𝕰𝖑 𝖈𝖚𝖒𝖕𝖑𝖊𝖆𝖓̃𝖔𝖘 𝖕2

558 54 7
                                    

De repente Toby no se encontraba en casa ajena, con unas desconocidas. Se volvió su hogar, más estrecho, con las paredes desgastadas al igual que el suelo y todo el enmueble que allí había. Y se sintió feliz, feliz y nostálgico, ¿qué mejor sentimiento o emoción en este momento que la euforia?.

Nada, nada podía hacerlo sentir mejor.

Abrió la puerta ajustada y las dos féminas se callaron por inercia, Toby entró sonriente y se apoyo en la pared.

La dulce chica rubia se empezó a preocupar: estaba sonriendo cuando hace unos momentos estaba temblando y muerto del miedo. O eso parecía. Retrocedió unos pasos.

-mamá, no te preocupes estoy bien, mírame. En una pieza.-con dulzura se dirigió a la mujer.

Ella no apartó la vista del muchacho, pero su voz si.

-Chatya, ¿Quién es este chico y que hace aquí?-interrogó

-Es... Es el muchacho que me entregó la foto de Ethan, madre. ¿No te sientes...-dejó su duda al aire al no encontrar las palabras indicadas.

-¿Dónde está mi hijo? Chico dime que le pasó por favor-se acercó a Toby y le agarró los hombros.

El ambiente se sintió pesado y quejumbroso, se escucharon las voces de las feminas en eco, muy apaciguadas.

Toby estaba en estado de neutro y reflectivo. Ethan, ¿Quién era él y por qué su madre se preocupaba por lo que le pasara?. Su hijo, el, estaba justo ahí en frente de sus narices.

-mamá, estoy bien tranquila.-dijo suave tratando de calmarla.

Chatya se acercó a su madre, poniéndose en frente de ella.

-¿Mamá?. ¿Por qué la llamas mamá?

La mujer ya preocupada por todo lo que estaba pasando simplemente trató de seguirle la corriente. Había tenido casos parecidos con su hijo Ethan y una de dos: este chico estaba drogado, o estas mismas ya le hicieron volverse loco.

Se acercó a Toby y le frotó los hombros con cariño, fingió una perfecta sonrisa de felicidad y alivio para después hablarle con delicadeza.

-Esta bien Chatya. Tu hermano debe estar cansado-le dió una mirada a Chatya quién seguía detrás de ella, pero esta vez más alejada ya que Megan, como se llama la más mayor, se acercó con anterioridad a Toby.

Con una simple mirada Chatya supo lo que su madre tramaba.

»ve a el comedor hijo, te voy a preparar algo de comer, mientras puedes ir a ver la tv.

El asintió y salió de la habitación. Por un segundo respiraron de nuevo, cuando Toby volvió a abrir la puerta haciendo que rechinara.

-Madre, ¿A qué horas llega papá?

Las dos se miraron entre sí y Megan respondió: -dentro de poco.

Toby la miró por unos segundos más y ahora sí se fue al comedor.

El alma les regresó al cuerpo, ahora si dieron un suspiro de alivio,

-Chatya, hazle de comer a ese loco. haré como si fuera a poner la ropa en la secadora y llamaré a la policía. Ese bastardo le hizo algo a mi hijo.-con refunfuño alegó.

Empezaron a ejecutar el plan. Cathya se dispuso a cortar unas cuantas fresas y Megan a limpiar la sala. Justo al frente de la susodicha estaba Toby viendo a la nada, metido en su propio mundo. Se sentía extrañamente incomodo y con un hormigueo por todo el cuerpo.

Que pasa, todo se le distorsiona. Eran como luces que cambiaban continuamente de escenario y el no podía hacer nada más que ver la obra expectante. Respiró hondo y se levantó, pensó que ayudando en algo distraería su mente. Las chicas se quedaron nuevamente petrificadas por un segundo, hasta que se dieron cuenta de que debían de seguir con su teatrito. Toby se dirigió hacia la cocina y se puso al lado de Cathya.

𝙵𝙾𝚁𝙶𝙴𝚃𝚃𝙸𝙽𝙶 © [Killers 2.0]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora