Juntos

I

El sonido de respiraciones agitadas y el crujir de ramas bajo el violento paso de dos personas resonaban en el bosque.

'¿Por dónde?' se preguntó, girando furiosamente su rostro mientras intentaba encontrar un escondite. 'Por aquí...' señaló, tomando la mano de una elegante joven.

'Nos atraparán', advirtió ella, casi al mismo tiempo que el característico silbido de las flechas cortando el aire llegó a sus oídos. Rápidamente, él se giró hacia ella, cubriéndola con su cuerpo.

'Te amo... te amaré por toda la eternidad' murmuró ella antes de que ambos fueran atravesados por una lluvia de flechas.

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Nobita se incorporó abruptamente en su cama, soltando un grito de terror. —¿Qué...?— murmuró, desabotonándose la camisa de dormir y revisando su torso. —Juraría que...—

—Déjame adivinar, la pesadilla de las flechas de nuevo— dijo Doraemon, molesto porque Nobita lo había despertado con su grito.

—Las flechas se sintieron tan reales— pensó Nobita, ignorando a Doraemon.

Doraemon soltó un largo suspiro. —De cualquier manera, ahora que estás despierto, prepárate para ir al colegio. Gracias a tu pesadilla, hoy no llegarás tarde—

Nobita asintió distraído por la inusual pesadilla. Una vez abajo, comió el desayuno sin prestar atención al rostro sorprendido de su madre.

—¿Por qué siento que debería saber quién era ella?— pensó mientras salía de su casa rumbo al colegio.

Todo el trayecto, Nobita caminó como en piloto automático hasta llegar a su asiento.

Su día fue horrible: burlas de sus compañeros, humillaciones de sus maestros y el golpe más bajo, el líder del grupo diciéndole que nunca tendría un futuro, que no podía aspirar a más que ser una estadística de jóvenes que se suicidaron por no ingresar a una buena universidad. Al salir, intentó buscar consuelo en Shizuka, pero incluso ella le dijo que lo que le dijeron sus maestros era verdad.

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Nobita caminó por la colina sin ganas de regresar a casa, ni siquiera quería ver a Shizuka. Murmuró mientras caminaba hasta un árbol y se sentaba en su base. —Solo quiero tranquilidad— agregó cerrando los ojos y dejándose llevar por el sueño.

Nuevamente, la mujer rubia apareció frente a él. 'Realmente te esfuerzas mucho' dijo en tono cariñoso, limpiando el sudor de su rostro.

'El pañuelo se arruinará' señaló Nobita, tomando las manos finamente cuidadas con las suyas llenas de callos.

Ella sonrió antes de besarlo. 'Sabes que eso no me importa...' añadió, uniéndose con él. 'Quiero estar contigo siempre, que vivamos juntos y formemos una familia' concluyó entre risas por aquel deseo.

'También deseo eso' murmuró Nobita antes de abrazarla.

Nobita despertó con una sensación agradable en el pecho. —¿Por qué estoy soñando eso?— murmuró antes de sonreír, sintiendo cómo la pesadumbre de su día se desvanecía.

Bajó de la colina, más tranquilo, y se dirigió a casa. Sin embargo, en una curva, escuchó claramente la voz de Shizuka junto con sus amigas.

—Creí que siempre salías con Nobita, siempre los vemos juntos— dijo una amiga de Shizuka.

—O al menos estaban a punto de hacerlo, después de todo, él siempre te sigue como un perrito— agregó otra amiga antes de reír.

Shizuka negó rápidamente. —No estamos saliendo, solo me preocupo por él. Él es torpe y necesita ayuda— dijo agitando las manos en negativa. —Él no es para nada mi tipo, y la única razón por la que no me he alejado de él es porque no quiero lastimarlo—

El sonido de respiraciones agitadas y el crujir de ramas bajo el violento paso de dos personas resonaban en el bosque.