CAPÍTULO 14.

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Jungkook no dejaba de ver aquellos ojos que lo miraban con intensidad, su cabello rubio brillando por el sol de la mañana al igual que sus pupilas y piel desnuda, Jimin lo miraba casi con adoración, habían despertado hace varios minutos y lo único que habían hecho era estar acostados, frente a frente, mirándose, sin decir absolutamente nada.

El pelinegro llevó una mano a la mejilla del contrario para acariciarla y preguntarle.

—¿Me quieres?.

Jimin tomó la mano de Jeon entre sus dedos, dándole un apretón, sin embargo, sonrió con amargura.

—Me gustaría poder amarlo— susurró—. Pero aún no puedo mi Rey, aún... necesito más tiempo.

—¿Cuánto más?.

—No lo sé— bajó la mirada y se relamió los labios—. Pueden ser semanas, meses, años...

—No puedo esperar tanto— lo interrumpió acariciando sus pómulos—. Perdóname.

Jimin abrió los ojos conmocionado al ver a Jungkook en su punto vulnerable, el Rey le estaba pidiendo perdón con sinceridad, y él no sabía como tomarse aquel arrepentimiento.

—Perdóname por todo— susurró casi al borde de las lágrimas—. Dañé tu corazón, ese que deseo que me quiera y tenga compasión de mi, lo siento con el alma Jimin.

El Rey se acercó a su cuerpo para esconderse en su pecho y Jimin dudoso lo aceptó, rodeó su espalda con sus manos temblorosas y sintió la respiración agitada de Jungkook sobre sus clavículas, dándole un escalofrío.

Realmente estaba pidiéndole perdón.

Abrió un poco los ojos cuando sintió la lengua caliente del Rey sobre su piel, después frunció el ceño al sentir una mordida y enterró sus uñas en la espalda de Jungkook, pronto el pelinegro terminó sobre su cuerpo, besando sus labios con desesperación, buscando a tientas su entrada.

Pero Jimin cerró las piernas rápidamente.

—Te deseo tanto mi Reina.— susurró Jungkook intentando volver a tocarlo y Jimin negó con la cabeza

—No... ahora no mi Rey.

—Eres exquisito, vamos a hacerlo. Hazme sentir bien.— demandó apretando sus muslos y Jimin soltó un quejido

—Deténgase, he dicho que n-no.— negó con el miedo consumiéndole como la primera vez

Pero el Rey parecía no escuchar nuevamente, comenzó a tocarlo y Jimin como pudo salió de la cama dejando a un Jungkook con la respiración agitada, mirándolo con desconcierto. El rubio se tapó el cuerpo con la sábana que le arrebató y comenzó a llorar.

—¿Lo ve?. ¿Como puedo quererlo cuando solo piensa en usted? ¿No ve que me hace daño?.

—Jimin yo...— el pelinegro se quedó callado al ver sus dedos marcados en los muslos de Jimin, lo había lastimado—... Lo siento, por favor...

—No— negó Jimin alejándose—. Deme tiempo por favor, demuéstreme que será capaz de ganarse mi cariño y amor, no quiero al Jungkook posesivo y tóxico, quiero al Jungkook con el que desperté esta mañana, el que me hizo el amor anoche, no a usted, quiero a mi Rey, quiero que me demuestre cual de todas sus caras es la suya realmente.

—Lo haré, l-lo juro Jimin.

—Es lo único que espero de usted. Así que no jure sino piensa cumplir.— el rubio comenzó a buscar su ropa para ponérsela a medias y salir de la habitación

Jungkook se dejó caer en la cama por primera vez arrepentido, derramando lágrimas silenciosas las cuales tocó con las yemas de sus dedos.

Estaba llorando realmente.

bonhomía - 국민  KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora