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Tras aquella charla tan intensa, de la que salió con más preguntas que respuestas, Conway y Toni se dedicaron a dejar que Jose diera su testimonio, para luego interrogarlo.

Jose entregó toda la información, recargando todo el peso de los planes y actos delictivos sobre Hai e Igor, tal y como el Gambino le ordenó que dijese, para cada pregunta había una respuesta, y lo único que Jose pidió como favor era que vigilaran y protegieran a su hija, que la mantuvieran segura, y así se haría.

Conway, por su lado, presionaba para saber toda la información posible de los Gambino, cosa que no obtuvo demasiado ya que Jose estaba jugando la carta de ser un simple camello, asegurando que sabía más de Hai e Igor que saber de los Gambino, pues ambos se encontraban ya muertos. Allí, Jose mencionó la muerte de Carlo Gambino, y cómo consideraba que los nuevos cabecillas de la mafia lo habían asesinado para hacerse con el poder total de la mafia, ya que anteriormente solo eran aliados de esta.

El corazón de Toni se hizo añicos, incluso Jose sospechaba aquello que tanto temía.

En otro lugar de comisaria, el jefe de asuntos internos y comisario se encuentra totalmente desesperado, se había comunicado con sus agentes para asegurarse de que Gustabo se encontrase bien, pero en lugar de escuchar información, solo escuchó la voz femenina de la agente atravesando la línea en la radio "¿No está con usted? Insistió en ir a la comisaria para verlo. Allí lo dejamos."

El rubio no respondía sus llamadas, nadie en comisaria lo había visto, no había nadie fuera de comisaria que haya visto al agente del servicio secreto, y el oficial que se encontraba en recepción decía haber visto muchos rubios por la mañana.

Finalmente revisaron las cámaras, comprobando que efectivamente el protegido del comisario había llegado al destino, pero jamás llegó con Gordon pues su padre lo había arrastrado lejos de la visión de la cámara, podían notar el forcejeo del menor tratando de alejarse del mayor pero al final fue arrastrado en contra de su voluntad.

Gordon sintió su sangre arder de la rabia, sabiendo que el mayor no se encontraría usando la radio, lo llamó por teléfono, no podía creerlo.

El rubio no podía estar seguro ni siquiera en comisaria, y sus agentes no podían haberlo decepcionado más, pudiendo rechazar la petición del menor... Pudiendo haberlo escoltado hasta la puerta de su oficina tan siquiera, pero no.

Logró oír al hombre mayor a través del parlante del móvil.

"Hablando del rey de Roma. ¡Hombre, Gordon!"

La voz del contrario sonaba alegre y eso asustaba a David, ese hombre no sonreía ni por la mayor de las alegrías que sintiese.

⸻ ¿Dónde está Gustabo? ⸺  Su tono era tajante y Conway no recuerda haber escuchado ese tono en su voz antes, se le escuchaba agresivo y con pocas ganas de andarse con rodeos.

"Bien, gracias. ¿Y tú?"

El tono que usó el mayor en respuesta fue uno aún más borde, mientras que a lo lejos en la llamada, se podía oír a Gustabo gritando algo sobre el interrogatorio y otras cosas que no lograba entender.

⸻ Ya lo verás. ⸺ Con ello, cortó la llamada, apresurándose en bajar las escaleras hasta llegar a la sala de interrogaciones que usualmente ocupaban.

Cuando Gordon hubo llegado a la sala de interrogatorios, la escena que encontró hizo que quisiese saltar a la yugular del agente secreto mayor, paralizándose antes de hacerlo.

Gustabo se encontraba haciendo de barrera entre el testigo y Conway, el último sostenía el cuello de la camiseta lila que el rubio portaba, acercándolo así a su rostro mientras las palabras se deslizaban de entre los dientes del mayor.

Cry, little boy.⸻ TonwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora