Capítulo 20

1.7K 119 73
                                    

Annie.

Me senté en una pequeña banca que tiene el centro comercial en el área de comidas, nos hemos paseado por todo el lugar después de haber comprado la cámara que quería Ymir, fue bastante entretenido verla en su papel de buena fotógrafa, pidiendo datos e información muy detallados del aparato y de los lentes, pues el pobre chico que le atendía apenas le pudo seguir el hilo de la conversación. Después de que le quemara el cerebro al pobre muchacho, nos dirigimos directo acá para que me pagara con mis deliciosas donas y el exquisito café.

Saqué mi celular para poder seguir hablando con Mikasa, quien me estaba contando sobre el nuevo proyecto que está haciendo su tío en su jardín, se le podía notar bastante emocionada por la rapidez que recibía los mensajes, era divertido, ya que nunca adjuntaba emojis y la manera en la que lo colocaba me parecía gracioso porque le daba un contexto diferente al mensaje.

Dejé el celular sobre la mesa, y me estiré un poco, mi espalda hizo un sonido bastante fuerte y placentero, mi cuello siguió por las mismas, tenté un poco la zona, aparentemente un masaje no me vendría nada mal. Mientras me revisaba los puntos que estaban tensos sentí que alguien me tocaba firmemente con un dedo el hombro, al girarme puse observar al chico con corte de tazón parado y con una expresión seria. Del cual sinceramente no me acuerdo de su nombre.

-Disculpa, ¿Te acuerdas de mí? – Dijo sin abandonar aquella expresión, no era una como la del tío de Mikasa, era más de un soldado, una cualidad que realmente me impresionaba de este chico.

-Lo hago, pero no de tu nombre. – Contesté mientras acomodaba mi cara en la palma de mi mano izquierda.

-Marlo, mucho gusto. – Me estiró la mano para un saludo formal, el cual le correspondí.

-Annie, un gusto. – Respondí sin más.

-Lo sé. Hitch habla mucho de ti. – Él tomó asiento enfrente de mi en una posición muy recta. – Lo ha hecho desde que la conozco. –

- Supongo, éramos mejores amigas. – Conteste sin ganas esperando a que llegara Ymir con mis cosas.

- ¿No piensas perdonarla? –

-No. –

- ¿Por qué? –

-Disculpa, no quiero sonar grosera, pero es algo entre ella y yo. – Ya estaba un poco irritada, la pesadez de mi voz lo hacía notar, pero el chico seguía con el mismo semblante. – No te incumbe. –

-Claro, que me incumbe, es una cosa egoísta, pero quiero que dejes las cosas claras, tanto a Hitch como a mí que no estás interesada en ella de manera romántica. – Habló sin dudarlo y sosteniéndome la mirada un buen rato después de ello. En una pausa algo incomoda el prosiguió. – Llevó estando interesado por ella desde hace bastante tiempo y lastimosamente, ella no se fija en eso por estar iluminada contigo, suena algo duro, me disculpo por ello. –

-Marlo, ella tiene conocimiento de que no me interesa como pareja, fue algo que ya paso. Lo que tu sientas por ella no es algo que me interese, puedes conquistarla y si dice que no, ni modo; No es necesario que hagas esto, es raro y muy autoritario de tu parte. – Me rasqué la ceja y le regresé la misma mirada intensa. – Las cosas que pasen entre nosotras dos se quedan en donde mismo, no tienes que meterte en ello, por muy buena que sea tu acción, no lo hagas es de mal gusto. –

- Pero ella ahora mismo está mal por la pelea que tuvieron, quiero que se sienta bien y vengo para que hagan las paces. –

-Te repito, lo que pasa entre nosotras, con nosotras se queda, no te metas, ¿Entendido? –

-Escucha, corte de plato, mi amiga ya se está molestando y al parecer no lees el tenso ambiente que hay, lárgate antes de que golpeé. – Ymir había dejado las donas y el café en la mesa, con los brazos cruzados y una mirada retadora se paró justo enfrente de él, ladeo la cabeza a un lado invitándolo a irse. El chico en un suspiro negó y se fue. – ¿Quién era? –

El Que Quiera Entender Que Entienda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora