Capitulo 19

904 32 5
                                    

                         -PORSCHE-

El cielo se estaba aclarando. No sé qué hora es ni cuánto tiempo dormí, solo sé que mi fiebre ha comenzado a mejorar desde ayer. Aunque mi cuerpo todavía está rígido y con algunos cortes en la piel por el roce contra las ramas de los árboles, ahora me siento mucho más energizado.

Kinn: "¿Ya despertaste?" La voz detrás de mí sonaba somnolienta. Kinn comenzó a moverse, pero aun así no quitó sus manos de mi cuerpo.

"¿Dormiste bien?"

Porsche: "Sí". Respondí suavemente. No quiero admitirlo, pero su cuerpo me mantuvo caliente.

Kinn: "¿Entonces puedes levantarte? Tengo calambres en este momento." Dijo Kinn en un tono ligeramente bromista.

Porsche: "¡Entonces suéltame!" Dije, moviéndome para soltar sus manos y alejarme de su cuerpo.

Kinn: "Jaja, sí." Kinn se rio entre dientes y se sentó. Estiró su cuerpo, luego se levantó para tomar su camisa y me lanzo la mía también, entonces la puse inmediatamente en mi cuerpo.

Porsche: "¿A dónde vas?" Le pregunté a Kinn, quien salía de la cueva.

Kinn: "Veré si el cielo todavía está nublado o no. Espera aquí, volveré". No respondí y me senté allí mirando la parte posterior de su cuerpo que comenzaba a alejarse. Anoche,
me abrazó hasta el amanecer, haciéndome sentir como si estuviera durmiendo en un colchón suave. El calor que se transmitía del uno al otro me hizo sentir como si tuviera
una manta cubriéndome, así que no pude resistirme ya que mi fiebre empeoraba.

Sí, tal vez por eso le dejé abrazarme Busqué tierra para apagar las cenizas que aún se encontraban encendidas. Hoy tenemos que encontrar una salida del bosque. Ha pasado tanto tiempo. ¿Por qué Kinn no ha vuelto todavía? ¿Dónde está él? Este bosque es muy denso. Me temo que si camina lejos
no encontrará como regresar. ¿Qué debemos hacer?

En este momento, debería sentirme asustado, pero de alguna manera no me siento demasiado preocupado, porque al menos no estoy solo.
Espere a Kinn por un tiempo, pero no hay señales de que regrese.
¿Es posible que escapara y me dejara solo en medio del bosque? ¡Disparates! ¿Es eso posible?
¿Pensó en mí como una carga y se escapó para sobrevivir?
Al darme cuenta de eso, salí a su encuentro. Miré a mí alrededor, mirando de izquierda y derecha mientras seguía explorando el camino.

Mis pasos se detuvieron
momentáneamente con una sensación de conmoción ya que parecía que escuché el sonido de la madera tintineando y el sonido del agua corriendo, pero no era demasiado
fuerte. Por un lado, quería caminar hasta la fuente del sonido para averiguar si era Kinn o no, pero si resultan ser lo sujetos de anoche, moriré cuando me encuentren.
¡Maldición! Bueno, tengo que caminar despacio escondiéndome para asegurarme.

Kinn: "¡Mierda!" Me acerqué y me detuve frente a esa persona, ya que vi a Kinn mirando hacia arriba, ocupado haciendo algo con una larga rama de árbol haciéndome preguntarme a mí mismo qué es lo que estaba haciendo.

Kinn: "¿Estas hambriento?" Preguntó. Lo miré y observé lo que estaba haciendo con atención.

Porsche: "Hambriento" Respondí.

Kinn: "Oh, espera un minuto. Hay un pequeño arroyo, puedes lavarte la cara y enjuagarte los ojos primero." Asentí con la cabeza, caminando confundido, pero no quería molestarlo. Raspó el extremo de una rama, luego la levantó y midió su filo, y repitió con torpeza. ¡Así menos puedo evitar preguntarme qué es lo que está haciendo! Me agaché junto al río para lavarme la cara y los ojos.

KinnPorchəDonde viven las historias. Descúbrelo ahora