Hermeliin Prewett caminaba junto a Christian Steps por lo pasillos de Hogwarts. Para suerte de ambos, las clases del final del día serían interrumpidas por la llegada de estudiantes extranjeros para el Torneo de los Tres Magos. Los dos se dirigían a la entrada del castillo hablando ansiosamente sobre sus expectativas de los estudiantes y el torneo.
—¡Espero que las estudiantes de Dumstrang y Beauxbatons sean lindas!
—Chris, primero tienes que ver si siquiera te notan, después preocúpate de si la chica es linda o no.
Al llegar a la entrada, se encontraron a un montón de estudiantes abarrotados, todos esperando a ver como llegarían los visitantes. Hermeliin vio, entre la montonera de alumnos, a su novio, Cedric Diggory, el cual estaba bastante cerca. Rápidamente se despidió de su amigo y fue con él.
—¡Ced, hola! —saludó, dándole un abrazo.
—Hermii, hola —respondió, devolviéndole su abrazo.
Ambos se soltaron, aún viéndose a los ojos.
—¿Crees que falta mucho para que lleguen los otros estudiantes? —preguntó Hermeliin.
—No creo que falte mucho.
Casi como si fuese planeado, Dumbledore gritó:
—¡Ajá! ¡Si no me equivoco, se acercan los representantes de Beauxbatons!
—¿Dónde? —preguntaron muchos alumnos.
—¡Por allá! —gritó un alumno de sexto que se encontraba cerca.
La luz que provenía del castillo logró iluminar un objeto enorme que volaba en el aire. Este era un carruaje colosal, de color azul pálido y del tamaño de una casa grande, que volaba hacia ellos tirado por una docena de caballos alados de color tostado pero con la crin y la cola blancas, cada uno del tamaño de un elefante. Cedric, Hermeliin y quienes estaban delante se tuvieron que agachar cuando el carruaje descendió precipitadamente y aterrizó a tremenda velocidad. Entonces golpearon el suelo los cascos de los caballos, que eran más grandes que platos. Un segundo más tarde el carruaje se posó en tierra, rebotando sobre las enormes ruedas, mientras los caballos sacudían su enorme cabeza y movían unos grandes ojos rojos. En la puerta habían pintadas dos varitas mágicas doradas cruzadas, con tres estrellas que surgían de cada una.
Este era, sin dudas, el escudo de Beauxbatons. Un muchacho vestido con túnica de color azul pálido saltó del carruaje al suelo, hizo una inclinación, buscó con las manos durante un momento algo en el suelo del carruaje y desplegó una escalerilla dorada. Respetuosamente, retrocedió un paso. Entonces un zapato negro brillante, con tacón alto, se asomó del interior del carruaje. Era un zapato del mismo tamaño que un trineo infantil. Al zapato le siguió, casi inmediatamente, una mujer enorme. Las dimensiones del carruaje y de los caballos quedaron inmediatamente explicadas. Algunos ahogaron un grito. Al dar unos pasos entró de lleno en la zona iluminada por la luz del vestíbulo, y ésta reveló un hermoso rostro de piel morena, unos ojos cristalinos grandes y negros, y una nariz afilada. Llevaba el pelo recogido por detrás, en la base del cuello, en un moño reluciente. Sus ropas eran de satén negro, y una multitud de cuentas de ópalo brillaban alrededor de la garganta y en sus gruesos dedos.
Dumbledore comenzó a aplaudir. Los estudiantes, imitando a su director, aplaudieron también. Sonriendo graciosamente, ella avanzó hacia Dumbledore y extendió una mano reluciente. Aunque Dumbledore era alto, apenas tuvo que inclinarse para besársela.
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𝐒𝐓𝐎𝐀𝐓 ──a harry potter fanfiction──OLD
Fanfiction╰┈➤ Hermeliin Prewett es una chica valiente quien se encuentra cursando su séptimo y último año en Hogwarts. Para su suerte, este mismo año se realizará el Torneo de los Tres Magos, y ella está decidida a participar. ❝Porque ese ''no pasará nada'' s...