Capítulo veintidós

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22 | EXCUSA.

♪ Let me into you, let me into your heart ♪ (déjame entrar en ti, déjame entrar en tu corazón) -Me and your Mama. Childish Gambino.


No quiero abrir los ojos, pero el ruido es insoportable.

La música retumbar en las paredes. Me incorporo de golpe asustada, tomo mi teléfono y veo la hora.

Sí que había dormido mucho, ya era la una de la tarde. Tenía unos mensajes de mi hermano avisándome que saldría por unas horas y más de veinte llamadas perdidas de Elliot.

Entro a su chat e ignorando los cientos de mensajes que me había mandado, le envió uno nuevo.

"Hola Elliot, estoy bien, disculpa si hice que te preocuparas, avísame cuando tengas tiempo. Me gustaría hablar contigo.

Ayer había tomado una decisión: Terminar con Elliot.

Lo quiero, pero no de la manera en la que creí. Él no merece que yo lo engañe, y yo no merezco estar en una relación que en realidad nunca quise.

El volumen de la música baja drásticamente permitiéndome escuchar ahora unas voces. Me vuelvo a acostar y me cubro por completo fingiendo estar dormida. La puerta de la habitación se abre y por ella entra Mason riendo. Aunque estoy dándole la espalda por el reflejo del cristal, puedo verlo.

Está totalmente mojado, su cabello en completo desorden, lleva unos pantalones de chándal grises que caen espectacularmente por su cadera. La camisa blanca de algodón se pega un poco a su pecho. Trae cargando una maleta de deporte que deja caer en cuanto cruza la puerta.

Mason se gira quitándose la camisa y tirándola al piso.

—Tardaste mucho —Se queja Sophia—. Hace casi una hora dijiste que tu entrenamiento había acabado.

—Y así fue, pero fui a las duchas, ¿Qué querías?, ¿Qué llegará completamente sudado?

La reacción que ambas tenemos es completamente distinta, mientras yo casi jadeo al imaginarlo empapado y sonrojado, ella hace un sonido como si estuviese teniendo arcadas.

—¿Ya me dirás por qué adelantaste tu llegada? —pregunta Mason.

—Tenía que venir a solucionar varios... asuntos —murmura. Su mirada es demasiado pesada, la siento encima de mí todo el tiempo—. Wow, tienes razón —dice mientras se acerca a la cama—, ella es como un Koala.

Mason suelta una risa dejándose caer al otro extremo de la cama.

Cierro los ojos cuando la veo a ella acercarse al armario y sacar una maleta. Escucho ruido, pero me mantengo inmóvil.

—¿No crees que estás exagerando? —Le pregunta Mason mientras comienza a mover sus dedos entre mi cabello.

—¿Con qué me veo más sexy? —Cuestiona Sophia ignorando su pregunta. Siento los celos invadir cada poro de mi cuerpo. Pero me obligo a permanecer quieta e ignorar ese incesante malestar que no debería siquiera existir.

Mason parece dudar. —Son iguales —responde con indiferencia.

—No son iguales —refunfuña ofendida.

—Demasiadas atribuciones por un simple collar perdido, ¿No te parece?

—No me parece para nada —dice indignada—, y no está perdido. Sé exactamente en donde está —farfulla antes de salir de la habitación cerrando la puerta de golpe.

Perfecto Caos ✔ (En librerías)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora