XXVI

0 0 0
                                    

Oh, manto estrellado;
que cubres el cielo está noche,
dame tu abrigo hasta entonces,
que concilie mi sueño sin desorden.

Cántame está rima sin prisa,
deja que comenté esas caricias,
que me dan cierta alegría;
al poder dormir sin agonía.

Sólo versosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora