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Disney...
¿Quien no sabe que es Disney hoy en día?
Donde lo primero que viste fueron a las hermosas princesas cantando y bailando, a los príncipes altos y guapos, y a los vil...
-shy little frog, singing along to this fun tun...shy little frog singing along to this fun tun-cante en voz baja mientras preparaba el desayuno junto a Snow-chicos ¿Pueden poner la mesa? Por favor-
-¡Por supuesto!-dijo Feliz.
Sonreí mientras seguia cortando las frutas, pasaron unos minutos más y ya estábamos todos sentados en la mesa, charlando y riendo, al terminar de desayunar Snow y yo nos despedimos de los chicos para luego ponernos a ordenar un poco la casa.
-T/n ¿Te sentiste incómoda con Florian ayer?-pregunto de repente haciendo que me sobresalte.
-¿Por qué la pregunta?-dije para seguir quitando el polvo.
-note como tratabas de evitar mirar a Florian y tus manos temblaban levemente-dijo con preocupación.
-b-bueno, estaba asi porque me sorprendi bastante ya que en una de las conversaciones menciono que es un príncipe-dije sin mirar a Snow.
-entiendo, pensaste que Florian iba a ser el típico príncipe arrogante y mimado-hablo.
-si-senti que mi afirmación sonó más a pregunta.
Escuché que se rió levemente.
-yo también creí lo mismo en un principio, pero al final el es todo lo contrario-
Me quedé pensando un poco, tal vez si le doy una oportunidad, terminemos siendo amigos, aunque también me preocupa el hecho de que el príncipe no haya cambiado de género.
En eso pare de limpiar al escuchar unos golpes en la puerta.
-¿Quién es?-dijo Snow esperando alguna respuesta.
No podían ser los chicos ya que ellos vuelven tarde, y nunca se olvidan algo, esperamos por unos segundos pero nadie hablo y otra vez se volvieron a escuchar los golpes.
-quedate ahí-me dijo Snow.
Vi como se acerco y abrió la puerta, y en un parpadeo lo vi tirado en el suelo.
-¡Snow!-me iba a acercar de no ser porque entraron unos guardias y me agarraron de los dos brazos.
-pero que-Snow no termino de hablar ya que recibió otro golpe en la cara.
-¡Sueltenme!-dije preocupada.
-calmate querida, el enojo no queda contigo-hablo una voz gruesa.
Mire hacia la puerta y vi lo que sería la reina malvada pero en versión hombre, y la verdad...
