CAPÍTULO 03.

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El diminuto cuerpo del rubio se removió en la cama, abrió los ojos para orientarse y como era de esperarse se encontraba aún en los aposentos del príncipe. Se sentó en la cama y de nuevo el lado izquierdo estaba vacío, el príncipe no estaba ahí.

Se destapó al sentir algo pegajoso entre sus piernas y apretó los labios al ver esa sustancia blanca que conocía poco bien pero sabía sin duda que era. Estaba completamente desnudo de nuevo, las puertas se abrieron y entraron las mismas sirvientas del día anterior junto con MinHee.

Una de ellas se acercó a la cama después de que Jimin se levantó tapándose el cuerpo con una bata, retiró las sábanas y miró de arriba abajo al rubio al verlas manchadas de semen y... sangre.

El rubio bajó la mirada avergonzado y MinHee hizo una mueca al verle la mejilla rojiza.

—Buenos días Jimin, ¿noche agitada?.— preguntó serena y Jimin intentó sonreír

—Uhm, si.

—Vaya, eso no se ve muy bien— señaló MinHee su mejilla—. Un poco de maquillaje y listo ¿que te parece? No querrás que Seungmin te vea así, anda, a desayunar.

—G-gracias.— se sentó en la mesa de la habitación y se dispuso a desayunar aún con los recuerdos vivos de anoche en su mente

Los cuales quería borrar como fuera.

💌

Jimin caminó por los pasillos del palacio en busca del salón donde su hijo estaba tomando sus clases de lectura y escritura. Cuando llegó, entró y su hijo le saludó a la lejanía sonriéndole, Jimin le devolvió el gesto y tomó asiento escuchando lo que el profesor decía.

El rubio tomó entre sus dedos la prenda que vestía ese día, un hanbok color blanco con listones negros en las mangas, quería quitárselo, era muy caro, y eso no era digno de él.

O simplemente no quería tener nada que tuviera que ver con el príncipe, porque estaba seguro de que se lo había mandado como ese precioso hanbok rosa del otro día.

Ese del que lo despojó después de maltratarlo en su cama, después de tocarlo sin su permiso y después de...

—Papi— escuchó la voz de Seungmin y salió de su ensoñación para sonreírle—. Ya ha terminado, vayamos a ver al señor Jungkook en su caballo.

—¿Como?.

—Esta cabalgando en el jardín trasero, quiero verlo.— sonrió y Jimin tragó saliva para terminar aceptando

Tomó a su hijo de la mano y fueron al jardín trasero, pudo ver al príncipe montado en un caballo completamente negro, vestía un traje de equitación que se ceñía a su pequeña cintura y sus gruesas piernas.

El príncipe aún no los había notado ya que estaban bastante lejos, lo cual Jimin agradeció. Pero la voz de Seungmin pidiéndole que fueran más cerca lo desconcertó, él no quería ir más cerca, no quería verlo, no quería hablarle.

Pero su hijo estaba tan contento que simplemente no pudo negarse, sólo se acercaría por su hijo, y rezaba para que Jungkook lo ignorara, que siguiera molesto para no tener que hablarle.

Cuando estuvieron a una considerable cercanía, Seungmin jadeaba emocionado cada que Jungkook realizaba un truco con el caballo, saltando obstáculos o manejando al caballo a su antojo.

El príncipe los observó a la lejanía y terminó su clase pronto para poder acercarse a Seungmin quien le sonrió con adoración.

—Usted es genial— halagó Seungmin sonriente—. Me gustaría aprender de usted.

bonhomía - 국민  KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora