Perfecto Caos ✔ (En librerías)

Capítulo cuarenta y seis pt.2

46 | VEINTE DOLARES. | PARTE 2

♪Was I being lied to?, wish I never met you, started to regret you♪
(¿Me estaban mintiendo?, ojalá nunca te hubiera conocido, empiezo a arrepentirme) -Fire for you. Cannons.

MASON

Esto no puede estar pasando.

Judith baja las escaleras con extrema lentitud. Mantiene su barbilla en alto, no desvía la mirada, no se cohíbe, ni parece asustada.

No hay persona en el salón que no tenga los ojos puestos en ella.

Por unos segundos quiero pensar que no se trata más que de un espejismo. Una falsa imagen creada por mi cabeza, pero no lo es. Es completamente real.

Henry a nuestro lado dice algo a través del micrófono, pero estoy tan aturdido que ni siquiera logro escucharlo. Todo parece ir en cámara lenta. Todo excepto los incontrolables latidos de mi corazón.

Clerk cruza entre las personas hasta llegar al inicio de las escaleras encontrándose con ella. Toma su mano y besa su dorso.

Su suave risa hace un eco que golpea directo a mis pulmones dejándome sin aire.

Hay una explosión de sentimientos en mi interior, todos golpeándome al mismo tiempo. Todos dejándome fuera de orbita.

Ojalá ver su rostro después de tanto tiempo me pareciera ajeno, un poco extraño... Pero la verdad es que no perdió ni un poco la familiaridad. Porque nunca pude olvidarlo, nunca pude borrarlo de mi memoria por más que intenté.

Su presencia ha capturado la completa atención de todas las personas dentro de la habitación. No solo es el hecho de que es la única persona vestida de negro, es algo más. Es su confianza, es su sonrisa, es su mirada. Es ella, en su totalidad.

Antes lo pensé... ¿Qué pasaría si alguna vez la vuelvo a ver? Creí que sería fuerte, creí que no me afectaría, pero me equivoque. Nada, literalmente nada anticipo lo que realmente sentiría. El efecto de su presencia me tiene completamente paralizado.

El miedo me embarga de manera abrumadora. La línea que he caminado para olvidarla ahora parece un puto círculo.

No quiero verla, no quiero sentirla, no quiero su puta sonrisa.

El aire no llega a mis pulmones. Y mi respiración agitada solo empeora las cosas.

Judith termina de bajar las escaleras con su mirada posada en mí y exclusivamente en mí.

«Solo vete» Ruego internamente «Solo desaparece, tal como sabes hacerlo»

Vanesa toma mi rostro entre sus manos y me hace girar a verla. —Vámonos de esta estupidez —Pide. Por inercia intento ver nuevamente hacia las escaleras, pero Vanesa no me suelta—. Alex, de verdad, vámonos. Ya suficientes problemas tendremos con que se diga que vinimos a apoyar un evento protagonizado por ella, podremos solucionarlos si decimos que salimos en cuanto lo supimos.

—Mason —escucho la voz de Aiden detrás de mí. Vanesa me suelta y da un paso atrás ahora dirigiéndose hacia él.

—Debemos irnos —ordena, pero él la ignora.

—Respira despacio —murmura Aiden tomándome por el brazo. Por primera vez en más de un año da indicios de ser nuevamente mi mejor amigo y no un puto desconocido—, estás hiperventilándote. Tranquilo.

—¿Por qué está aquí? —susurro sintiendo mi pecho ardiendo.

—No tengo idea —murmura sin verme—, solo vine porque Sophia vendría, quise saber cómo estaba.