Junto a ti

Junto a ti por el resto de mi vida

Siendo de forma inesperada, Edmund había terminado por aceptar los sentimientos de Caspian y ambos se hallaban bajo el manto del amor y la alegría de una nueva relación.

Todos estuvieron felices por ambos, Narnia siempre fue caracterizada por ser bastante liberal y comprensiva, eso era lo que más adoraba Edmund de su país, la libertad de ser quien era realmente.

— Me alegro de que todo haya resultado bien.

Edmund observó a Peter beber de su copa aquella sabía dulce que hace algunos años tanto amaban.

— Esto me trae viejos recuerdos...

— ¿Como aquella vez que intentaste declarar tu amor a la princesa del sur siendo que ya estaba comprometida? — Preguntó Edmund conteniendo la risa que quería escapar de su garganta.

— Mi primera decepción amorosa, que bello recuerdo.

Esta vez Edmund no aguanto y comenzó a carcajearse con fuerza, recordar aquellos días le traía felicidad.

Hubo un momento donde ninguno dijo nada, solo se dejaron envolver por el silencio.

— ¿Qué haremos ahora?

Edmund lo observó con pesadez, entendía a lo que se refería su hermano ¿Qué es lo que tenia planeado el gran Aslan para ellos?

Edmund vio su futuro con Caspian como algo lejano.

— Salud por el incierto futuro y por las batallas ganadas...

Y Edmund no pudo no responder aquello.

No podía saber que hora era exactamente, pero por la posición de las estrellas que se veían por el gran ventanal podía intuir que muy tarde. La habitación se veía gigante al ser alumbrada por esa pequeña vela en el mueble junto a la cama, pero Edmund se sentía cálido y seguro, Caspian lo hacia sentir así.

— Escuche tu conversación con Peter en el gran salón.

Edmund se levantó levemente para observar el rostro angustiado de su pareja.

— ¿Qué ocurre?

— El gran león decidirá...

— Caspian. 

— ¿Qué pasara si él decide que no podemos estar juntos? No podría soportarlo, ya te perdí una vez, no quiero vivir para perderte una segunda vez...no en esta vida.

Edmund sintió un nudo en la garganta al ver como unas pequeñas lágrimas comenzaban a recorrer el rostro de su amante.

— Si mi futuro es irme...lo aceptaré — Caspian lo observó dolido. — Lo aceptaré angustioso y tal vez furioso, pero si mi destino es quedarme, acompañar y guiar al futuro rey de Narnia, lo aceptaré con los brazos y el corazón abierto — Lentamente Edmund comenzó a secar aquellas rebeldes lágrimas. — Sea cual sea mi destino, lo tendré que aceptar...y tu también.

— Pero...

— Y estarás bien, ya viviste sin mi durante mucho tiempo, podrás hacerlo de nuevo y reponerte, eres un hombre Caspian, un hombre fuerte y valiente del cual estoy seguro que no dudará en dar su vida por su gente.- Caspian asintió, pero eso no significaba que la tristeza que estaba sintiendo se fuera, seguía allí como una dolorosa espina. 

Edmund arrullo su rostro y lentamente junto sus labios para brindarle una suave caricia, besándolo lento y disfrutando cada segundo.

El día de la coronación había llegado y todos en el reino habían montando una gran fiesta para celebrar y conmemorar ese gran día.

Edmund estaba feliz, finalmente después de tanto tiempo se sentía como en casa, había extrañado tanto esa sensación cálida. Veía a sus hermanas lucir unos hermosos vestidos y deslumbrar el lugar con bellas sonrisas, Peter por otro lado se hallaba hablando con príncipes y princesas de otros reinos amigos, todo parecía como un viaje en el tiempo, un viaje al pasado.