Pau Yang

Muchos no conoceréis la historia de Pau Botella, un joven honrado, comprometido, abnegado y sacrificado. Hijo de la ciudad del Turia, persona inquieta, alegre y divertida. Jurista de profesión, militante de corazón. Por motivos difíciles de resumir aquí tuvo que irse a Madrid. Allí creció como persona en todos los ámbitos, vivió en Leganés y, tras cumplir con sus cometidos, regresó a Valencia. Pronto el devenir hizo que volviera a Madrid, echaría de menos el agua. Hablamos de una ciudad que enamora y que marca a fuego a las personas que por decisión o deber acaban recalando en ella. Madrid de mis amores, siempre dejas huella en quienes pasan por tus dominios.

No quiero descentrarme de la historia que nos ha traído hoy aquí, volvamos al tema principal: a Pau, y cómo es o podría haber sido su vida.

Algunos lo conoceréis por sus vídeos, los podcasts de Patente de Corso y por sus intrépidas entrevistas. Pero antes, mucho antes, de que una serie de sucesos lo encaminaran a ser el hombre que es hoy en día hubo un punto crucial de su vida que pudo haber cambiado todo.

Ese punto, si se hubiera desarrollado en otra dirección, podría hacer que la historia de Pau fuese mucho más entretenida para el oyente, ¿qué os parece si jugamos con el destino de Pau y hacemos que ese punto de inflexión le lleve a sitios y lugares muy diferentes a los derroteros de su actual vida? Sus circunstancias modificarán su forma de ser, de pensar y de actuar. Veremos a dónde nos lleva, o mejor dicho, le lleva, esta curiosa historia.

En este punto comienza este nuevo viaje, esta historia alternativa, esta ucronía de ficción, pero que podría ser más real de lo que algunos puedan pensar. Es la primera vez que realizamos una Ucronía, aunque sea como esta, con un fuerte componente humorístico, no deja de ser lo que es.

Imaginemos por un momento a un joven Pau, perdido en la vida y en las distracciones mundanas, muy lejos del responsable, del coordinador, de la persona seria, productiva y de fiar que es ahora. Pensemos en un Pau casi adolescente, alocado y disperso. Un Pau que era rapero, para quienes le conozcan saben que tiene material aún subido a internet. Un chico con inquietudes políticas, musicales, etc.

La vida militante tuvo una fuerte repercusión en cómo es Pau ahora, sin esa influencia, sin esas condiciones materiales, su evolución podría haber sido muy diferente, veamos una de esas posibilidades negadas por la historia oficial.

Un buen día nuestro querido Pau escribe un e-mail a Reconstrucción Comunista; su correo llega a la cuenta de la organización, pero a diferencia de lo que pasó en la realidad, vamos a suponer que la persona encargada de mirar el correo se olvidó de hacerlo por unos días debido a que estaba agobiado por su trabajo y por una enfermedad de su padre. Los correos se acumularon y cuando volvió a abrirlo, el e-mail de Pau pasó desapercibido: nunca le contestaron, nunca fue a una primera reunión, nunca llegó a militar, nunca pasó a formar parte de la organización.

Pau esperó respuesta, pero al no llegar fue centrándose en otras cosas, cayó en una vida juvenil festiva, hasta el punto de que aparcó sus inquietudes políticas, se dedicó en cuerpo y alma al rap y a la vida nocturna.

Su carrera como rapero comenzó en su habitación, rodeado de pósters, con olor a cerrado y conectado a sus cascos. Se pasaba los días grabando e improvisando canciones con escasos medios. Pronto comenzó a ir a batallas de gallos. En ellas destacó por su agresividad y lenguaje soez, por lo que fue apodado como Pau Hébert, por su compatriota francés durante la Revolución francesa, por aquello de que no dejaba títere con cabeza. Su salvajismo y violencia desencadenada lo llevó a que firmas musicales se fijaran en él.

Pronto se le acercaron malas influencias, se introdujo en una pandilla y se erigió como su referente musical, no solo de sus miembros, sino de cada vez más jóvenes atraídos por su Flow violento y radical. La pandilla pasó a llamarse "Los paulisarios" en su honor. Su éxito en lo musical solo se podía comparar con su éxito con las mujeres, de repente una legión de grupies le rondaba de forma permanente, sus canciones tenían cientos de miles de visitas y comenzó a tocar en clubs y festivales de renombre.