5 veces que Black detestó al novio de su hermano, y una vez que lo aceptó

6 Pero hay una cosa que si le gusta de él

Black odia a Sean, y sabe que lo odiará por siempre. A pesar de intervenir para resolver la discusión entre Sean y su hermano, situación que el mismo provocó, no estaba convencido de que Sean pudiera ser un buen novio para su hermanito.

Sin embargo, hubo una situación en la cual su medidor bajó de "odio absoluto" a "solamente lo detesto". Estaba terminando el año, y faltaban solo días para que White presentara su examen final de curso. Este constaba de una presentación oral final frente a su profesor guía del curso, más dos profesores invitados que escucharían y evaluarían.

White estudio días y noches preparando su presentación, practicando y perfeccionándola. Tanto así que se le veía poco por el taller. Por un lado, era bueno, porque estaba menos pegado al idiota, por otro lado, era malo, porque Black también quería verlo y no podía.

Se empezó a preocupar un poco cuando White volvió a ir al taller, pero se veía... extraño. No solo estaba cansado, había algo más oculto en esa mirada. Si el estúpido se atrevió a hacerle algo lo mataría, pero podía ver que la presencia de Sean le hacía estar algo más contento, por lo que descartó esa opción. La primera tarde lo dejó pasar, la segunda también, pero a la tercera era evidente que estaba evitando estar en la universidad y en su casa.

Iba a empezar a averiguar. Sin embargo, antes de hacer un primer movimiento, Sean se acercó a él en el taller para comentarle su misma preocupación.

- Oye... Black, ¿White no te ha dicho nada? ¿No notas algo extraño en él? Algo más que el estrés por su examen.

Su odio a Sean le impulsaba a decir algo como "eres un pésimo novio, deberías ser capaz de averiguar que le sucede", pero el novio en cuestión que presuntamente tiene un problema era su hermanito. Black odia a Sean, pero tiene claras sus prioridades.

Además, White confía plenamente en ambos, y si no le ha contado a ninguno de los dos, debe de ser algo grave.

- Sí, y voy a averiguar qué pasa.

- Vamos a averiguar que pasa. Soy su novio y quiero saber, y tú estás preocupado también.

- No quiero estar cerca de ti.

- Y yo tampoco, pero conozco mis prioridades, ahora vamos.

Y así lo hicieron. El miércoles decidieron no ir a sus clases, y prefirieron seguir a White. El menor de los gemelos se encontraba cada vez más estresado, pues presentaba su examen el viernes.

White fue a clases en la mañana, tuvo un descanso de 20 minutos, y su segunda clase terminó. Al parecer oba todo normal. Y Black aguantó al idiota de Sean babeando por su hermanito por nada. Pero la situación cambió al final de esa segunda clase.

White salió del salón, pero al mirar hacia adelante se quedó paralizado e intentó ir en dirección contraria. Ambos intentaron ver qué había visto pero no lograron averiguar que era. Solo había un grupo de tres alumnas y dos profesores caminando y tomando café.

- Esto es extraño. – Comentó Black.

- Por esa reacción alguien debe de estar intimidándolo, pero esas chicas las conozco, son inofensivas, y los otros eran profesores.

- Vamos a ver si sucede algo extraño en el almuerzo.

Cuando estaba solo, a White le gustaba almorzar en la parte de atrás de la facultad. Había poca gente, había sombra y podía usar la pared como respaldo. Además en esa época florecían las rosas, por lo que el lugar se veía todavía más hermoso y tenía un olor relajante. Sean y Black lo veían escondidos desde una ventana cercana de las aulas de la facultad. White estaba sentado en contra de la pared, y ellos se escondían a la altura de la ventana por dentro, por lo que no eran vistos, pero podían escuchar.