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Disney...
¿Quien no sabe que es Disney hoy en día?
Donde lo primero que viste fueron a las hermosas princesas cantando y bailando, a los príncipes altos y guapos, y a los vil...
Estaba escondida entre los arbustos mirando fijamente la carreta dónde venía el príncipe.
-¿Por qué Maléfico me pidió acompañarlo si ni siquiera esta aquí?-le pregunté en voz baja a Diaval.
El solo me miró y levanto las alas dando a entender que no sabía, suspiré profundamente, en eso veo que la carreta ya había pasado.
-vamos-le dije a Diaval.
Seguimos de lejos la carreta, hasta que llegaron a una cabaña, era bonita, pero parecía que a ellas no les agradaba el lugar, llevaron volando al bebé hasta dejarlo en un tronco, en eso vi como en un instante se hicieron más grandes y...
Espera...
¡¿ERAN HOMBRES?!
Y usaban tunicas todo este tiempo...
Bueno, los vi solamente dos veces y de lejos, así que no tengo la culpa. Estaban hablando entre si hasta que entraron olvidándose completamente del bebé.
-que idiotas...-dije con el ceño fruncido.
Diaval fue volando y lo observo de cerca, pero luego volvió al escuchar la puerta abrirse otra vez.
Al ya estar todos adentros salí de mi escondite y me acerque con sumo cuidado a una ventana abierta, lo primero que vi fue al bebé, el me vio fijamente, yo le sonreí cálidamente.
-buu~-dijo alguien en mi oído.
Iba a gritar pero me taparon la boca, mire sobre mi hombro y ví a Maléfico, mi mirada se relajo y el me soltó.
-creí que íbamos a vigilarlo los dos, no que lo iba a hacer yo sola-dije.
-yo siempre voy a estar cerca de ti cariño-me dijo.
Puse los ojos en blanco para que el bebé se lleve de vuelta toda mi atención.
-mm, es tan horrendo que tal vez me da algo de lástima-dijo viéndolo.
-es solo un bebé, solo espera hasta que sea grande-le dije.
Vi que el bebé le sonrió, me dio ternura hasta que Maléfico le ¿Gruñó? Pero no pude evitar reírme levemente ya que el bebé primero lo miro extraño y luego sonrió de vuelta.
-te odio...bestia-le dijo Maléfico.
En eso escuchamos los murmullos de las hadas.
-nos vemos después, pequeño-le dije.
Nos fuimos de ahí caminando uno al lado del otro.
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