Buf, que asco eso de pensar en morir en una jodida residencia de ancianos. Ahora estoy en un pequeño momento de peligro, ya ves, es natural que cuando un chaval se enfrente a un puto viejo decrépito en una residencia, este mismo chaval termine columpiándose con una cuerda hecha de tomate a lo largo del edificio. Bueno, esto va a ser un poco largo de explicar, pero ahí va.
En el capítulo anterior, yo, Cristian, Berbel, un compañero con un Stand llamado Mili Draws y Aranda, un amigo que se encuentra en peligro actualmente. Esta suma de engendros, con sus miradas hacia un posible inicio de estos problemas de Stand, se dirigieron hacia la Residencia Joan Ernest con el fin de obtener información acerca del meteorito que cayó hará unas semanas.
Cabe destacar que todo estaba yendo bien. Entramos en la Residencia de Ancianos, mintiendo sobre que éramos familiares de un tal Felip Primé Torrés. El caso es que este rarito existe de verdad y es un jodido usuario de Stand, cuyo nombre aparenta ser Molar Nights.
¿Cuál podría ser su habilidad?
-Jum, [Molar Nights]. Seamos sinceros, tronquis. Ha pasado mucho tiempo desde que tuve una batalla de Stands con alguien. Puede ser difícil de creer, pero yo tuve un Stand mucho antes de que vosotros siquiera hubierais nacido.
-Heh, no es muy difícil de creer, viejo. Considerando que seguramente te mueras de uno solo de mis golpes.
-¡Cris, no deberías confiarte, es posible que su Stand sea muy fuerte y sobre todo, tiene más experiencia que nosotros dos!
-¡Buen punto, pero, jovencitos, ya estáis acabados!
Ante todo pronóstico, como si de un relámpago se tratase, antes siquiera de que yo o Berbel pudiéramos usar nuestros Stands, una serie de, lo único que podría describir como estalagmitas brotaron del suelo, separando e incomunicando a Berbel y a mí.
-¡Berbel! ¡Mierda!
La situación se complicó de repente, estas estalagmitas nos separaron demasiado rápido. Esto ya no es preocupación por Berbel, que tiene menos experiencia que yo usando Stands, si no que me he quedado solo con el vejestorio este.
-Se te nota un poquitín tenso. Relájate, te propongo una solución a tu problema.
Sé que este es el peor de los momentos para siquiera intentar negociar. Esto es un problema, mi Stand sans undertale es de corto alcance y para colmo no tengo nada de ketchup o tomate, cerca. O eso, creo. Mientras el viejo comenzaba a soltar sus inútiles palabras, recordé que aunque fue por poco tiempo, pasamos por la cafetería del lugar. No soy muy bueno con las mates, pero estoy bastante seguro de que de esta planta a la cafetería no hay tanto espacio. Céntrate, sans undertale.
-Bueno, niño. ¿Qué te parecen las protuberancias de mi Molar Nights? Yo en lo personal creo que están bastante a la moda, si te soy completamente sincero. Pero, quizás un chaval de esta época piense que están un poco, umm.
¿Como decirlo...? Outdated.
Umm, no puedo obtener nada de la cafetería, creo que de verdad me pilla muy lejos como para siquiera atraerlos. En fin, me tocará intentar usar estos paquetes de ketchup del Maradonalds. Ayer, tras el incidente de Dani, mis padres se levantaron y me inventé alguna que otra excusita para justificar el toldo reventado del vecino y esos pequeños daños colaterales. Al final terminamos con hambre y pedimos Maradonals para cenar, o bueno, cenar por segunda vez esa noche. El caso es que menos mal que me guardé algunos paquetes en el bolsillo.
-Sí, la verdad es que es un poco mierda tu habilidad, abuelo. O sea, crear estalagmitas de cualquier superficie, puf, vaya mierda.
Sí, me doy cuenta de que su Stand es como mil veces mejor que el mío, pero tengo que aparentar un poco de confianza o si no capaz que rompo a llorar o algo.
-De hecho. ¡Te voy a enseñar lo que es una habilidad Stand de verdad, viejo decrépito!
Acto seguido, saqué de mi bolsillo derecho los diferentes paquetes de ketchup del Maradonals de la noche pasada, los lancé como si de estrellas ninja se tratasen, mientras se encontraban en el aire, usé mi Stand para reventarlos y darles filo o lo más cercano a filo que pude imaginar. La verdad es que todavía no soy muy bueno manipulando el tomate o el ketchup con mi Stand. Los "shuriken de ketchup" llegaron a su destino, bastante rápido, si se me permite añadir. Aunque el viejo solo se rió como el come mierdas que es y levantó un par de esas estalagmitas con el fin de detener los shuriken de ketchup que mandé. Estos últimos reventaron contra las paredes de cemento que se habían erguido frente a él. Sin dudar un segundo, devolví los ya reventados shuriken a líquido y los moví cerca mío con el fin de defenderme por algún posible ataque, pero no todo.
-¿Eso es todo, tronco?
Dios, como odio es tono de viejo verde que tiene, me recuerda a la voz que le puse a Zeus en Shuumatsu, el problema es que aquí no es gracioso. El viejo no se andaba con chiquitas y comenzó a hacer surgir un par de estalagmitas que me golpearon por la espalda.
-¡Agh!
-¿Heh, seguro que podrás con esto, tronco? ¡Molar Nights!
Su Stand, con una pinta que recordaba a la de un robot rectangular verde con unos ojos rojos demasiado realistas y lo que parecía ser una calcomanía de "Nights into Dreams" por todo el cuerpo de este bicho desagradable. Este se abalanzó sobre mí, que había sido golpeado hacia él por su anterior ataque, con el fin de reventarme en una seguidilla de golpes con su Stand, pero yo no permitiría eso. El poco ketchup que quedó en el suelo fue suficiente para que pudiera manejarlo como una especie de cuerda que logró tumbar al Triceratops este.
-Jum, interesante.
El viejo susurró. En un momento que se asemejaba a una eternidad, el viejo usó su Stand una vez más con el fin de ponerse de pie e ignorar la jugada de mi Stand, pero yo pude reaccionar rápido también y conseguí mantenerme en pie gracias al ketchup líquido que obligué a que me siguiera. Tal como si mi propio sans undertale actuara solo como hizo antes, este consiguió mantenerme en el juego. Aunque no por mucho.
-Heh.
Una leve carcajada salió del anciano usuario. De golpe y porrazo, una de sus estalagmitas me golpeó y sin darme cuenta, caí por la ventana. Los cristales se rompieron, como cabía de esperar. Me encontraba cayendo, pude no haber hecho hincapié en ello, pero el segundo piso, donde nos encontrábamos, o más bien, del que me habían tirado, era relativamente alto. Era un segundo piso formidable, estoy seguro de que el viejo sabía que si me caía de aquí moriría. Y eso iba a pasar, me gustara o no. El viejo había ganado, no tenía idea de que hacer. Mi Stand no estaba hecho para esta mierda, iba a morir, al mero principio de esta aventura. Bueno, supongo que no todo el mundo puede ser un prota de Jojo...
...
...
Puf, sí claro. Claro que sí campeón. ¡Esto no se ha acabado todavía! No estaba tan lejos del ketchup que había derramado y en un arranque de genialidad o de puro sentido común, usé mi Stand con el fin de que el ketchup tomase la forma de una cuerda y lograra colgarme y supongo que sobrevivir o algo.
-¡Aghh! ¡ sans undertale!
Un relámpago rojo y gelatinoso se deslizó hacia mí, y con todas las ganas posibles, aunque a duras penas, me conseguí agarrar a la cuerda de ketchup. La situación había tomado un mejor camino. O eso creía. ¡Esto apenas comienza, viejo!
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Casa Cristian Bizarre Adventure-Basado Tendency
Fiction généraleLa épica aventura de la crew de Casa Cristian envueltos en un lío con Stands y un conflicto interno que lleva a momentos muy XD.