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Estaba andando al lado de Lena, paseando por el parque. No recuerdo de que me hablaba, ya que me había perdido en su voz.

Solo podía sonreír y pude observar como Lena se sonrojaba y me devolvía la sonrisa.

- ¿Has escuchado algo de lo que te he dicho? - preguntó levantando una ceja.

Noté como un escalofrío me recorría la columna y las mejillas ardían

- Yo... Lo siento - respondí avergonzada.

Sin saber como, Lena estaba en frente de mi, con sus brazos rodeando mi cuello. Solo podía mirar sus labios, Lena acortó la distancia y con sus lengua rozó mis labios.

Se me escapó un leve gemido y la morena se le escapó una sonrisa pícara.

No pude aguantar más y me lancé a devorar su boca, con necesidad. Necesitaba sus labios, su roce...

Sin darme cuenta, estábamos en la cama, desnudas. Algo no me cuadraba, pero había tanto fuego entre nosotras, que no quería pensar.

Lena estaba desnuda estirada en la cama, apoyada en sus codos y observándo mi cuerpo desnudo y mordiéndose el labio.

- ¿Le gusta lo que ve, señorita Luthor? - pregunté en posición Supergirl.

Ella asintió con la cabeza

Me acerqué a la cama dejando besos en sus piernas, muslos, estómago, pechos, cuello y por último labios. En cada beso, podía oír la respiración agitada de Lena y adoraba ese sonido.

Fui a atender una de mis partes favoritas de su cuerpo. Sus pechos

Los atrapé entre mis manos y los apreté. Con mis dedos presioné uno de sus pezones y mi boca fue a por el otro.

Cuando conseguí el efecto deseado, subí a su boca.

Mi mano bajó por su torso desnudo, hasta llegar a su intimidad y rocé sus pliegues. El calor y la humedad eran indescriptibles.

Introduje un dedo y gimió, mientras rodeaba mi cuello con sus brazos y profundizó el beso. Entró mi segundo dedo en juego y la embestí.

Su cabeza se separó de mi y la echó para atrás en un grito, diciendo mi nombre...

Pipip, pipip, pipip...

- ¡Mierda! - grité al darme cuenta de que solo había sido un sueño.

Estaba sudada y había mojado mi ropa interior.

Me quité el pelo de la cara, me desnudé y tiré el pijama al cesto de la ropa. Y enfadada, me dirigí a la ducha a aliviar el calentón que llevaba...

2

Me encontraba en el bar de Al, rodeada de los superfriends. Como siempre, la morena sentada a mi lado.

Se acercó un humano a nuestra mesa y puso los ojos en Lena. Mi cuerpo se tensó, pero la ojiverde puso su mano en mi muslo y lo acarició para que me calmara.

J'onz notó mi mirada y se dirigió al hombre que mirándolo bien, iba bastante ebrio.

- ¿Porque no regresas con tus amigos? Estamos de celebración y no eres de los nuestros - dijo el marciano tranquilamente.

El humano ignoró al marciano y siguió mirando a Lena.

- Tuuuu egues la hemana del loco de Lex... Missss amigossss y yoooo, querremos saber, si tambin ezzzztasss loca, peroooo fiendote, estassss muyyyy buenaaa -

Mis ojos se pusieron rojos para lanzarle un rayo de calor. No quería matarlo, pero si darle un buen susto.

Lena apretó mi muslo y me miró y entendí enseguida su ruego, pero... no pude contenerme.

Todos se giraron y se lanzaron a por mi, aunque me dió tiempo de rozarle el hombro. El hombre cayó al suelo y del susto, se le quitó la borrachera de golpe.

- Solo bromeaba... ¡Joder! ¿Eres la super? ¡Mierda! Lo siento mucho señorita Zor-El, no sabía que la Luthor iba con usted... -

- ¡Y si no fuera conmigo, tampoco tienes derecho a tratarla así...! - grité enojada, intentando sacarme a mis amigos de encima - Estoy bien...¿Podéis soltarme? -

Poco a poco se fueron despegando de mi cuerpo uno a uno, me miraron y se empezaron a reír, ya que el hombre se había hecho pis encima.

La sala se había quedado en silencio, observando la situación. El humano se levantó asustado sin dejar de mirarme y salió corriendo y tropezando del bar y detrás sus amigos.

Mis amigos empezaron a reír

- ¡A la próxima ronda, invita la Luthor! - gritó Lena

Todos los del bar gritaron contentos.

La morena se volvió a sentar a mi lado y dejo un beso en mi mejilla.

- No tienes porque defenderme siempre...pero gracias - dijo en un susurro que solo pude escuchar yo.

Después de tranquilizarme volvimos a nuestro aire.

Cada uno se marchó en su dirección. Me quedé mirando a Lena a los ojos.

- ¿Puedo llevarte a casa?, si quieres... -

- Nada me haría más feliz... -

La agarré en brazos, rodeó sus brazos en mi cuello y apoyó su cabeza en mi pecho

- No vayas muy rápido que sabes que me da un pelín de miedo... -

No puede evitar reírme de lo que acababa de oír

- ¿Confías en mi? - pregunté

- Siempre -

Y se me escapó una sonrisa.

Entramos a su apartamento por el balcón y la dejé suavemente en el suelo.

Sin soltar su agarre de mi cuello, depositó un beso en mis labios.

- ¿Duermes conmigo, Kara?-

Asentí, ella se fue a su cuarto y yo caí en el sofá suspirando.

No me dí cuenta de que Lena había regresado al salón, hasta que me abrazaron por detrás.

Me dejó un beso en el cuello y me susurró.

- ¿Vas a dormir con la ropa puesta? -

Negué con la cabeza y ella me entregó una camiseta.

Fuimos la habitación y nos dispusimos a dormir

Me desperté abrazada a mi almohada, me sentí triste y vacía.

No podía quitarme a Lena de la cabeza, pero no podía decirle como me sentía, somos mejores amigas y no me gustaría perderla.

Los SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora