Luego de no querer salir de su habitación por medio día cedió ante los pedidos de Chuuya y su hermana diciéndole que estaba bien y que lo apoyaban en todo.
No era eso lo que lo preocupaba—aunque le hubiese dolido que le dieran la espalda—, lo que lo tenía preocupado era el ¿como demonios vería a Jinko a la cara ahora?
¿Quién dice que su mente no vaya a jugarle una mala broma?
Luego pasaron unos días, y salió más temprano que de costumbre, mucho más. Tal vez Morí le tuvo empatía. Esperen...
¿Porqué le tendría empatía si el no sabía sobre...oh no. Dios, no. Por favor, ¿su líder no se había enterado verdad?
Toda la maldita mafia lo sabia pero Akutagawa no necesitaba saber eso. Incluso le llegó la noticia a Dazai pero Akutagawa tampoco necesitaba saber eso.
Salió a caminar. Pasó por ese lugar en el que vio a Jinko junto con la chica comiendo crepes, una tienda en la cual compró higos una vez e incluso se acercó un poco a la agencia.
En estos momentos Jinko deberia estar en su departamento, ya que suele salir por esta hora.
Siguiendo con su indifinido camino se topó con un parque y sus ojos se posaron en una margaritas blancas y una gardenias. Sintió una sensación cálidad, hubo una vez en que el albino le explicó el significado de una de esas flores, específicamente las margaritas.
Movido por la curiosidad terminó investigando un poco más. De esta manera se terminó enterando que la gardenia significaba amor secreto, lo cual era algo cómico pensando en su situación actual.
Además ¿quién diría que combinar rosas rojas y blancas significaba una invitación a tener sexo? Tal vez...¡No, no, no, no, no, no!
Quizo despejarse y entró en aquel parque, apreciando casa cosa. Cada mínimo detalle.
Cada pétalo, cada significado, cada color, cada todo.
Se sentía en paz consigo mismo y a la vez bastante inquieto, ahora que sabía exactamente sus sentimientos ¿podría ocultarlos? ¿Como reaccionaría cuando vuelva a ver a ese chico?
Ay, su primer enamoramiento y tendría que enterrar sus sentimientos, que tristeza.
Pero al menos viéndolo feliz...ya sea con alguien más o solo, él también lo sería.
Le gustaría ver a Jinko con él pero, bueno eso no podía ser posible. Eran de bandos contrarios, se pondrían en peligro, seguramente lo arruinaría todo y más importante, el no era correspondido.
Con una sonrisa cargada de nostalgia y resignación elevó su mirada luego de andar su poco en aquel parque.
Se encontró con unos ojos únicos viéndolo igual de sorprendido.
— ¿Akutagawa...?
— ¿Jinko?
Parpadeo perplejo viendo como el chico se ponía rígido y en una no tan notable posición de defensa.
Oh claro, ellos eran enemigos.
— No voy a hacerte nada, no estoy en el trabajo.— dijo con indiferencia, sentándose en una banca esperando a que el otro se sienta incómodo y se vaya.
Le salió muy mal, Atsushi terminó sentándose al lado del desconcertado Akutagawa.
— ¿Que mierda...?
— No digas nada, simplemente quiero relajarme.— contestó rápido. Era en parte cierto y en parte mentira.
El sí quería relajarse pero también quería la compañía del mafioso.
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¡Estás enamorado!
FanfictionA Ryuunosuke le gusta Atsuhi y a Atsuhi le gusta Ryuunosuke