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la asistencia de wooyoung a su clase de educación sexual es perfecta, pero eso no significa nada cuando su inexperiencia le cuesta sus notas y también su confianza.
cuando entonces conoce a choi 'destroza virgenes' san y tal vez ahora, su bajó...
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La banana amarilla madura que está al frente de Wooyoung luce muy grande para el condón en su mano.
De hecho, allí hay tres, las otras dos puestas pulcramente en el lado más alejado de su mesa porque mirar al gran garabato sobre su endeble y reluciente superficie lo enferma un poco. Solo un poco. No puede ni mirar la que tiene en la mano; ni siquiera pelarla.
—¿Señor Jeong? —Un chico con cabello rubio desordenado levanta la mano al fondo del salón. Kim Jaehyuk. Wooyoung puede reconocer esa molesta pero dominadora voz donde sea.
El alto profesor al frente del salón levanta la mirada de su computadora, ajustando sus lentes. Su mirada despreocupada altera aún más los nervios de Wooyoung, porque a este punto, abrir un condón debería ser la última de las preocupaciones de todos. —Hable.
—No sé por qué las chicas no son las únicas practicando. No soy gay y ciertamente no estoy planeando joderme el culo de un tipo más tarde.
Suenas tan malditamente estúpido, Wooyoung piensa.
La clase estalla en risas, sorprendidos por sus palabras pero a últimas entretenidos por ellas.
—Lenguaje. —El señor Jeong frunce los ojos, un marcado contraste a como es normalmente luego de clases, cuando Wooyoung lo ve en casa.
Pero luego sonríe y se para, tomando un marcador y dibujando lo que parece un pene en el tablero. Uno muy, muy pequeño. El dibujo por si solo hace sudar a Wooyoung.
—¿Qué es esto? —Pregunta.
Jaehyuk se ríe, —una polla, obviamente.
—Exactamente —el señor Jeong mantiene su sonrisa —pero en este caso, llamémoslo tu polla.
Las charlas en la clase se atenúan por la implicación, al estar reteniendo su respiración a la espera de una respuesta.
Pero como siempre, Jaehyuk no se acobarda. —De ninguna manera tengo una polla pequeña, al menos no como otros.
Incluso Wooyoung al estar sentado cerca al tablero, sabe a quien Jaehyuk está mirando. Traga otra vez, alejando la memoria que amenaza con arrastrarlo.
—Está bien. Si eso es lo que dices, tomaremos tu palabra. —El señor Jeong continúa,
Para el disgusto de Jaehyuk y la diversión de los demás. Incluso Song Mingi, sentado al lado de Wooyoung está riendo a carcajadas, su primer condón ya a medio poner en su banana.
Ahora que Wooyoung la mira, ¿por qué la banana de Mingi tiene que verse como un pene de tamaño perfectamente normal, mientras que la de él parece que está en esteroides? Eso solo echa más sal a sus heridas. Unas metafóricas de hecho, no los moretones raspados sobre sus nudillos izquierdos, que actualmente, están cubiertos por un vendaje.
