Go & Stop

Tú

Lo miró de nuevo. Iba sentado en el mismo lugar de siempre, con sus audífonos y mirando hacia afuera.

Eso era lo que Shia veía de su chico misterioso cada día, su cabello oscuro, su perfil, su boca y si tenía suerte y algo lo hacía sonreír, su hoyuelo.

Ambos tomaban el bus fuera de la universidad a la misma hora, pero no compartían ninguna clase, seguramente no estudiaban lo mismo, algo que ella pensaba era bueno. Con él en el salón seguro no podía prestar atención a la clase.

En ese momento el chico sonrió a su celular. Al parecer alguien le había mandado un mensaje...

-Eres una acosadora.

Shia se volteó a mirar a Layla. Era su mejor amiga, además de su compañera de viajes, aunque ya no lo sería por mucho tiempo. A Shia se le había presentado la oportunidad de dejar su ciudad e irse a vivir a sólo unas cuadras de la universidad donde estudiaban, sonaba demasiado bueno para ser cierto, pero igual no lo pensó más de un segundo. Si bien no era tan lejos, dejar de viajar 3 horas de ida y 3 de regreso cada día, valía el esfuerzo de abandonar algunos gustos y salidas para pagar el alquiler.

Ambas estaban trabajando de camareras, uno de los trabajos de medio tiempo más comunes a su edad. Y aunque ya no podría comprarse toda la ropa que quería o salir cada sábado, pagaría sus gastos y viviría bien.

-No estoy acosando a nadie. Estoy mirando por la ventanilla...

-Tienes una ventanilla pegada a tu cara, no necesitas mirar por la de él.

-Me duele el cuello, no puedo girar la cabeza hacia la izquierda.

Layla rodó los ojos, absolutamente nadie le creería una mentira tan mala.

-Ve a hablarle.

-¿A quién?

Su intento por hacerse la tonta sólo le reportó una mueca molesta de la morena.

-Llevas dos semanas babeando durante todo el viaje. Ve a sentarte junto a él al menos.

-Estoy bien aquí.

No veía razón para torturarse también con su perfume.

-Ok. Yo voy

-Layla...

No alcanzó a tomarle la mano para detenerla, solo pudo verla ir hacia el chico y sentarse a su lado con una sonrisa.

Los veía mover los labios, pero no oía nada y su imaginación se encargó de rellenar la conversación.

"-Hola, hombre guapo que nunca va a mirar a Shia.

-Hola, amiga metomentodo de mi acosadora.

-Me acerqué a hablarte porque Shia babea por ti desde hace días, pero es demasiado cobarde para venir aquí.

-Está bien igual le diría que no estoy interesado.

-¿De verdad? Es aburrida pero no es mala chica.

-Lo siento tengo esposa, mellizos, dos gatos y un perro."

Layla se levantó y volvió junto a ella con una sonrisa, pero Shia ya estaba de mal humor por lo que su mente había creado.

-No digas nada. No me interesa.

-Estudia química farmacéutica y es soltero.

-¿Te lo dijo? -Allí iba su intención de hacerse la desinteresada.

-Vi los apuntes que salian de su mochila, no lleva anillo y noté que su fondo de pantalla es Scarlett Johansson. Una esposa lo soportaría, pero una novia no.