🎀~IX~🎀

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La música ambiental en directo daba buena fe de la exquisitez de la cena. El constante trajín de las olas contra el estribor era el resultado de atender las peticiones especialmente exigentes de los corazones enlazados esa noche.

En la mesa, la pareja mantenía una romántica velada, vestidos con una indumentaria acorde para la ocasión.

Y mientras los minutos siguen pasando, los platos sobre la mesa se agotaban despacio, los nervios estaban presentes, como si fuese la primera vez que se reúnen en una velada, como si fuese la primera vez que están solos y como si fuese la primera vez que se miran a los ojos.

Miradas coquedas y destellantes, risas disimulando el nerviosismo de ambos. Por quinto año estaban celebrando su unión bajo el altar y por octavo su unión bajo la Luna brillante sobre ellos. Pero se sentía como el primer día. Con esa complicidad que siempre los caracterizaba, con ese amor sofocante que los ahogaba pero estaban dispuestos a tener un descenso de aire por no dejar de sentir ese revoloteo.

Entonces se pone en marcha el complejo mecanismo de la imaginación, condicionada por todo el amor que se ha construido durante los últimos años de aquellas almas que se pedían la una a la otra. Y suena aquella canción que tanta nostalgia producía, la cancion que escucharon la primera vez que estuvieron juntos, la primera vez que se entregaron por completo a el otro y la primera vez que eran legalmente uno solo. En compañía del sonido del mar, el leve zumbido del viento y del motor de aquel imponente navio en el que celebraban su unión.

Levantan la mirada, al igual que instintivamente sus cuerpos y recorren el camino desde la mesa hasta el pequeño lugar vacío al lado de ella, se sonríen y se iluminan sus ojos. Sus cuerpos se mueven al compaz de la canción encajando perfectamente a la conjetura del otro. Definitivamente nacieron para estar juntos, como si estuvieran predestinados a ello.

Con el declive de la melodía llegó la calama, pero la burbuja en la que se encontraban no podría ser rota ni por la más puntiaguda aguja. Las palabras en un momento como ese eran innecesarias, se miraron a los ojos y con solo eso decidieron que ese era el momento oportuno para la prometida copa del brindis.

Lo hicieron en silencio y la palpable subrealidad que tomaba euforia en lo mágico del momento. Con solo una mirada decidieron que primero debían comer el postre para poder pasar a la habitación pero antes, el de bellos orbes azules, debía dar la noticia que realmente esperaba que fuera el climax de la noche.

- Tengo algo para ti - Su voz se escuchó aterciopelada, tan suave y magnética que el contrario no pudo evitar sentir que necesitaba más de ella.

Tomo suavemente el objeto olvidado sobre la mesa y lo puso con delicadeza frente a su acompañante, apoyando sus codos sobre está y las mejillas entre sus manos, se lo quedó viendo y hipnotizado mientras, el receptor del regalo lo desenvolvía de la ligera tela con cuidado, como si supiera que era algo con lo que debía tener mucho tacto, sus ojos brillaron en curiosidad cuando se encontró con una pequeña caja de roble fino pintada de blanco. La abrió escuchando como el ruido de los engranajes se mesclaba con el sonido ambiental que provocaba la brisa y el agua.

Lágrimas, era lo único que veía, sus ojos no veían más allá de eso, levanto la mirada lentamente y se encontró con la encantadora sonrisa de su amante, de la cual le fue inevitable contagiarse. Vio como el pequeño rubio asintió al ver el destello de incredulidad y duda en sus pozos negro y concluyendo de esto que no podía estar más feliz.

Se levantó de su asiento y arrastró con esto a el pequeño chico, separandolo un par de sentimientos del suelo y comenzando a girar para seguido detenerse en seco y besarlo.

-MIERDA!!! Me haces muy feliz, joder. Te amo. VOOOY A SER PAPÁ. ESCUCHASTE ESO NAMJOON!! Cariño, no estás jugando conmigo verdad? - Jimin niega y le da un pequeño beso en la mandíbula, mientras no sabe si definir su seudoemoción en risa o llanto - Te amo. Te amo. Te amo. Esta es sin dudarlo la mejor noticia de la noche - Volvió a poseer los carnosos labios carmesí que esperaban por el y a paso lento intentando no tropezar, caer y lastimar a su chico, llegaron hasta la habitación en la cual tendrían el cierre de tan magnífica velada.

L•🎀•Z•O•S _Kookmin_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora