Putingos Chinitos -_-

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Cuando llegue a mi nuevo departamento volvía recordar una de las razones que tenía para vivir aquí, era una casa muy hermosa y amoblada, era como si estaba hecha para mí, estaba en el 5 piso y lo mejor era que para subir tenia ascensor, no tenía que subir esas putingas escaleras.

No podía creer que de ahora en adelante esta sería mi casa, la sala tenía unos muebles blancos y unos contrastes en la decoración de verde con amarillo y la pared era de vidrio, la cocina tenía un mesón de granito, anaqueles blancos y las paredes eran de un color café muy elegante.

Mi cuarto tenía una decoración juvenil con los mismos tonos verdes y amarillo, tenía un librero que ocupaba la pared más grande que había en mi cuarto, desde el suelo hasta el techo, una cama grandota y un vestidor.

Era tan perfecto.

Salí corriendo a la sala y de un solo brinco me tire en mi sofá, ese que a partir de hoy era solo MIO!! Ya no iba a tener a mi mamá diciendo.

"No te sientes hay solo es para las visitas" - Reí ante el recuerdo de mi querida madre.

— Cierto no le eh avisado que eh llegado- pensé en alto así que saque mi celular y le marque, luego de hablar un buen rato con ella y contarle lo perfecto que era mi apartamento colgué y le marque a mi mejor amiga Aless.

— Por Dios!! A quien se le ocurre llamar tan de madrugada, ¿Que no saben que la gente duerme?- Dijo con voz soñolienta y algo enojada.

— Hey vagabunda son las 11:30 de la mañana, la gente normal a esta hora está terminando de cocinar - dije riendo.

— ¡AHHHHHH!- grito de la emoción Aless - ¡OH POR DIOS! pensé que te habías moriidoo o peor aún que te habías casado con un chinito y te habías ido a vivir a china con el chinito y que a estas alturas tendrías 12323459533453532 hijos chinitos.

-- Es en serio Aless que tienes con los putingos chinitos

— Lo siento, pero es que esos chinitos son igualititos después te me hacías grilla sin que tú supieras- yo no podía parar de reír, es que eso solo se le podía ocurrir a ella.

-- Bueno entonces creo que le sacaré provecho a los chinitos, ya que no sería mi culpa si cada día estuviera con un chinito diferente, igual la culpa es de ellos por ser igualitos, así le podría sacar mil dólares a cada uno, que multiplicado por 5 días a la semana que salga con un chinito diferente fingiendo que es el mismo sería un total de 5 mil dólares por semana muajaja... muajaja...- reí como bruja \*w*/ para ponerle efecto a nuestro malvado plan.

— Oh por dios imagínate en un año te alcanzaría para mantenerme a mí y tus conejos, comprarte el panda que tanto amas del zoológico que queda cerca de nuestro antiguo colegio y llenar tu casa y otros mil casas más de puros conejos. ¡Seria la perfección en persona! - dijo casi gritando- o cosa, objetos, o lo que sea pero al fin y al cabo sería PERFECTO, hasta podríamos conquistar el área limítrofe muajaja... muajaja.

-- Neh después me cae Perry el ornitorrinco.

-- Área limítrofe dije – me imagine clavándome su mirada de cuando le daño algún chiste

— ¿Oye niña seguro que tú eres Aless?- por más que quería no podía parar de reír, mi pancita tan sensualona me dolía por culpa de la mongola que estaba detrás de ese teléfono.

— Si ¿porque?- contesto seria.

— Ah bueno, recuérdame nunca más llamarte un día Domingo a las 11 de la mañana, donde solo la gente normal esta despierta.

— Courtney pancracia firulay flin flin de los montes altos y bajos - grito por el teléfono - Ya vas a ver cuándo te vea.

— Para para FIRULAY es nombre de perro- dije haciéndome la resentida y enojada al mismo tiempo -Y Calla que tú no puedes vivir ni un día sin mí.

Nuestro Mundo Llamado Saturno #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora