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Me desperté en una camilla, rodeada por Alex, Diana y J'onn.

- ¿Estás bien? ¿Como te sientes? - preguntó mi hermana preocupada

Intenté incorporarme, pero no podía enfocar la vista, veía borroso y me mareé.

- No te muevas... Tu cerebro está intentando procesar la información que te ha dado Diana y le está costando... - reconocí la voz del marciano. - Después de hablar con ella y gracias a mi poder psíquico, no he tenido los problemas tuyos y de Alex. - terminó de explicar J'onn

Cuando se me pasaron los mareos, todo lo veía más claro y empecé a recordar.

El marciano me ayudó a ordenar mis recuerdos y me sonrojé... Miré a J'onn avergonzada, porque supuse que al ayudarme a ordenar mi mente, él también estaba viendo mis cosas...

- No te preocupes, solo he visto lo justo, para que tu mente ordenara los recuerdos... - dijo el marciano tranquilo

Alex me miraba sin saber de que me estaba avergonzado y yo sólo podía mirar al suelo.

- ¿Cuántas personas están afectadas? - pregunté

- Todos nuestros amigos, familia y personas relacionadas indirectamente que sabían de vuestra amistad... - explicó Alex

- Lo siento... Esto es culpa mía, por no querer reconocer mis sentimientos...- dije avergonzada

- No te preocupes por eso, tenemos que elaborar un plan, para atraer a mi primo Morfeo, pero solo yo puedo frenarlo... Por la cosa esa de que solo un dios puede matar a un dios... - dijo la amazona.

- Lo importante ahora es que J'onn, los superfriends, la liga, toda la DEO y yo, ya sabemos lo ocurrido... - explicó Alex - El director nos ha ayudado, como a ti, a ordenar los recuerdos borrados por Morfeo -

- Cuando venza a mi primo, teóricamente, todo el mundo recordará lo de antes de que hicieras el trato - explicó la amazona

- ¿Tenéis algo pensado? - pregunté impaciente

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Tardaríamos unos días en estar preparados para enfrentarnos a Morfeo, así que Alex y Diana estaban perfilando los detalles del plan.

Yo seguiría con mi doble vida.

Mientras volaba por National City, haciendo mi ronda, en mi teléfono sonó un mensaje. Nada más vi de quién era, se me escapó una sonrisa.

Hola Kara, se que prometí invitarte a una copa hace varios días, pero he estado ocupada con el trabajo y no he podido escribirte antes. ¿Te apetece o puedes esta noche? L.L.

Tardé segundos en responder. Habíamos estado hablando por mensajes desde el día de la entrevista, pero tampoco me había acordado que prometió invitarme.

No te preocupes, yo también he estado liada, pero me alegra mucho de que te hayas acordado. Me parece perfecto esta noche. Ya me dirás donde y la hora. K.D.

Paré mi ronda y me acomodé en una valla publicitaria, la respuesta llegó rápido, al igual que mi corazón se agitaba nervioso.

Si te parece bien, te paso a buscar a las 20h y el resto es una sorpresa. 😊 L.L.

Noté como mis mejillas se sonrojaban y volví a sonreír, mientras mi cerebro me recordaba la tarde que pasamos juntas, mostrándonos el amor que había entre nosotras.

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