★ : O1 !

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Corrió fuera del campo de juego y se sentó en una de las bancas que habían ahí. Tomo su botella de agua y bebió un enorme trago, para después dejarla en su lugar.

─¡Hey, Choi! Buen partido.

El mencionado hizo un pequeño asentimiento y se apoyo en la pared, dejando que su cuerpo se relajase.

─Pateaste el culo de San, te felicitó.

─Fue mediocre ─ se encogió de hombros el pelinegro.

Mingyu carcajeo y se sentó a su lado.

─Pronto será las finales, ¿Estás listo?

─Tal vez no, no lo sé, esto para mí son entrenamientos.

─Eres testarudo ¿Eh?─ Mingyu nego levemente con su cabeza ─como sea, te veré después, debo ir a almorzar con Jihyo─ se levantó de su asiento.

─Bien, nos vemos después.

Yeonjun vio como el castaño se iba casi corriendo hacia las gradas, dónde saludo a su novia con un pequeño beso.

El también tenía cosas que hacer.

El también tenía cosas que hacer

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─¡Buenos días Yeonjun!

El mencionado hizo un ademán con su mano y continuo con su camino, sonriendo cuando sintió todos los ojos de los estudiantes sobre el, pequeños chillidos por parte de las chicas y murmullos por los chicos.

Ah, ser Choi Yeonjun se sentía tan bien.

El lo tenía todo, popularidad, belleza, chicas, era capitán del equipo de fútbol, rico, tenía una vida social estable y un cuerpo del sueño.

Su vida podía ser el claro ejemplo de una película adolescente de disney.

Se apoyo en uno de los casilleros y dió un mordisco a su pan de chocolate.

─Hey Yeon ─ una voz femenina le llamo, el inmediatamente alzó su mirada.

Oh.

─Yeji...

La mencionada sonrió y se acercó hacia el con tranquilidad.

─¿Cómo estuvo el partido?─ Pregunto ─no pude ir a verte, tenía cosas pendientes en el club.

─Está bien, no tienes por qué preocuparte─ dijo con amabilidad ─me fue bien, de hecho, fue demasiado fácil.

─Para ti siempre.

Los dos rieron.

─Venía de pasada, las porristas me esperan.

─Deberías ir, después podemos charlar.

─Um, si...sobre eso, me gustaría que está tarde fuéramos a un café.

El pelinegro apretó sus dientes.

Dios, ¿Cómo negarse de una buena manera?

─Pues yo, em...tengo que entrenar está tarde, ya sabes, se vienen las finales y no puedo relajarme.

El rostro de Yeji cambio a una expresión triste, no fue por mucho tiempo, pues se fue de inmediato ya que mostró una media sonrisa.

─Oh, ya veo─ acomodo su cabello sobre su hombro ─está bien, puede ser para otro día ¿No?

─Claro y lo lamento─ carraspeó ─nos vemos por ahí.

Yeonjun no dejo siquiera que la mujer se despidiera ya que tomo camino hacia el lado contrario del pasillo.

Joder, ese era su parte más difícil del día.

Cada día de su vida tenía que inventar cualquier excusa para rechazar alguna cita que le pedían, con alguna historia tonta o reponiendolo con entrenamiento.

Cada día de su vida tenía que inventar cualquier excusa para rechazar alguna cita que le pedían, con alguna historia tonta o reponiendolo con entrenamiento

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Dejo sus zapatos en la entrada en cuanto llego, suspirando con cansancio.

Que día.

Se estiró levemente y camino por el corto pasillo de entrada, llegando a la sala de su hogar que se encontraba completamente sola.

Pero no tardo mucho para escuchar unos pasos apresurados venir hacia la misma, con pequeños jadeos casi imperceptibles.

─ ¡Yeon! ─ Unos delgados brazos rodearon su cuerpo, apretándolo con fuerza.

Sonrió.

─Bebé─ correspondió a aquel abrazo.

─Creí que no llegarías hoy.

Yeonjun nego con su cabeza, tomando las piernas de su novio y alzandolo, el más pequeño instintivamente rodeo con sus piernas su cadera y puso sus manos sobre sus hombros

─Claro que no, mi amor, no podría dejarte solo.

El menor puchereo

─Entrenas tanto, deberías descansar un poco.

─Lo sé Soo, pero se vienen las finales y no puedo hacerlo.

El pelirrojo suspiro y le dió un piquito para después darle muchos en sus mejillas.

Yeonjun carcajeo.

─Está bien, pero promete que después de esa cosa estarás más tiempo conmigo.

─Claro, bebé.

Soobin satisfecho desenredó sus piernas de las caderas del moreno, cayendo en el piso con cuidado.

─No sabía bien si vendrías, así que no prepare nada de comida.

─La haremos juntos, solo deja me cambio.

El pelirrojo sonrió.

─Te espero en la cocina, mi amor.

Yeonjun borró su sonrisa en cuanto el menor desapareció por el pasillo.

Cada día se sentía más de la mierda.

Inclusive tenía que mentirle a Soobin, joder.

No, había estado faltando mucho a él mismo por estar atendiendo a aquellas chicas que lo invitaban a cualquier lugar existente.

Y no es como si pudiera rechazarlas todo el tiempo, tenía una imagen la cual cuidar, eso contaba con ser al cien heterosexual.

Inclusive le había pedido a Soobin no tener contacto íntimo en el instituto ni en las calles, el parecía en desacuerdo y dudoso, pero terminó aceptando de mala gana.

Y se lo agradecía de todo corazón.

Si sus padres se llegaban a enterar que estaba compartiendo su apartamento con alguien, y más aún, con su ahora novio, le cortarían la cabeza.

Sería punto muerto.

─¡Yeon!

─¡Ya voy, Soo!

Se mantendría al margen.

꒰ bitter : yeonbin !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora