Capítulo 22

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Pov Daniela:

Su voz ronca se escucha a lo lejos, repitiendo una y otra vez mi nombre entre susurros. La calidez de una mano recorriendo mi rostro me hizo arrugar la nariz, deseosa de dormir unos segundos más.

P- Daniela- volvió a repetir- llegaremos tarde bebé- avisó.

Dejé escapar un leve suspiro mientras estiraba mi cuerpo, dejando que la calidez se esfumase y el frío recorriera mi organismo, terminando de despertarme.

Giré mi cuerpo encontrándome con el rostro de María José, ella lucía ligeramente cansada, y oscuras ojeras comenzaban a salir bajo sus adictivos ojos.

C- ¿No pudiste dormir?- cuestioné acariciando su mejilla.

Ella me miró confundida.

C- Tienes la mirada cansada bebé- murmuré.

Ella alzó los hombros en señal de indiferencia mientras una ligera sonrisa se formaba en su boca.

P- Insomnio- susurró acercando su rostro al mío.

Unió sus labios con los míos, iniciando un suave beso.

P- Buenos días- dijo sobre mis labios para después dejar un pequeño pico.
C- Buenos días- susurré atontada por la acción anterior.

A pesar de todos los besos, caricias, picos y abrazos que nos habíamos dado durante todo el verano, sentir su sabor en mi paladar aún me trasportaba a lugares mágicos, donde pequeñas mariposas revoloteaban en mi interior creando inimaginables sensaciones.

Desde la primera mirada supe que acabaría cayendo en sus encantos, lo que nunca llegué a medir fue la magnitud de dicha caída.

Y es que ese día me encontré en el fondo de aquel acantilado mientras la razón me observaba desde arriba, triste por haber dejado que una vez más, mi corazón ganase la batalla y acabase destrozado.

Nunca lo dije en voz alta, quizás no me atrevía, o quizás, solo quizás tenía la creencia de que no diciéndolo conseguía que aquello quedase cubierto por un manto de silencio y lo hiciese menos real. Nunca grité que estaba enamorada de María José Garzón.

Durante aquellos meses de verano vivimos nuestra propia película, película protagonizada por una loca enamorada, yo; y una adicta al calor de su amiga, ella.

Y a pesar de conocer la inexistencia de sus sentimientos hacia mí decidí seguir, no sé muy bien el por qué lo hice, quizás era verdad que el amor te cegaba, quizás era necesidad, ansias de amar o falta de cariño, quizás solo tenía que romperme para amoldarme a ella o necesitaba perderme para encontrarla...

O quién sabe, quizás me aferré a esa idea de una unión imperfecta, quizás, solo quizás nunca estuvimos destinadas a vivir eso.

Ambas nos arreglamos juntas, como veníamos haciendo los meses anteriores.

Los besos y las caricias abundaban mientras cálidas gotas de agua recorrían nuestros húmedos cuerpos permitiéndonos sentir la suavidad de nuestras yemas de los dedos en la piel de la otra.

Sexo, besos, caricias, abrazos, calor, humedad, risas, cosquillas, suavidad, calma, felicidad, alegría... todas aquellas sensaciones formaban parte de nuestra pequeña película de verano, pero...

¿Qué nos ocurriría al chocar de lleno con la realidad?

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Holaa🤍🤍 cómo andan??

Espero que os guste el capítulo ☺️☺️

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🤍 GRACIAS 🤍

Lo que esconden mis ojos (Caché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora