es el trío perfecto para volverlo loco.
Para que se den una idea, estos son los zapatos de los que leeremos todo el capítulo.
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(No sé de dónde sea, la saqué de Pinterest jsjsjs)
Ahora sí. Disfruten, cochinotxs. 😈💦
El centro comercial estaba repleto de gente por ser día feriado, aun así, el bullicio no era para nada molesto; algunas parejas pasando por ahí, grupos de amigos riendo entre ellos, familias pasando un divertido día, todo un ambiente armónico y agradable.
Sesshomaru y Rin caminaban tomados de la mano viendo las tiendas alrededor, Sesshomaru llevaba un par de bolsas evitando que su esposa cargara algo, Rin tarareaba una canción que había escuchado en la mañana antes de salir de casa.
–Sesshomaru. –Rin llamó a su esposo quien se puso atento a su voz sin necesidad de voltear a verla. –Ya llevamos un buen rato aquí y aún no hemos buscado lo que venías a comprar.
–Es que no veo ningunos que me gusten. –Respondió serio.
–Si me dices al menos el color puedo buscar también mientras caminamos.
–Rojo. –Dijo simplemente.
–Ya tienes muchos rojos, cielo. –Rio haciendo memoria de que tenía al menos dos o tres pares de ese color.
–Stilettos. –Soltó contundente. –No tengo de esos.
–Bien... Stilettos rojos. –Repitió pensativa mirando alrededor, hasta que se topó con algo que la entusiasmó muchísimo. –¡Ah, querido, mira! –Dio un brinquito emocionada. –Es tan lindo, ¿puedo ir a probármelo y luego seguimos buscando? ¿Sí? Será solo un ratito. –Le rogó sujetando la mano de su esposo para llevarla hasta su barbilla.
Sesshomaru simplemente no podía contra las súplicas de su querida esposa, siempre se veía obligado a complacerla en todo porque eso también lo complacía a él; tal vez era su culpa que su mujer fuera tan caprichosa.
