Historias Random SCP

5. [+18] Cociendo, Revolviendo y Friendo (Dr. Hamm x SCP-049)

Se nota mucho que quise hacer una referencia a "cocido, revuelto y frito?" Xd pinche título pitero, matenme.
Literalmente tardé más de un mes (o dos no sé) escribiendo esto, ya lo tenía casi completo pero no me gusto y lo borré, luego no pude escribir algo nuevo y me quedé con lo viejo y nada más lo edité. Me dieron como quince paros cardíacos todas las veces que intentaba seguirle, no sé escribir +18 así que pido perdón si les da cringe
Quedan avisados👍

Las alarmas de brecha de contención sonaban estruendosamente por todo el sitio 19 de la fundación scp, algunos scps se habían escapado de sus celdas de contención y estaban causando caos por todas partes, los soldados y fuerzas especiales habían sido llamados para detener la brecha de contención, pero estaba siendo más difícil de lo que creían. Por todas partes se escuchaban golpes, gritos, disparos, el lugar estaba siendo una completa escena apocalíptica, una escena que contrastaba bastante a lo que estaba ocurriendo dentro de la celda de contención de 049.
En la celda de clase euclid, 049 estaba hablando de forma tranquila con el Dr. Hamm. Ellos se encontraban en una de sus rutinas diarias cuando sonaron las alarmas de brecha de contención, inmediatamente los soldados que se encontraban afuera de la celda entraron para llevarse a Hamm a una de las habitaciones de máxima seguridad exclusiva para los doctores de la fundación, sin embargo 049 se negó rotundamente a dejarlo ir en medio del caos, estaba demasiado preocupado por él, tenía miedo de que esos incompetentes soldados no fueran capaces de proteger a Hamm en caso de que alguno de los scps intentara atacarlo. 049 casi llegó a tocar a los soldados en su desesperación porque no se llevaran a Hamm, hasta que los hombres recibieron una llamada de sus superiores para cubrir al resto de sus compañeros pues muchos estaban cayendo en la pelea, solo hasta ese momento fue autorizado que el Dr. Hamm permaneciera dentro de la seguridad de la celda de 049, lo cual puso sumamente feliz al doctor de la plaga.
Al haber terminado todas las actividades rutinarias, ya no tenían más trabajo que hacer por lo que decidieron platicar sobre cosas bastante casuales, sin embargo había algo que tenía un poco incómodo a 049 y eran los constantes pensamientos que poco a poco iba creciendo en él, no era la primera vez que los tenía pero aún así lo ponían muy nervioso, no quería hablar sobre como se sentía para no asustar a Hamm. Sus instintos animales más bajos estaban despertando y le preocupaba lo que sería capaz de hacer. No podía culpar a su cuerpo, hacía cientos de años desde la última vez que tuvo un encuentro más íntimo con alguien y a pesar de ya no ser un humano como tal, aún conservaba algo de esa anatomía y para su mala suerte, el lado salvaje que todos los humanos aún mantienen luego de siglos de evolución permanecía también en él.
049 podía sentir su frente, manos y pecho sudando, un fuerte calor recorría todo su cuerpo, desde su pecho bajando incluso a sus partes privadas, sentía muy pesada la túnica que lo cubría, la máscara también, podía sentir como su piel quemaba debajo de su ropa, como si estuviera ardiendo en fuego.
049 y Hamm estaban llevando una especie de "relación a escondidas" desde hace ya bastantes meses, principalmente para evitar preguntas y problemas con la fundación, ambos acordaron en mantener su relación lo más oculta posible, sin levantar ningún tipo de sospecha pero estos últimos días a 049 le estaba resultando muy difícil mantener esa promesa, cuando se quedaba a solas con Hamm comenzaba a tener todo tipo de pensamientos indebidos, a su mente venían múltiples escenas sexuales y las ganas de volverlas realidad junto a su pareja se intensificaban casa vez más.
Él sabía que no podía, no quería poner en riesgo la integridad de Hamm, pero le estaba resultando tan complicado el controlar esas ganas ahora mismo. Ya no estaba escuchando lo que sea que Hamm le estuviera diciendo, solo tenía en su mente todas esas escenas que creaba con su imaginación, intentaba apartarlos de sus pensamientos pero le estaba resultando imposible, su calor corporal aumentaba cada vez más, sentía una presión muy incomoda entre sus piernas, por suerte su túnica estaba hecha con materiales gruesos y no sé notaba prácticamente nada de su cuerpo, aunque eso también le jugaba en contra pues el calor de su cuerpo lo estaba haciendo perder poco a poco la calma que aún le quedaba.