Capítulo 23

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Annie.

Era el primer receso en la escuela, las clases estaban relativamente bien a excepción de la cantidad de trabajo y tareas que a los profesores dejaban por placer al sufrimiento estudiantil o simplemente eso, el dolor de cabeza que tenía era fuerte, lo único que me aliviaba un poco el estrés es que el pasto, el clima y las que personas estaban en el momento exacto; no había gente alrededor, el regazo de Mikasa era perfecto más que todo lo anterior, ella me acariciaba la cabeza con calma, peinando los cabellos rebeldes que salían de mi peinado.

Lo que me agradaba era que sin necesidad de palabras estaba ahí, solo mimándome y viendo su celular, Reiner por otra parte estaba terminando la tarea para la clase siguiente, todo estaba relativamente bien, hasta que escuche un suspiro de frustración de parte de Mikasa, eso me alertó hasta que gire a donde estaba mirando.

-Hola chicos... – Habló apenado Armin, quien se acercó lentamente a sentarse con nosotros. – ¿Cómo están? –

Mikasa regresó la mirada al celular sin hacerle un mínimo caso.

-Relajándome, ya que no es mi mejor momento en la escuela. – Le mire un poco de reojo. - ¿Qué te trae por aquí? No es por ser grosera, es solo curiosidad. –

-No te preocupes, no suenas que estas siendo grosera. – El agitó las manos con una pequeña sonrisa. – Sucede que me aburrí de estar solo en el salón, salí a caminar y los vi, me acerqué a saludar, ¿Les... incomoda? –

A mi no.

-La verdad es que no. – Contestó Reiner a un con la mirada en su cuaderno. – Te he de decir que aquí está todo tranquilo, no sabemos si te puedas aburrir. –

-No lo creo, es mejor estar así que estar solo. –

-Pues ponte cómodo amigo, que va para largo. –

- ¿Cómo te encuentras Mikasa? – Horrorosamente se sentía el nerviosismo en él. – He visto a tu tía en la escuela, ¿Consiguió trabajo aquí? –

-Yo estoy bien. – Si apenas el rubio consiguió formular unas cuantas palabras, la manera tajante de Mikasa le corto el hilo rápido. Ella ni siquiera despegó la mirada del celular.

Él quería agregar más cosas, pero afortunadamente Reiner le habló, al parecer para pedirle ayuda en lo que estaba haciendo, el chico gustoso accedió, incluso la forma en la que le brillaron los ojos lo fue todo, algo tierno. Sonreí a que al menos la tensión en el ambiente bajara un poco y eso me relajo mucho más que me quede dormida.

[...]

Le estoy eternamente agradecida al dios en turno que atendió mi llamado de que el día escolar pasara como estrella fugaz y así fue, sonó la campana del fin de clases de hoy, yo solo quería pasar el rato con Mikasa ya que habíamos hecho algunos planes para el día de hoy, como era de costumbre un día iba yo a su casa y ella un día a la mía, ya que los demás días nos la podemos pasar ocupadas, o ella va al trabajo solo para vernos, aunque sea un momento.

Ahora la esperaba en la entrada de la escuela, nos iríamos caminando a su casa, que no quedaba tan lejos, una vez ya conociendo el camino, para pasar a diferentes lugares que se encontraban de paso, que prácticamente ya se convertía en una rutina, una muy tranquila. Sentí que el pantalón vibró un poco, dando a entender que me había llegado un mensaje, al abrirlo me fijé en el nombre del contacto.

Era Hitch.

"Espero que te hayas cortado las uñas" Este mensaje acompañado de emojis que fácilmente le da un significado diferente al mensaje, amablemente le conteste con gentiles palabras para después bloquear el teléfono, negué y sonreí, era divertido estar con ella de nuevo, las risas nunca podrían faltar por su extraño y divertido humor, se sentía como si las cosas malas nunca sucedieron.

El Que Quiera Entender Que Entienda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora