Capitulo 7

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Él estaba allí junto con los otros dos que estaban en el escenario anteriormente. Por lo que pude ver estaban todos solo con una toalla alrededor de su cuerpo con el torso descubierto, la verdad es que los tres tenían un buen cuerpo.

–Hola preciosa, ¿ya te lo pensaste bien?.

– Bueno la verdad es que me entro curiosidad con eso que me dijiste de que no me iba a arrepentir y... pues por eso he venido.

– ¿No sabes que la curiosidad mató al gato? - me dice mirándome con cara de sexy mientras sonríe.

– Sí, pero también puede sorprender y quizá lo que haya matado al gato no sea curiosidad sino otra cosa mas destructiva. - le dije con ironía.

Este echó una carcajada con mi comentario.

– Vaya que graciosa eres y, qué sarcástica. Me gusta. Venga pasa. 

Entré dentro del camerino y lo primero que vi es que había una mesa llena de artilugios eróticos, botellas de alcohol y estupefacientes. Los otros dos chicos se habían metido dentro de lo que creo que es una habitación. Él y yo nos quedamos solos.

– ¿Una copa? - me dice mientras va hacia la mesa donde yo estoy mirando con dos vasos y se sirve un whisky.

– Sí, por favor. - el me sirve el trago y me lo bebo de un tirón.

– ¿Tenías sed?-  me dice con asombro.

– No pero lo necesitaba para hacer esto. - Y de pronto me lanzo hacia él, le quito el vaso que tiene en la mano y junto con el mío los pongo encima de la mesa y lo beso desesperadamente.

Él al principio se quedo como paralizado ante mi inesperada acción pero él luego ya reaccionó y me siguió el beso. Me metía la lengua casi hasta la campanilla y me agarraba del pelo con deseo.

– Ven, vamos a una habitación. - Me agarro de la mano y me llevo hasta la parte de atrás del camerino que por cierto, era más grande de lo que pensaba. Estaba el salón, un baño y dos habitaciones. Supongo en una de ellas es donde estaban sus compañeros.

Me llevó hacia la habitación donde estaba la puerta abierta. La luz era de color rojo y había una cama redonda también de color rojo, un mueble y un espejo enorme en la pared. Muy morboso todo.

Me vuelve a besar mientras me quita la falda y la camisa que tengo, quedándome solo con la ropa interior y en tacones. Él va dando besos y mordiscos por todo mi cuerpo, luego me quita el sujetador y el tanga. Me tira a la cama y se pone encima a horcadas sobre mi. Me coge los pechos con las manos y se mete un pezon en la boca luego lo junta con el otro pecho y se mete los dos juntos y estos de ponen duros. Duros como su erección, ya que la estoy notando el bulto que roza con mi parte intima aunque él tiene los calzoncillos puestos.

Él va bajando hasta llegar al clitoris y me hace retorcerme del placer, me estaba comiendo el coño de una manera muy sensual y fascinante, me encanta. Después de un rato se levanta de la cama se quita los calzoncillos y veo que va a coger algo que hay en un cofre. Son preservativos. Lo abre y se la pone en su pene, y puedo ver su gran erección. Por lo menos este si se pone el preservativo sin decirle nada y eso me gusta. 

Él vuelve a la cama y mientras me besa y me muerde el lóbulo de mi oido muy despacio me dice susurrándome.

– Ahora voy a entrar dentro de ti y te daré el placer que has venido buscando.

Esas palabras hacen que yo me vuelva loca y lo beso mientras lo tiro para que se acueste ya encima mía y me meta un pollazo con su gran erección. Su polla entra en mí con mucha facilidad y me adapto a su pene provocándome un verdadero placer. Estoy muy cachonda, mojadita y muy receptiva y él lo sabe.

Hasta el amanecer +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora