CAPÍTULO 10.

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Seungmin estaba siendo vestido por las sirvientas, probándole las prendas más caras y finas, relucientes y pulcras al igual que Jimin.

El rubio estaba vestido con un precioso hanbok blanco con detalles bordados en plateado, estaba ligeramente maquillado y usaba pendientes pesados, MinHee sacó una caja de terciopelo y se puso frente a Jimin para abrirla.

Un collar de oro puro hizo presencia, casi brillando cuando este se asomó por la cajita. Jimin jadeó asombrado y MinHee sonrió.

—Es un regalo de nuestro Rey para usted, ¿que le parece?.

—Es... muy bonito— Jimin recordó su compra en el mercado de hace unos días y miró a MinHee—. Yo, compré unas joyas hace mucho y me olvide de dárselas al Rey, ¿podrías traerlas? Están en mi mesita.

MinHee asintió y fue por dichas joyas, sacó el anillo con el rubí incrustado más el collar de perlas rosas.

—Es hermoso.— susurró MinHee y Jimin asintió

—Me gustaría usar ese.

—Pero el Rey puede disgustarse, a mandado este especialmente para usted.

—Lo se, le explicaré luego— MinHee asintió y le colocó el collar de perlas en su cuello, iba a sacar el anillo pero el rubio negó—.
Este lo compré para él.

—Bien, entonces pareces estar listo, ¿nervioso?.

—Mucho— asintió Jimin—. Pero, pasará.

—Te felicito mucho Jimin, ser Reina no será sencillo, pero tienes a tu lado a un hombre disciplinado que te acompañará en todos tus pasos.— Jimin asintió sonriendo levemente y las campanas sonaron para avisar la primera llamada

Salieron de la habitación y Jimin se encontró con su hijo en el pasillo, Seungmin vestía un lindo hanbok color dorado, estaba peinado de lado y Jimin sonrió al verlo, se veía más grande con ese peinado y su hijo tenía el rostro iluminado, de verdad estaba más feliz que su propio padre por su boda.

—Es hora de que vayamos a la capilla del palacio.— MinHee tomó a Seungmin de la mano mientras que Jimin lo tomaba de la otra

Fueron hasta la capilla y Jimin se despidió brevemente de Seungmin, caminó con nerviosismo hasta quedar frente a Jungkook quien vestía un hanbok negro con detalles dorados y blancos.

Se vieron fijamente y Jungkook tomó ambas manos del contrario para besar sus nudillos frente a todos, poniéndolo más nervioso de lo que ya estaba.

El padre los guió para que se pusieran de rodillas y los rodearon con un listón blanco, uniéndolos, el padre comenzó a dar su sermón mientras Jimin sentía que el azúcar se le bajaba, parpadeó varias veces para mantenerse a pie pero casi le era imposible.

Cuando el padre terminó, los anillos fueron puestos en una almohadilla color roja, Jungkook tomó el anillo y posteriormente lo colocó sobre el dedo anular de Jimin, el rubio hizo lo mismo con el Rey y se sonrieron para después inclinar la cabeza.

La corona del Rey fue puesta primero y Jimin aguantó la respiración al sentir un peso sobre su cabeza, cuando la corona de la Reina fue puesta por completo, por fin pudo respirar profundo y alzó la mirada para ver a Jungkook con su corona puesta, él no se veía a sí mismo, pero sabía que poseía una corona ahora.

Jimin pasó de ser nadie; a ser la Reina de un pueblo entero.

Lo mismo pasó con Seungmin, llamaron al pequeño para que se uniera —ahora— a sus dos padres y le colocaron una corona, haciendolo príncipe, y próximo heredero en un futuro.

bonhomía - 국민  KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora