Itachi aceptó el dango un poco tímido aún con las mejillas sonrojadas
Hubo risas y bromas (por parte de Izumi) y pequeñas sonrisas (por parte de Itachi) mientras caminaban por Konoha; algunos no pudieron evitar mirar curiosos la interacción de ambos niños. No todos los días el estoico heredero cubito de hielo Uchiha sonríe y menos con una chica, no, era imposible, usualmente él tiene cara de fantasma cada vez que se le acerca una niña cómo si fuera un bicho que le podría contagiar una enfermedad mortal. No, seguro que están en un mundo paralelo o están muertos, seguro es eso.
Itachi e Izumi se detuvieron en seco cuándo vieron a una figura familiar para los dos (más para Itachi) en la entrada del hospital, se acercaron a ella y saludaron.
—Kāsan—dijo extrañado por verla en el hospital
—Buenos días Mikoto-sama—dijo haciendo una pequeña reverencia
—Hola, Itachi—dijo viendo a su hijo con ternura de madre—Hola, etto...— miró a Izumi con curiosidad y calidez, preguntándole con la mirada su nombre
—Izumi Uchiha—se presentó—Un gusto conocerla Mikoto-sama—dijo con una sonrisa cariñosa
—Ah, Izumi-chan no tienes que ser tan formal—dijo restándole importancia
—Si usted lo dice, Mikoto-san—dijo asintiendo con la cabeza
—Kāsan ¿qué haces aquí?, ¿sucede algo?—preguntó demostrando preocupación
—No se trata de eso—dijo negando con una suave sonrisa—Escucha, vas a tener un hermanito o hermanita—dijo agarrando su cabeza y pegándola a su estómago—Vas a ser el hermano mayor—dijo, aún con la misma sonrisa.
Itachi estaba conmocionado por la noticia de tener un hermano o hermana, aunque en lo más profundo de su ser creía que sería un hermano, lo sentía, lo sabía. Pero cuando abrió la boca para hablar, alguien se le adelantó
—Yo creo que será un niño—dijo con una sonrisa tranquila, sorprendiendo a Itachi porque pensaba lo mismo—Felicidades Mikoto-san, Itachi-kun—dijo ahora con una sonrisa entusiasmada
—Gracias, Izumi-chan—dijo compartiendo la misma sonrisa—Pero ¿no crees que una hermanita sería más linda?—persuadió Mikoto
—Creo que será un hermanito—estuvo de acuerdo con Izumi sorprendiendo a Mikoto
Ella los había visto a lo lejos mientras salía, vio cómo su hijo sonreía y se sonrojaba un poco, eso la extrañó. Desde que Itachi fue a la guerra era más cerrado y frío de lo que ya era, parecía un adulto más que un niño y eso la hacía sentir una mala madre, en especial por dejar que Fugaku lo llevara, pero no podía hacer más, ni contradecir las decisiones del patriarca de los Uchiha
Cuando vio más de cerca, logró distinguir la silueta de una pequeña niña al lado de su hijo, ahí se quedó estupefacta; su hijo no solo sonreía y se sonrojaba, sino que era con una chica. Su sorpresa no duró mucho, ya que el verlos así le causo ternura, desde ya aprobaba a la chica, para hacer que su hijo tenga esas expresiones en la cara debía ser una persona amable y de buen corazón, su hijo no elegiría a cualquier chica, ella era especial. Podía sentir la conexión entre ellos dos aún en la distancia
Cuando la conoció se dio cuenta de que tenía razón; ella era muy amable y respetuosa. Ahora los dos le estaban diciendo que su próximo hijo sería un niño con esos ojos tan diferentes, pero a la vez parecidos, parecían saber lo que diría el otro, parecían complementarse entre sí. Sin duda ellos dos son el uno para el otro, aunque su hijo seguro aún no se da cuenta, él es tan ingenuo en estos temas, tendría que ayudarle si quería que Izumi sea su futura nuera.
—Miren, nieve—dijo levantando la mirada junto con los otros dos—Nacerá en verano
—Si...—dijo Izumi con una sonrisa ilegible mirando el cielo
Luego de ese agradable momento, los tres se pusieron en marcha rumbo al complejo Uchiha.
Como Mikoto quería conocer más a Izumi se pusieron a conversar animadamente. A Izumi le trajo recuerdos, siempre le ha gustado conversar con Mikoto, cada vez que iba por Itachi terminaba conversando por horas con ella mientras lo esperaba, sus charlas nunca eran aburridas, siempre se las arreglaba para hablar sin parar. A Mikoto le gustó mucho conversar con Izumi, sentía que era algo de siempre y le gustó aún más conocer más de ella, era hermosa, divertida, alegre, bondadosa, le encantaba la idea de ser familia de ella, si tan solo su hijo no fuera tan torpe en este tema.
Itachi estaba en silencio observando su conversación ajeno a los pensamientos de su madre, pensando en su nuevo hermanito con preguntas interminables en su mente ¿Cómo será? ¿Se parecerá a padre o a madre? ¿Él estará bien? ¿Será feliz? ¿Tendra que ir a la guerra? De eso se dio cuenta Izumi, esa era la misma expresión que Itachi ponía cuando le preocupaba algo o pensaba demasiado en algo. Cuando llegaron al complejo, Mikoto le dijo a Itachi que acompañará a Izumi a su casa, lo cual él hizo sin rechistar.
En todo el camino a la casa de Izumi al otro lado del complejo, Itachi seguía metido en sus pensamientos más que nunca, no hablaba y a penas miraba el camino por el que caminaba, todo se lo dejaba a su cuerpo perfectamente entrenado para reaccionar rápidamente ante cualquier obstáculo y situación. La pequeña Uchiha se estaba empezando a preocupar por la falta de atención de Itachi a la realidad, debería empezar a expresar sus sentimientos y pensamientos más a menudo y no guardarse todas esas dudas para sí mismo, algún día todo se acumularía y finalmente se desbordaría.
Cuándo Itachi la dejo en la puerta de su casa y estaba a punto de irse, Izumi lo detuvo girándolo del brazo suavemente, acarició cariñosamente su mejilla estremeciendo a Itachi por el repentino contacto, pero no se movió, ni la apartó, la dejó hacerlo. Izumi se detuvo, acunando su rostro en la palma de su pequeña mano.
—Itachi-kun, no te preocupes. Tu hermanito estará bien, es verdad que el mundo shinobi es muy peligroso, pero tú cómo su hermano mayor lo protegerás y estoy segura de que tú no vas a dejar que nada malo le pase a tu hermanito, después de todo es tu familia—dijo con la sonrisa que usa solo para él, una sonrisa de contención, ternura y amor.
Itachi aún aturdido por el repentino acercamiento de Izumi pensó en lo que dijo, y rápidamente, llegó a la conclusión de que tenía razón, él no dejara nunca que algo malo le pase a su hermano, aunque aún exista una pequeña preocupación de que algo así le sucediera, sus palabras, su sonrisa y su calidez lo hicieron sentir un profundo alivio y paz cómo no había sentido desde que fue a la guerra... o nunca.
—Gracias, Izumi—susurró poniendo su mano sobre la de ella delicadamente con una pequeña sonrisa que Izumi alcanzó a ver y la llenó de felicidad
A la pequeña Uchiha siempre le gustó hacer sentir mejor a Itachi y cuándo él sonreía con total sinceridad, ella se llenaba de una calidez y felicidad inimaginables, su corazón no paraba de latir muy fuerte cuando estaba con él, sus mejillas se sonrojaban, y no podía evitar sentirse tranquila y protegida a su lado. De algo estaba segura, ella lo amaba con una fuerza inimaginable
Por eso ella hizo una promesa
Siempre estaré contigo
«Hay promesas con tanto poder y sentimiento que perduran hasta después de la muerte. Las únicas lo suficientemente fuertes para cumplir con tal acto son las de odio y las de amor. Una verdadera promesa es esa que, aunque te sea imposible cumplirla, lo intentas con toda la devoción de tu alma y si fallas te queda el remordimiento de no haberla cumplido, dependiendo de eso la persona a la que le hiciste esa promesa decidirá si en verdad te esforzaste y valió la pena la espera.»
"Te estaré observando"
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Volví por ti
FanficIzumi Uchiha fue asesinada en la masacre del clan Uchiha. En sus últimos momentos estuvo con Itachi, el hombre que la cuidó, el hombre que la protegió, el hombre que amaba. Vio en sus ojos dolor, soledad y mucha tristeza, entonces le dijo: "No te pr...