VII.

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Capítulo 7: Nueva Era.

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El sonido extraño que se hizo presenciar por los tantos sonidos de peleas en el centro del conflicto entre bandos opuestos, fue tan extraño que realmente ninguno supo cómo identificar el sonido. Solamente personas que realmente estaban heridas, o que se estaban escondiendo de algún peligro mayor, vio con ojos sorprendente la escena que se estaba dejando ver.

Como si fuese una escena épica en la manga de Bleach, cuando la dulce y bondadosa capitana de la división cuatro de medicina, desplegó su Bankai de nombre de Minazuki, veneno cubrió el filó de katana en la mano derecha de Naruto, mientras que la izquierda era apretada en una similar, pero de menor longitud; Wakizashi.

El hielo como el magma siendo usando a máximo esplendor mientras que los rayos y la luz, se movían para esquivarlos en una forma eficaz.

Las sandalias de Luffy corriendo en máxima velocidad, y la respiración solamente se acortó con más cansancio mantenía el capitán de los sombreros de paja. Los ojos negros mirando a su hermano, que todavía estaba amarrado por las ataduras de Kairoseki en una plataforma que lo hacía verde visible para todo el mundo.

Un gruñido fuerte se hizo escuchar en la batalla, mientras que, en una cantidad vertiginosa de aire, una persona estaba siendo mandada al suelo hecho de hielo y de concreto de parte de Marineford. Sakazuki, mejor conocido como Akainu; "Perro rojo", estuvo lastimado de gravedad en contra de la persona que realmente no conocían.

Las espadas hechas de hielo reforzadas de Haki que ambos pudieron ver, chocaron la venenosa envuelta de Haki del mismo Naruto quien cubrió el ataque. Naruto como entrenado desde pequeño en las batallas, supo cómo atacar cuando tuvo que bloquear para seguir su propio ritmo en la batalla, y con eso en mente, lanzó una patada con su pierna izquierda que hizo que Kuzan tuviese que subir el antebrazo para bloquear, cosa que lo hizo abrirse para otros golpes.

El mismo Kuzan estuvo mirando al hombre joven, que tuvo una bufanda blanca en su cuello mientras que la usaba como si fuese una máscara fácil inferior que cubre su identidad. Sus espadas estando en la combinación de un rojo con el negro del Haki.

El almirante tuvo que esquivar un golpe repentino por la parte derecha por parte de las espadas. Ya pudo ver lo que el veneno que hacía el hombre le podía hacer a un cuerpo humano.

Tuvo que observar con un peligro eminente que entre más peleaba el hombre, más fuerte se hacía con el tiempo. Como si estuviese adaptándose a sus poderes, como si entre más peleaba se acoplaba a sus cordeladas de ataque, y su Haki se hacía más fuerte. Eso fue una alarma que se prendió en la cabeza de ambos, ya que sabía la manera eficiente de contrarrestar sus golpes, como esquivarlos cuando se necesitaba.

Solo frunció el ceño cuando recibido el otro ataque que realmente no pudo esquivar. Fue como si estuviese siendo golpeado por el material más duro del planeta, y las cortadas que le estaba haciendo solamente se agregaron a su dolor. Pero su mente siempre vagante de ideas a la hora de pelear, quiso jugarle una mala pasada al comparar los golpes que ahora estaba sintiendo.

Los primeros golpes que recibió dolieron como el carajo, pero ahora como si se estuviese adaptando a su nuevo cuerpo como a sus poderes, sus nuevos golpes daban la experiencia de un infierno viviente.

Se acoplaba mejor a sus movimientos, se movía con más flexibilidad, y su respiración fácilmente no escuchaba para sus oídos experimentados. Sus movimientos frenéticos en partes eran muy silenciosos, y muy detallados sin algún tipo de dificultad en la hacerlos de manera correcta. Es como si estuviese conteniéndose, y sólo se estaba limitando al poder de ellos.

Perfectos en la ImperfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora