Trad;
la asistencia de wooyoung a su clase de educación sexual es perfecta, pero eso no significa nada cuando su inexperiencia le cuesta sus notas y también su confianza.
cuando entonces conoce a choi 'destroza virgenes' san y tal vez ahora, su bajó...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- yunho🐶 ¿dónde ESTÁS, wooyoung?
- minmin exacto, ¿dónde estás? hay filete hoy y estoy seguro de que es del que no te intoxica
- wooyoung lo siento tanto, chicos
- yunho🐶 espera, ¿qué dices?
- wooyoung puede que esté almorzando ahora mismo con choi san
- minmin Q U É
En ese momento el celular de Wooyoung fue bombardeado por mensajes, pero no tiene el tiempo para responderlos todos. Sabe cómo son sus amigos, sabe que no acabarán su amistad por algo tan minúsculo como esto.
¿Cierto?
Wooyoung lame sus labios, aclara su garganta que está seca como un desierto. Coloca el celular en la mesa que ahora él y San comparten, revolviendo su ensalada mientras el otro vuelve luego de recargar su bebida.
La billetera de Wooyoung tal vez esté gritando, pero se convence a sí mismo que está haciendo su buena acción del día.
San sorbe a través del pitillo, sus labios mojados. Sube la mirada, casi atrapando la de Wooyoung. —¿Quieres?
—Um, estoy bien con mi agua. —vagamente señala su bebida. —Y la ensalada.
—Ok. —San continua bebiendo. De hecho, es todo lo que ha hecho desde que vinieron. El burrito y las papas fritas que ordenó están intactas.
—¿No tienes hambre? —Wooyoung escupe. Cuando San para, se distrae a sí mismo con la decoración atenuada del restaurante en el que están. San fue él que los trajo.
San suspira, ajustando sus lentes. —Ya no tanto. Pero las bebidas son lo mejor, creo.
Wooyoung no puede dejar de observar esos lentes en su rostro. —¿Algo pasó?
—¿Qué?
—Los lentes. —Wooyoung come algo de lechuga. Mala idea. La traga a duras penas . —No las necesitas acá.
—Puedes ser muy franco, Jung. —Comenta San.
—Perdón-
—Deja de disculparte. —San toma otro sorbo, y luego estira sus brazos, antes de quitarse los lentes.
Morado. El morado cubre sus ojos y una parte de su mejilla izquierda. Wooyoung no sabe si son bolsas o algo más.
—Ay dios.
—Me veo horrible, ¿no? —San ríe, el bajo sonido calentando el corazón del más bajo. —Sé que tienes curiosidad.
—¿No duermes?
San tamborilea sus dedos en la mesa. —No responderé, así como tampoco me dirás por qué tu mano izquierda está vendada.
Por primera vez en un tiempo, los ojos de Wooyoung se dirigen a su mano herida. La empuña, consciente de que los atentos ojos de San están escaneando cada uno de sus movimientos.
