My Sunshine (ScarletWidow)

VII

POV Natasha

Pasaron dos días. 48 horas desde que nadie volvió a ver a Wanda. La hemos buscado por todas partes, hasta parece que ella misma no quiere ser encontrada. Todos preguntaron qué había pasado entre nosotras, porque nos habían escuchado discutir y vieron a Wanda salir llorando. No se lo pude decir a nadie, no me salían las palabras, ni siquiera con Clint. No entendía dónde podía estar. La dañé. La dañé y ahora desapareció y es todo mi culpa. La primera noche, me la pasé entera buscándola, hasta que Clint vino a buscarme a mí, preocupado de que me pase a mi algo. Esa noche, me dormí llorando abrazada a él. 

Tampoco entiendo porqué me está afectando tanto. Quizás sí me está gustando la mocosa. Cuando llegué a esa conclusión, -hace unas horas- destrocé todo mi cuarto. Y seguí intentando destrozar cosas hasta que vino Vision y casi le destrozo a él. Después de un par de whiskys, me confesó que nada había pasado entre Wanda y él. Que simplemente la ayudó a desatarse pero que Wanda le rechazó todo el rato, y después se estaban abrazando porque ella se sentía mal por las formas en las cuales le rechazó. Fui demasiado estúpida, y ahora ya no está. Y no dejo de pensar en ella. 

-Nat, deberíamos hablar. No me gusta verte así y lo sabes. -dijo Clint, preocupado. 

-Creo que me gusta, Clint. Me gusta y la dañé. La cagué y ahora ella ya no está y me desespera demasiado. La llamé facilona, ¿te lo puedes creer? soy demasiado idiota. -dije tirando cuchillos a la pared sin parar. 

Clint no dijo nada, simplemente me abrazó y me besó la frente. 

-Chicos, el señor Stark requiere vuestra presencia en la sala. -anunció Friday por los altavoces.

Nos dirigimos hacia la sala, cuando vimos a Tony sonreír y a Steve venir a abrazarme.

-La encontramos, Nat. Gracias a las cámaras del tráfico, encontramos la última vez que fue vista. Vamos a necesitar organizar una misión de rescate, porque lamentablemente, creemos que Hydra la tienen secuestrada. -dijo Tony, con preocupación en su rostro. 

¡Maldición! Si esos inútiles le hicieron algo, pienso jugar con la cabeza de cada uno a los bolos después de cortársela. 

POV Wanda

Ella realmente cree esas cosas sobre mi. Soy una facilona y lo peor de todo es que pudiéndolo haberlo hecho, no hice nada porque solamente pensaba en ella. Es una descarada. Una espía, asesina, pendeja y descarada. Sí, eso es. No puede ser que todo esto me esté pasando a mí. Empecé a llorar otra vez y miré al cielo.

-¿Por qué Pietro? ¿Por qué todo esto me tiene que pasar a mi? ¿Por qué duele tanto? ¿Por qué me tiene que gustar? ¿Por qué te fuiste, Pietro? Me abandonaste. Me dejaste sola en un mundo donde solo saben dañar las cosas y a las personas. - sollocé.

Probablemente me merezca todo esto. Tampoco es que sirva para mucho, y menos para los Vengadores. Tan solo soy un estorbo, una mocosa con la cual no saben qué hacer, que es un peligro que no sabe controlar sus poderes y tampoco sabe luchar bien. Debería haberme ido yo y no él. Yo no debería estar aquí. ¡Menudo desperdicio!

Al parar de llorar, me di cuenta de que una furgoneta grande y negra estaba siguiendo cada paso que daba y decidí correr y esconderme. No quiero usar mis poderes, podrían ser imaginaciones mías, o simplemente civiles que son lo bastante imbéciles como para hacer este tipo de cosas. Seguí corriendo hasta que vi una calle conocida, o eso me pareció porque por lo visto era un callejón. Cuando me quise dar la vuelta, habían lanzado un tipo de polvo en el aire que me dejaba adormecida. 

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Me desperté en un cuarto oscuro, con las manos y los pies atados, la boca tapada y en una postura que no me permitía moverme ni 2cm. ¿Qué está pasando? ¿Dónde estoy? Ni siquiera sabía cuánto tiempo había pasado, lo único que sabía es que una parte de mi cuerpo parecía ya no estar ahí. Ya no la sentía. No me lo puedo creer, salgo de un sitio porque necesito espacio y no estar encerrada, y lo siguiente que pasa es que me secuestran y encierran en un sitio claustrofóbico, ¿mala suerte, o mala vida?

Su nombre venía repetidas veces a mi cabeza. ¿Cómo estará ella? No debería preocuparme, lo sé. Pero creo que me gusta, y eso es lo peor de todo. Natasha Romanoff me vuelve loca y de seguro se estará alegrando al saber que desaparecí. O quizás ni siquiera lo saben. Tampoco es que les aporte tanto como para saber que falto. De seguro todo es mejor así, sin entorpecer sus vidas. 

Intenté usar mis poderes para poder liberarme, pero nada podía funcionar. Natasha no es la única que sabe ponerme esposas para anularme. Me retorcí en el sitio intentando llegar a desatarme los pies al menos, cuando de repente una luz cegadora se encendió alumbrando cada parte de mi. 

-Wanda Maximoff, bienvenida a tu infierno.