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❙ Haruka ❙
Cuándo me desperté la habitación se encontraba completamente iluminada por la luz del sol que entraba por la ventana.
Tenía sed, y hambre, demasíada hambre.
Aún me encontraba débil pero ya no sentía tanto dolor en mi cuerpo, abrí los ojos hasta acostumbrarme a la luz del día, me quedé quieta unos instantes. Toque la cama a mi izquierda se sentía frío, gire mi cabeza para darme cuanta de que estaba vacía.
Souta ya no estaba conmigo.
Mire el reloj arriba de la puerta, marcaba las 9:10 de la mañana, solté un suspiró, era obvio que no iba a estar conmigo en la cama, la hora de visita comenzaba dentro de una hora.
Antes de acomodarme si quiera, la puerta principal se abrió y mi novio entró por la puerta. Frunci el ceño confundida, ¿qué no la hora de visita empezaba dentro de una hora?
Note que Souta estaba más delgado de lo que recordaba, cerró la puerta detrás de él y camino hasta mi cama se detuvo a mis pies. Lo mire confundida ¿le pasaba algo?
-Hola.
Esta vez salude yo primero, le dediqué una sonrisa.
Él movió su cabeza hacía un lado y luego me miro.
-Buenos días ¿cómo estás?
Frunci el ceño, algo le pasaba.
-¿estás bien?-pregunte.
-Si, ¿Por qué lo preguntas?
Sabía que el estaba mintiendo, Souta nunca fue bueno para mentir pero, no interesa luego le preguntaría a Nahoya el si me respondería.
-No, Por nada-dije-de hecho estoy algo sedienta-tenia la boca seca-y hambrienta.
Como si hubiera sabido que diría eso, sonrió de medio lado y hablo;
-Lo supuse, acabo de pedir comida para ti.
Sin poder evitarlo frunci el ceño al recordar que estaba en un hospital, y seguramente me den esa horrible comida. Al parecer Souta vio mi expresión y sonrió ligeramente, se sentó en la silla a mi izquierda.
-hamburguesa con papas fritas-se encogió de hombros-Supuse que no te gustaría la comida del hospital y querrías algo más.
Como niña pequeña sonreí abiertamente al escucharlo y me acurruque en mi lugar.
