Capítulo 22

438 43 2
                                        

- Hugo
- Dime
- Lo has hecho bien estoy muy orgullosa de ti
- Si?
- Si pequeño. Tus padres y tus abuelos no te han comprendido porque eso nadie lo va a hacer ni yo lo hago no comprendemos porque decidiste destrozarte la vida, pero eso no es importante lo importante es que estás cambiando y para bien y por tu propia voluntad
- Gracias Evi. Te apetece si esta noche, te llevo a un sitio?
- Una cita?
- Solo si acaba como la primera en Jerez
- No corras, que corres tu mucho
- No es eso, es mi ciudad, donde me crié y quiero enseñarte sitios a solas.
- Bueno, todo se andará. Hay una historia que contar?
- Si, una no muy alegre
- Hacemos una cosa. Me voy a mi cuarto con las chicas, paso por boxes, un poquito de chapa y pintura y nos vemos aquí en 45 minutos?
- Perfecto... Eva!.- No había subido ni 4 escalones, me giré y me quedé mirándole apoyada en la barandilla.- Ponte convers o algo cómodo, vamos en moto
- Vale Hugui

Llegue al cuarto y allí estaban las dos tiradas en la cama con Beret de fondo

- Quién se a muerto? Solo falta que tengáis una playlist con Pablo Alborán, Alex Ubago y este ser. Que triste todo
- No pasa nada, simplemente salió sola
- Pues venga, vamos cambiando esto ponemos Lola índigo que he quedado en 40 minutos con Hugo
- Vestido?
- No, peto vaquero, top verde fosforito y zapas blancas. Necesito chapa y pintura
- Siéntate Eva, te voy a poner unas sombras y unos brillantes en los ojos
- Yo voy a mirar no tengo pulso
- Te voy a hacer un eyeliner estratosférico, la raya te va a dar la vuelta a la cabeza
- No te pases tampoco

Terminé de prepararme con él son de toy story, una canción que me encantaba. Me miré al espejo y me encante a mi misma cosa que no me pasaba todos los días.
Llevaba unas Adidas blancas, el peto vaquero y el top verde. El pelo liso y suelto. Y el maquillaje era increíble un degradado de verdes fosforitos que conjuntaban perfectamente con el top, en los labios un morado potente. Y riñonera para llevar las cosas más cómodamente

Cuando salí de la habitación para reunirme con Hugo, no vi a nadie por la casa, ni en las habitaciones ni en el pasillo ni en el baño. A medida que bajaba escalones si que escuchaba voces, por lo que entre olores que me llegaban y voces conseguí distinguir que todos estaban abajo. Llegue al último escalón y todas las miradas se posaron en mi

- Madre mía de mi vida
- A que la he dejado presciosa
- Estás perfecta Eviti
- Hugui
- Se ha perdido
- Ya ves Bru. Hugo! Despierta
- Que!?
- Nos vamos ya?
- Sisi. Mamá, papá, Mai, Sam, Bruno..
- Murphy.- Le interrumpí
- No nos esperéis despiertos
- Cuidala
- Tranquila mamá

Me cogió la mano, y me guió esta vez sin prisa hasta la moto. Me dejó subirme tranquilamente, depués se subió él arrancó. La verdad que íbamos tranquilos sin prisa, a algún punto de Navarra.
Iba agarrada a la parte trasera sin tener mucho contacto con Hugo, al no ir rápido, no veía la necesidad de aferrarme a él, pero a él no le gustó porque en un tramo recto en una carretera secundaria, me cogió con cuidado una mano y se abrazó con ella, después hizo lo mismo con la otra mano.

Llegamos a una especie de bosque, Hugo aparcó la moto y mientras yo me estiraba el habla con una persona. Después vino sonriendo hacía mi, me cogió de la mano y nos adentramos en aquel lugar tan mágico.

- Bienvenida a mi rincón de desconexión. Selva Irati te presento a Eva
- Irati?
- Es vasco significa más o menos campo de helechos. Pero como nombre es precioso
- Si la verdad
- Y tiene una historia
- Tiene que ver con tu historia?
- Si, vamos andando hasta el río mientras te cuento?
- Por su puesto
- Este lugar fue el primero al que mis padres me trajeron. Vinimos a celebrar que era un miembro más en su familia, para que me sintiera cómodo, porque no fue fácil, por desgracia me acuerdo de todo. Mi madre biológica tuvo una enfermedad en la cual su cuerpo no sabía que estaba embarazado y rechazaba el bebé, pese a ello ella eligió tenerme antes que su vida, yo me enteré más tarde con los años que era fruto de una violación y aún así decidió tenerme. Así que cuando me dieron el alta pues fui con los servicios sociales. El primer matrimonio que me adoptó me devolvió a los 5 días, se pensaban que tener un hijo era fácil. Con el siguiente duré casi 2 años, en ese momento me llevaron no supe porque a Madrid. Con 4 años los servicios sociales en una visita de rutina me encontraron jugando con cocaína, como su se tratase de arena, yo pensaba que era harina, llegó la policía y hubo un tiroteo en el que yo estaba en medio. Justo después llegaron mis padres adoptivos los décimos, en cinco años de vida, pensaba que también me devolverían, pero sin embargo me llevaron donde ellos vivían, por el camino estuvieron atentos a cada gesto que hacía, me ofrecieron todo tipo de comida, agua, zumos, batidos. Llegamos a su casa, en la que Mai me esperaba con todo tipo de regalos. Las tres primeras semanas fueron fatales para todos. Tenía pesadillas recurrentes, me hacía pis en la cama, me llevaron al cole por primera vez, yo pensaba que me abandonaban pero luego siempre volvían a recogerme con una sonrisa. Me costó mucho entender que lo que hacían era por mi bien y que jamás me dejarían atrás. Tontee con las drogas con las que jugaba de niño a los 15, fue solo una vez pero me pilló Mai me regaño, no se chivo, pero si lo hubiera hecho no me hubiese parecido mal, yo estaba jodiendome la vida. El resto ya lo sabes.
- Hugo
- Se que no sabes que hacer o decir no te lo he contado para eso. Te lo he contado porque era necesario, no me lo podía callar más
- Gracias por compartirlo conmigo Hugo. Como fue la fiesta?
- Con globos de los Barbapapas, chuches, sandwiches y regalos. Me explicaron que no era su hijo biológico, pero que me querían como si lo fuese y que era muy especial para ellos
- Eres un valiente Hugo
- Gracias, volvemos quiero llevarte a cenar
- Solo si volvemos al restaurante de tus abuelos y me cuentas la historia
- Solo si duermes conmigo
- Dormir eh
- No te vas a poder resistir a mi
- Ese eres tú Hugo, en cuanto aparezca en tanga por tu cuarto vas a caer

De cero?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora