Capitulo 17: Adios.

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Vamos en el jeep de Aidan, insistió como loco en llevarme a casa, y cuando se le mete una idea es imposible sacarlo de ahí. El silencio es demasiado pero no del incomodo, es un silencio relajante, la musica esta suave pero también estresante.

-Porfavor no te vallas.-Dijo Aidan parando el auto frente a mi casa.

-Ya es una decisión tomada, y no cambiaré de decisión.-Me baje rápidamente, por desgracia las llaves de la casa las tiene Arlena, entre por el patio pero Aidan me sigue.

-Ya me acompañastes a la casa, ahora andate porfavor.

-No, y ahora que estamos solos puedo hacer esto.-Se acerco a mi para besarme una y otravez, me tomo en brazos siguiendo el beso, intentamos entrar a la casa pero las puertas traceras están cerradas, lo único que nos queda es la casita del árbol.

Estamos recostados en el suelo de aquella vieja casa, puso mi mano sobre su pecho siento como su corazón late tan fuerte, el tomo mi mano para comenzar a besarla, recorrió mi brazo, mi clavícula hasta que llego a mis labios, besandolos suavemente.

Bajo lentamente sus manos a mi cintura haciendo caricias leves con las llemas de sus dedos, poco a poco subió mí blusa hasta que logro sacarla por completo, saque su playera de un tirón, ya no me importaba nada, solo quería estar con el y solo con el, desabotone su pantalón para bajarlo y sacarlo sin ninguna dificultad, el quito con cuidado mi Short quedando en ropa interior, beso mi cuello al punto de volverme loca, desaborcho mi sostén pero con la penosa que soy me pegue a el de inmediato.

-Tranquila, Te amo, solo eso importa.-Me volvió a besar y recosto de nuevo en el suelo, sus manos bajaron hasta mi pantaleta haciendome quedar completamente desnuda, siento que la sangre me hierve, mi corazón late tan fuerte que siento que se sale del pecho, baje sus boxer liberando su erección, aun tengo esa pena sobre mi, sus labios encajan con los mios tan bien que podría jurar que fueron hechos para estar juntos.

-¿Lista?-Puso su frente sobre la mía para mirarme directo a los ojos,asenti con la cabeza, me volvió a besar para esta vez subirce arriba mio, sentí un dolor inmenso en mi entrepierna, mordi sus labios eh encage mis uñas en su espalda, primero fue algo lento para despues aumentar la velocidad poco a poco, el dolor disminuyo consideradamente, hasta que perdi el control de mi misma dejandome llevar por la situación.

Nos quedamos dormidos en el árbol hasta que el maldito sol entro por la ventanita de la casa, pegandonos de llenos en la cara a ambos.

-Aidan nos quedamos dormidos.-Me pegue a el por la vergüenza que me viera desnuda ya con luz.

-Tranquila pequeña, ya conosco cada centímetro de ti.-Dio pequeños besos en mis labios.

-Espero y aun no llegen mis papas, o si no nos matan.-Me vesti rápidamente para salir y ver si ahí alguien en casa y por suerte nadie a llegado.-No ahí nadie baja.-Bajo de un brinco pero con una sonrisa de oreja a oreja.

-Yo también llevaría esa sonrisa si no me estubiese matando mi entrepierna.-Me deje caer en el pasto por lo mareada que me siento.

-Eso pasa cuando te entregas a la persona que amas.-Se recosto junto a mi para mirar las hojas del árbol.

-Me tengo que ir, tengo que ver como quedo la casa después de la fiesta.-Se levanto para después ayudarme a mi a levantarme, salimos al frente y justamente Ernesto y Arlena van llegando, Arlena viene muerta en el asiento y Ernesto todo despeinado y adormilado.

-Bien me voy ya no estarás sola, Te amo.-Me beso por última vez, y si sera la última vez, eso lo juro. Se subió al Jeep eh irce.

-Sabes que alguien lo busco toda la noche ¿Cierto.-Dijo Ernesto llegando a mi.

-Si, pero ya no lo buscara mas, ya que lo tendrá todo para ella.-Miraba fijamente como aquel Jeep se alejaba rápidamente.-Y ustedes, ¿Donde estaban?-Solo se giro a ver en otra dirección dejando notar un chupeton en su cuello.

-Chanse portarnos mal como tu y Aidan.-Mis ojos se abrieron como platos aun escuchar eso, mi hermana y Ernesto lo isieron.

-No se a que te refieras conque portarnos mal Aidan y yo.

-Alena maldito chupenton que traes en la clavícula.-Me mire de inmediato y joder cuando lo iso que ni lo senti.

-Ok, retiro lo dicho.

Entramos a casa, Ernesto cargo a Arlena hasta su recámara para recostarla en su cama. Ernesto y yo nos quedamos un rato en la sala platicando hasta que Arlena se despertó, bajo lentamente las escaleras no solo por su enfermedad sino por el maldito dolor que ah de sentir, al llegar se sentó en los brazos de Ernesto para besarlo.

-Arlena, atrás esta tu hermana.-Dijo Ernesto mirandome de reojo.

-Oh, hola Arlena, lindo chupenton.-Aun sigue dormida ya que sus ojos están medio cerrados, bueno hasta que se dio cuanta lo que dijo.

-¿Quien te iso ese chupeton?-Me giro a ver rápidamente.

-Aidan y Alena se portaron mal también bebe.-Dijo Ernesto gracioso.

-Le dijiste.-Arlena golpeo a Ernesto en el brazo.

-No el no lo dijo, me lo dijo ese lindo chupenton en el cuello.-Arlena lo giro el rostro dejando notar la enorme mancha morada.

-Chicos tenemos que hablar.-Ambos me pusieron atencion a lo que se hará.

7 Horas mas tarde.

-Hijas ya vajen, todo listo.-Grito mi padre desde la puerta, ya esta todo listo, llevo mi maleta justo con lo necesario, baje y esta Arlena sentada en el sofá ya lista, Teyler con su maleta, Francia igual, incluso la pequeña que ya no es tan pequeña Aylin, Diana, la hermana de Ernesto mi padre y yo estamos listos para abordar un avión esta misma noche.

En camino al aeropuerto paramos en un buzon de cartas donde depocite un sobre blanco dirijido a Aidan.

-Adios Aidan.

Alergica al amor. (Editando.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora