•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°
Disney...
¿Quien no sabe que es Disney hoy en día?
Donde lo primero que viste fueron a las hermosas princesas cantando y bailando, a los príncipes altos y guapos, y a los vil...
—solo quédate quieto, por favor—pedi ya molesta mientras trataba de limpiar la herida.
Como respuesta obtuve un rugido haciendo que lo mire con el ceño fruncido.
—¡Eso duele!—me grito.
Me cruce de brazos y lo mire desafiante.
—si te quedaras quieto no te dolería—dije entre dientes.
—si no se habrían escapado no estaría lastimado—hablo con una sonrisa de suficiencia.
—si no nos hubieras asustado no nos habríamos escapado—dije mientras lo apuntaba con un dedo.
Abrió su boca para hablar pero la volvió a cerrar al ver que yo tenía razón. Sonreí divertida mientras entrecerraba levemente mis ojos.
—¡Ja! ¿Lo ves? Ahora, déjame ayudarte—dije al principio con burla pero después lo cambie a un tono más gentil.
El iba a hablar de nuevo pero agarre su brazo con gentileza y suavemente comencé a pasar el trapo húmedo con mucho cuidado. Estuvimos en silencio hasta que hable de nuevo.
—... gracias por habernos salvado la vida, sé que Belle no lo demuestra ahora pero el también está agradecido por dentro—hable suavemente mientras sonreía.
—...de nada...—dijo mientras me miraba.
Así estuvimos un largo rato hasta que al terminar de limpiar la herida vende su brazo mientras sonreía dulcemente.
♪ ♪ ♪
Al día siguiente estaba afuera del castillo al igual que Belle, solo que este paseaba a Philips y yo miraba a mi alrededor con emoción, el paisaje lleno de nieve era hermoso de ver. En eso sentí algo golpearme la espalda. Confundida mire sobre mi hombro y vi a Belle sonriendome mientras entre sus manos preparaba una bola de nieve.
—oh no...hey, Belle ¿Qué tal si negociamos?—dije nerviosa mientras retrocedía un poco.
—no gracias—dijo y me tiró la bola de nieve.
Con suerte la esquive y lo mire desafiante.
—¿Quieres pelea? Pelea tendrás—dije mientras agarraba nieve.
Hice rápidamente una bola y se la tiré haciendo que le de en la frente, reí con burla y sentí una bola de nieve golpear mi hombro. Así comenzó una guerra de nieve entre Belle y yo. Estuvimos horas jugando hasta que al final decidí entrar de nuevo al castillo, en eso Bestia se me acercó y aclaro su garganta mientras evitaba mi mirada.
