{PAUSADA}𝑰'𝒗𝒆 𝒈𝒐𝒕 𝒂 𝒎𝒂𝒏 𝒃𝒖𝒕 𝑰 𝒘𝒂𝒏𝒕 𝒚𝒐𝒖

Capítulo 4: parte 3. POV Açelya

~Unos minutos después, Mc Donald's~

-Voy a hacer la fila amorcito, ¿Qué quieres comer? -. Me dijo Demir, luego de que elegimos una mesa. Usa ese tono meloso que me da ganas de arrancarme los oídos de solo escucharlo. Respira Açelya, baja los decibeles, sólo está tratando de mejorar las cosas. Pensé y suspiré profundo.

-Una Big Mac de doble queso, papas grandes y una Coca grande, aunque si no hay, Pepsi está bien-. Le respondí, con el tono más calmado posible.

-Bueno cariño, vuelvo en un ratito-. Acto seguido, se alejó caminando tranquilamente hacia una fila medianamente larga, tenía como 7 personas antes que él. Rebusqué en mi mochila y tomé mí teléfono para enviarle un mensaje a Nazlı.

"Demir + yo + McDonald's. Insistió que quiere hablar conmigo. Para peor, Doruk fue su cómplice." Escribí.

"Me hubiera gustado ver eso 🤣🤭"
Me respondió ella pocos segundos después.

Otro mensaje entró detrás.

"Dale una oportunidad amiga, cuéntale lo que sientes y juntos verán como arreglar las cosas. Recuerda las cosas buenas antes que nada y no hables impulsivamente (sé que te cuesta, pero inténtalo). Te envío toda la suerte, besos."

"Gracias por ser tan buena amiga Nazlı, intentaré no seguir en plan bruja. Después de todo, yo aún lo quiero. Mañana te cuento cómo salió todo. Besos 💋" Envié y dejé el teléfono sobre la mesa.

Al levantar la vista, Demir estaba llegando con dos bandejas de comida.

-Todo listo, sólo que ya no había Coca o Pepsi así que tuve que traerte Fanta, lo siento linda-. Me dijo, mientras se sentaba frente a mí.

- ¿Es en serio? Ugh la odio-. Arrugué la nariz, la Fanta me sabe a jarabe para niños con gas.

-Es broma, solo quería ver tu cara de asco, es muy tierna-. Demir se rio mientras le quitaba la tapa a mi vaso, revelando que efectivamente, era Coca Cola. Blanqueé los ojos, pero le dediqué una media sonrisa.

-Bueno, ¿Quién empieza? -. Le dije, con la mirada fija en la ventana.

- ¿La comida o la charla? -.

Lo miré como si me acabara de decir que la tierra es plana. -La charla Demir, obviamente-.

Él se quedó unos segundos pensando y me respondió. -Empieza tú, quiero escuchar lo que piensas, lo que sentiste estos días-.

-Demir yo... Sé que parezco una niña caprichosa, seguro tú y todos los demás piensan eso, pero tengo mis razones para estar mal contigo-. Tomé aire y traté de formular las palabras como dijo Nazlı, pensando y no simplemente soltando lo primero que se me viene a la cabeza.

-Tú eres todo para mí, y por ti haría lo que sea, lo sabes. Trato de ser paciente contigo, de ayudarte en todo lo las posible en este momento complicado que estás pasando, pero a veces siento que doy más de lo que recibo. Específicamente en mi cumpleaños-. Mis ojos se llenaron de lágrimas y Demir tomó mi mano.

-Yo... Compré un nuevo vestido, ilusionada por tu reacción, pero tú no apareciste para verlo. Moría por bailar contigo toda la noche, celebrar juntos porque ambos merecíamos un respiro de tanto trabajar. Además, al fin de cuentas era mi cumpleaños, una sola vez al año en la que el día es para mí, el único día al año en qué puedo reclamarte que no estés -. Suspiré con pesadez, tratando de calmar las lágrimas que caían por mis mejillas y mi voz que se quebraba.

- Demir no te pido que me trates como reina. No quiero rosas, joyas o chocolates, tampoco cenas elegantes constantemente. Y sí, sé que a veces te molesto y te digo tacaño, pero es solo eso, para molestarte. No me importa que gastes 2 liras o 200 liras en mí, con tenerte a mi lado basta. Sólo pido un poco de tu tiempo, porque hace rato que siento que no estás cerca-.

Demir se quedó mudo por unos minutos, procesando lo que dije y se levantó para sentarse a mi lado. Me rodeó con un brazo y me acercó a su pecho, ahí es cuando quebré y no pude detener las lágrimas de convertirse en una cascada desconsolada. Me aferré a su cintura, enterrando la frente en el hueco de su cuello. Él acarició mi cabello suavemente y poco a poco, logré calmarme.
Cuando mis sollozos se convirtieron en susurros, tomó mi mentón, levantando suavemente mi cabeza y al abrir los ojos, además de una sonrisa dulce, me encontré con un par de papas en su mano. Solté una pequeña risa.

-Dicen que la comida es la mejor medicina y la nuestra se está enfriando así que comamos un poco, te ayudará a sentirte un poco mejor. Mientras tanto, yo te cuento mi lado de la historia, ¿Está bien? -.

Acercó las papas a mi boca y las hice desaparecer de un bocado, lo cual hizo que él se riera. Asentí de acuerdo con lo que dijo y mientras él volvía a sentarse frente a mí, abrí el papel de la hamburguesa. Estaba casi helada.

- ¿Quieres que les pida si pueden calentarlas un poco? -. Me sugirió, pero negué con la cabeza, dándole el primer mordisco. Él sonrió e hizo lo mismo con la suya. Una vez que terminó de masticar, habló.

-Bueno cariño, yo sé que no te presto mucha atención en estas semanas, creo que incluso un mes o dos, estoy muy perdido con el tiempo. Pero quiero que sepas que eso no significa que te ame menos o que ya no me importes. La empresa es el último legado que tengo de mi padre y siento que, si no me hago cargo de ella, estaré dándole la espalda a él y a nuestra reconciliación antes de morir. Luego de eso está el hospital, la carrera de cirujano por la que estudie y me apasiona, que tampoco quiero perder. Recientemente siento que el día no tiene suficientes horas, y sin quererlo, dejo de lado todo lo que no sea trabajo-. Demir hizo una pausa y le dio un largo trago a su bebida, sé que está nervioso, siempre hace eso cuando lo está. Junté una de mis manos con la suya y lo miré con una mezcla de comprensión y melancolía.

- Açy tú eres mi chica, me haces feliz de mil maneras y no quiero perderte. Por eso te insistí en hablar tranquilos, porque quiero tratar de llegar a un acuerdo contigo. Quiero encontrar una forma en la que nuestra relación funcione sin que ninguno de los dos se sienta presionado o mal. Pelear contigo es divertido, pero no si es todos los días-. Añadió y yo sentí una punzada en el pecho.

- ¿Realmente te importo tanto? Entonces, ¿No estás conmigo sólo por costumbre? -. No pude evitar preguntárselo, mi inseguridad habló por mí. Él estiró su mano libre y acarició mi mejilla.

- Eres el amor de mi vida, así de loca y enojona como eres. No te cambiaría por nada en el mundo-. Sus palabras derritieron el poco hielo de la furia que quedaba en mí. - ¿Qué te parece si hacemos un trato? -.

- ¿Cuál? -.

- Tú me prometes que habrá menos discusiones entre nosotros y yo te prometo tratar de cuidar mi salud un poco más y organizar mejor mi horario para pasar más tiempo contigo, ¿Te parece? -.

Pensé por unos segundos, aunque no había casi nada que decidir. Sólo quiero estar bien con Demir, porque a pesar de todo yo también lo amo más que a mi vida. Sonreí y dejé un beso en la palma de su mano, la cual él aún reposaba en mi mejilla.

-Está bien amorcito, tenemos un trato-. Dije suavemente. La cara de Demir se iluminó completamente.

-Gracias cariño, estaremos mejor, ya lo verás. Confía en mí-.

-Confío en ti-.

Aunque una pequeña parte de mí ya no estaba tan segura...

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