"A partir de ahora, Zhongli estará bajo todas las órdenes de Childe. Cualquier tipo de petición deberá de ser aceptada por este, vayan a donde vayan y estén donde estén, Zhongli deberá de obedecer a su nuevo amo."
Un poco más abajo de encontraban las firmas de ambos. Zhongli miró a Tartaglia como nunca antes lo había hecho, horrorizado.
—Y como ahora debes de obedecerme, puedo hacer lo que quiera contigo ya que no tengo restricciones.— Comentó el de pelo naranja. Zhongli se preguntaba qué había hecho para merecer, en realidad muchas cosas pero preferiría callarse.
—Así que, ¿qué quieres que haga?— Preguntó sin una pizca de entusiasmo, Childe lo ayudó a levantarse y guió al antiguo Arconte Geo hasta el sótano del lugar.
Era una habitación vacía, sin mucho más que unas cadenas y una mesa, ni siquiera tenía luz. Mientras Zhongli estaba de espaldas, Tartaglia lo empujó contra el suelo, así haciéndolo caer hacia delante.
—¿Qué me harás?
A pesar de ser inmortal, Zhongli no podía evitar temer a veces, al fin y al cabo seguía teniendo sentimientos y se ponía nervioso de vez en cuando. Tartaglia se acercó a él mientras este retrocedía con algo de miedo hacia detrás, hasta que se pegó contra la pared.
El de ojos azules lo encadenó contra la pared, así haciendo que este no pudiese alejarse más de dos metros de esta, dejándolo solo en el sótano.
A pesar de ser un ser especial y diferente, Zhongli sabía que se estaba metiendo con los fatuis y que era mejor colaborar, si las cosas habían llegado así de lejos no quería imaginarse lo que ocurriría si todo salía bien.
Se dejó encadenar y suspiró pensativo, ¿debería de hacer algo? Pero, ¿el qué? No podía pedir ayuda y sabía que si lo hacía sólo recibiría más problemas.
—¿Vas a dejarme aquí?
Tartaglia se dio la vuelta mientras ya estaba subiendo las escaleras y sonrió. No respondió pero eso le dio a entender al mayor que sí lo haría. Seguía sin entender lo que había ocurrido.
¿Por qué él? ¿Por qué no otra persona? Y sobretodo, ¿por qué Tartaglia?
La cabeza de Zhongli se llenaba de dudas que no podía responder por el momento, ¿cuántos días estaría ahí? ¿Lo dejaría comer? ¿Bañarse? ¿Necesidades básicas? Sin duda aquello era peor que colaborar con Childe.
Tras un par de horas, el de cabello naranja se presentó de nuevo en la sala para asegurarse de que todo estaba bien.
—¿Qué tal? ¿Te gusta tu nueva habitación?— Dijo el menor sarcásticamente, Zhongli suspiró y se puso de pie porque le daba más seguridad. —Te daré de comer, no seré tan insensible.
—Childe, por favor, hablemos.
—No hay nada de que hablar, Zhongli.— Lo cortó rápidamente, este volvió a suspirar y miró hacia otro lado. —No hay manera de que te deja libre. Yo también estoy siguiendo un contrato y no puedo librarme de él.
Esto alarmó a Zhongli.
—Entonces, romperé este.
—De hecho, no puedes. Caduca dentro de diez años a no ser que lo renueves, cosa que dudo que hagas.— Rió sin gracia y se sentó en el suelo al lado del mayor. —Yo tampoco quería hacer esto si soy honesto.
Zhongli miró a su izquierda, para mirar al pelinaranja que ahora se encontraba sentado. Se sentó a su lado y decidió escucharlo.
—Ahora que estamos solos. Supongo que puedo contártelo... verás, actué de aquella manera porque lo más probable es que nos estuvieran vigilando. Ahora que sé que estamos solos, te lo diré. Yo no te odio, Zhongli, nunca lo hice. Estoy obligado y soy el último en querer invadir Teyvat. No quería hacerte eso, lo siento.— Parecía increíble todo lo que decía, ¿cómo iba a ser eso posible?
Pero, no dudó en confiar de nuevo en su amigo.
—Comprendo.
He vuelto después de meses, debería de haber actualizado lo anteriormente posible pero mi salud mental no me lo permitía. Espero que entiendan y espero poder volver a reanudar esta serie, también pueden ir a ver mi perfil, subí un One Shot de Kaeya y Diluc perdonándose. Espero que entiendan.
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El undécimo - Tartaglia x Zhongli.
FanficTartaglia y Zhongli se reencuentran después de todo el alboroto que sucedió en Liyue, los sentimientos de Zhongli no cambian pero no puede perdonarlo...