L•🎀•Z•O•S _Kookmin_

🎀~XVI~🎀

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(Se me havia olvidado que era maraton F)

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Conectado cronológicamente con el capítulo IV

El chillido de las llantas, el pedal del freno flojo, rocas, arena, agua - Nono. ¡¡No!! - el rostro borroso de un chico con cabello rubio, manos pequeñas, un vientre abultado - Omega No! - Y se despertó, asustado y sudando, las lágrimas derramadas por sus mejillas, su lobo llorando por la extraña sensación de extrañar a alguien, de que algo le faltaba, las garras del animal perforándole el pecho queriendo salir, pero no podía dejar que saliera, el doctor dijo que el can estaba desorientado por haber pasado mucho tiempo dormido, era una bestia sin control.

- Jungmin ¿estás bien? - La vos maternal de cierta mujer retumbó en las penumbras de la habitación llamando la atención del alfa. Esa mujer le había dado, cuidados, un nombre y un hogar al cual regresar, en tan solo 3 meses se había encariñado con ella, incluso su lobo estaba en sincronía con ese pensamiento. - Volvieron las pesadillas? - pregunto mientras prendía la luz de la pequeña habitación que ahora le pertenecía al pelinegro, el lugar no era muy grande, en la parte de adelante estaba el pequeño puerto de mariscos y en la parte trasera tenía tres habitaciones, las cuales una servía de almacén, la otra era la principal y el pequeño cuarto estudio dónde yacía el alfa.

- Si, tenía dos semanas sin pesadillas - Susurro lo suficiente audible con su característica voz ronca cuando se despierta, tal vez el temor a que si levantaba más la voz sus pesadillas se harían realidad.

- Toma, creo que esto es la respuesta - dijo la mujer entregándole una circunferencia colgada de un collar de cuero entrenzado - hace dos semanas vi que mientras cocinas te lo quitas y ayer decidí darte como obsequio algo para que lo mantuvieras cerca. ¿Estás seguro de que esto no te trae ningún recuerdo?

- No, pero siento que si lo llego a perder sería el error más grande e idiota que haga – Murmura mientras se coloca el collar y acaricia la pequeña circunferencia que tiene algo escrito y hasta ahora no se había fijado – "Tu sei me e io sono te"- la mujer enarca una ceja reconociendo el dialecto italiano, pero sin entender realmente lo que dice – Tu eres yo y yo soy tu – Repite.

- No sabia que podías hablar italiano – Sonríe burlona.

- Ni yo tampoco sabía que podía hacerlo – Suspira resignado

- Eres toda una caja de sorpresas, no te frustren, Jungmin. Con el tiempo las cosas se irán aclarando – Acaricia la cabeza del menor para después salir de la habitación dejando aun pensativo pelinegro.

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Conectado cronológicamente con el capítulo XI-XII

- Una orden de Eomuk familiar, dos botellas de saque, y 5 latas de Sprite para la mesa 3 – Grito el alfa para que el chico beta que tenían como mesero viniera por la orden – Taehyun, estás muy lento - Vuelve a decir el pelinegro mientras descascara los camarones.

- Lo siento, Hyung. El local últimamente se llena mucho, en especial porque es verano - El chico de cabello platino llega a la barra por el pedido - Un par de manos extra serían de mucha ayuda - Sonríe y se retira en dirección a la mesa 3 y Jung sonríe de medio lado, realmente tenía razón. En el año llevaba en ese lugar, se dio cuenta que, a pesar de ser un lugar pequeño, todas las mesas se llenaban y hasta había fila en la parte de afuera para entrar.

Había aprendido a preparar una gran variedad de mariscos gracias a su Noona, no tenia dos manos surdas para cocinar, pero raramente solo sabia preparar platillos americanos y tenia poco conocimiento de como se preparaban platillos básicos o típicos de corea.