todo es nuevo para nosotros

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Ash

Llegó nuestra madre desesperada para darnos noticias sobre lo sucedido. En ese entonces Stev y yo éramos más grandes. Yo tenía 14 y el 16.
Entró y nos dijo que rápido pusiéramos la video llamada con Papa, ya que el estaba en el Ejército. Es comandante. La pusimos rápidamente la cámara. Papa conectó rápido a la señal.
Nos juntamos en la mesa para empezar a hablar sobre el tema.

Mama: ya encontré la persona que nos ayudará a que tengan... bueno puedan desarrollar sus poderes. Dijo mi madre

Papa: que alegría hijos tendrán que prepararse.

Stevain: ah... gracias... iré a prepararme. Puso una sonrisa falsa en su rostro tan... bello. A la vez me jaló y me hizo su mirada. Si esa mirada que me dice todo.

Yo: si mama yo me haré cargo de que empecemos todo. Casi se me salen las lágrimas.

Subimos a nuestras habitaciones. El entró a la mía y me empujó a la pared. No sabía que quería hacer. Tenía su cabeza baja. Levantó su cabeza y en esos hermosos ojos tenía lágrimas queriendo salir.
Sentía mi cara tan roja y nada mas podía sentir como se acercaba a mis labios.

Nuestra respiración se hacía una. Estabėa rozando mis labios hasta que mi mamá nos llamo. El solo me abrazo y me dijo que empacara mis cosas en un tono muy frío.

Yo abrí tres maletas grandes y empaque todo. Agarre cajas con lo que no podía pm meter todo. Sólo dejé mi cambio de ropa para mañana.

Fui a cenar. Aunque todo estaba demasiado silencioso. Decidí ignorar eso y mejor me fui a dormir.

En la mañana siguiente, fui la primera en bañarme y arreglarme. Dejé un poco de mis cosas en mi cuarto... no de porque pero sabría que las usaría algún día.

Mi mamá nos llevo desde las 4 am. Nos subimos aa camioneta y arrancó.

Llegamos a un callejón oscuro y nuestra madre se bajo y hablo con un hombre de traje con sombrero. Le cubría su cara. Nuestra madre no se quería despedir pro la tristeza que sentía. Pero se fue. Nos dejo todas nuestras cosas y nos dejo con ese señor.

Después de que supiéramos nuestras cosas a su coche. Nos dirigió a los asientos traseros. Ya que en el delantero había un perro grande.

Sólo había un cinturón así que estábamos Stev y yo hibamos demasiado apretados. Hasta que el señor empezó a platicaremos sobre nuestro pasado.

Mágico mundo adentro de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora