Jongseong se encontraba de pie en medio de la sala. Sus curiosos ojos seguían a Jungwon sin saber porqué este estaba dando vueltas a su alrededor.
Luego de que este despertara, esperaba ser regañado por haberlo abrazado mientras dormía. En ningún momento llegó a imaginar que Jungwon empezaría a analizarlo con curiosidad.
—¿Qué estás haciendo? —cuestionó, mas no hubo respuesta. Simplemente notó cómo Jungwon tomaba con cuidado una de sus alas y la abría un poco para admirarla.
Jongseong ayudó abriéndola por completo, exponiendo así las múltiples filas de hermosas plumas negras acompañadas de unas pocas grises.
—Impresionante —soltó el castaño con completo asombro—. ¿Eres una especie de ángel?
—Soy medio búho —respondió obvio.
—¿Y te puedes transformar en búho de nuevo o ya te quedas así?
—Puedo cambiar cuando quiera.
Los ojos de Jungwon tenían un emocionante brillo en estos cuando se posicionó delante de Jongseong para poder exclamar: —¡Hazlo!
El pelinegro apartó la mirada algo sonrojado—. Me d-deja muy cansado, y dijiste q-que querías hablar.
—¡Oh, cierto! —Jungwon tomó a Jongseong de los hombros y lo sentó en el sillón. Luego intentó poner una expresión seria para aparentar estar enojado, pero no le funcionaba. No se daba cuenta de que hacía pucheritos con sus labios, y así Jong no lo podía tomar muy en serio—. Primero que nada, ¿cómo te llamas?
—Park Jongseong —respondió intentando no reír por la actuación del castaño.
—¿Qué edad tienes?
—19 años.
—Oh, pensé que eras menor que yo —viendo que sin querer había sonado sorprendido, agitó la cabeza y volvió a intentar ponerse serio—. Bien, Park —Jungwon empezó a caminar lentamente de un lado a otro con los brazos cruzados para imponer. Pero al igual que antes, solo lograba el efecto contrario dando pasitos cortos—. Ahora, cuéntame todo todito todo.
—¿Qué quieres saber exactamente?
—¿Fuiste tú quién me dejaba las flores?
—Sí.
—¿Y quién trajo los libros?
—También.
—¿Y quién me regaló el collar?
Jongseong apoyó el codo en el posabrazos con una mirada pícara, siendo ahora él que lucía prepotente al querer jugar un poco con Jungwon—. Sí, y debo admitir que te queda bastante bien.
La actuación de Jungwon se desmontó cuándo el rubor llegó a sus mejillas ante la sinceridad del chico búho.
—¿C-Cómo c-conseguiste todo? —preguntó esta vez algo tímido.
—Simplemente fui volando a ciertos sitios y los traje —respondió con simpleza. Le daría mucha vergüenza admitir que se pasaba noches enteras buscando las mejores flores de todas para poder dárselas a Jungwon cada vez que lo veía desanimado o enfermo.
O incluso cuando consiguió algo de dinero trabajando como ave mensajera nocturna para poder comprar los libros y el collar. Este último es el que jamás sería capaz de comentarle cómo lo obtuvo. Aún recuerda las largas noches que pasó en los mercados buscando algo barato y lindo, pero nada le convencía. Al final acabó contratando a alguien que lo hizo siguiendo sus indicaciones.
Y a pesar de la vaga respuesta, Jungwon usaba lo suficientemente la lógica como para saber que no era fácil llevar tantas cosas a la torre. Sobre todo recordando cuando había muchos libros grandes y pesados. Es imposible que una sola persona pudiera cargar tantos a la vez, por lo que deduce que pudo haber dado varios viajes para ello.
—Muchas gracias por todo —agradeció, aunque su mirada mostraba algo de pena y culpabilidad—. ¿Pero por qué te molestaste en hacer tanto por mí y por qué lo mantenías en secreto?
El tono suave de Jungwon hizo que Jongseong dejara de lado su fingida prepotencia, mirando ahora con timidez a cualquier punto del suelo. Si se lo pedía así no podía jugar o hacerse el difícil.
—Solías llorar mucho los primeros meses en la torre... —recordó bajito—. Sólo... no quería volver a verte triste, y supuse que trayendo lo que querías estarías feliz —hizo una breve pausa para pensar bien qué decir—...Si lo mantuve en secreto es porque... realmente me daba vergüenza —admitió sin poder mirarlo a los ojos.
Pensó que Jungwon se reiría de él al no recibir respuesta. En cambio, fue gratamente sorprendido cuando este pasó los brazos alrededor de su cuello y le dió un fuerte abrazo.
—Jong-ah es muy lindo~. De verdad, muchísimas gracias —su voz sonaba aniñada, y al momento se separó para mirarlo seriamente a los ojos—. Pero no hace falta que me sigas trayendo cosas, ¿sí? Debes dormir bien —regañó inflando sus mejillas.
Le gustaban los regalos, pero si Jongseong le traía las cosas por las noches y apenas dormía por el día, le preocupaba pensar que tal vez no estuvo descansando correctamente durante todos estos años.
—¿Eso significa que podré volver a dormir en la cama? —preguntó notoriamente emocionado.
—Significa que puedes entrar a mi habitación. Lo de estar en mi cama debo pensarlo...
Al recordar que cuando permitió a Eoduun dormir con él este empezó a tener más energía, supuso que probablemente sus malos hábitos de sueño se solucionaban al estar en la comodidad de las calentitas mantas. Y entre los ojitos suplicantes que le estaba poniendo Jongseong en ese mismo instante y la preocupación por su bienestar, Jungwon simplemente dijo: —Ya lo pensé, puedes seguir durmiendo en la cama.
En respuesta, Jongseong sonrió victorioso.
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꒰ Dear Tower...¹ ✔ ៸៸ ᴊᴀʏᴡᴏɴ ᵃᵈᵃᵖᵗ •
Fanfiction𓊔 𝗔𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 ⊹ ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ 10/6/22 ▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬ 𝗗𝗘𝗔𝗥 𝗧𝗢𝗪𝗘𝗥┊El príncipe Jungwon lleva años esperando a que el elegante y caballeroso príncipe mencionado en la maldición que se le fue establecida ...