4. ¿Que tú y yo qué?

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Me quedo helada al encontrarme a Ally frente a mí. Ella me dedica una falsa sonrisa.

Joder, ¿acaso al hablar de ella la hemos invocado?

—E-em, claro. ¿Quieres algo? —ella se encoge de hombros y me indica con la mirada que salgamos de clase, así que eso hago. An me mira preocupada, pero yo le hago un gesto con la mano, restandole importancia.

Nos quedamos a solas en el pasillo, apartadas del jaleo. Siento que me voy a desmayar, pero no vacilo y me matengo firme, devolviendole la mirada.

—Antes de nada, quiero decirte que quiero empezar de nuevo. Sé que quedamos en malos términos, pero estoy dispuesta a olvidarlo todo y dejarte ser mi amiga.

¿Dejarme ser su amiga? Dios, está peor que antes.

—Que amable Ally, pero tranquila, creo que ya tengo nuevos amigos... No necesito más, gracias.

—¿Nuevos amigos? No mientas, te has acercado a An aposta para así conquistar a Asher y poder robarmelo, ¿verdad? Siempre has querido hacer eso. Pensaba que ya lo habías superado pero veo que no. Solo te avisto Clelita, él es mío. No intentes nada, porque no te va a funcionar.

¿Pero qué mierda...?

—Vaya, realmente te has superado a ti misma Allyson. Pensaba que estabas loca, pero ahora veo que realmente lo estás. No tengo porque darte explicaciones de nada, y aunque lo que dijeses fuera verdad, Asher no le pertenece a nadie. Adiós.

Estoy dispuesta a irme, pero ella me agarra de la muñeca antes de poder hacerlo.

—Créeme Clelia, si intentas algo, me enteraré. —me fulmina con la mirada y se va, dejándome sola en el pasillo con una terrible sensación en el pecho.

Supongo que la probabilidad de que fuera otra Ally era poca.

.......

POV. Asher

—Te lo juro, tío. Tenías que haber estado allí. Te habrías tronchado.

Jess se ríe al escuchar a Jason, y le da una palmada en la espalda.

—Sabes, no creo que nadie diga "tronchado" hoy en día. Cállate un rato ya —Jason le intenta dar una colleja, pero ella se esconde bajo Miles, que se está partiendo de la risa.

De repente Jason se detiene, haciendo que por poco me choque contra él.

— Tú, Ash, ¿de qué vas?

Frunzo el entrecejo al escucharlo. —¿De qué voy de qué?

—Vamos, no te hagas el loco. ¿Qué pasa contigo y Clelia? Te veías tope de tenso solo con escucharla. Además, ¿qué es eso de "mejores amigos durante diez años"? —Jason pone una voz en extremadamente varonil al citar mi frase, y los demás ahogan una carcajada.

Me encojo de hombros, fingiendo indiferencia. —Bueno, pues eso. Fuimos mejores amigos, fin de la historia.

—Ya, seguro que solo eso... En fin, supongo que ya lo contarás cuando veas.

Noto la mirada de Miles sobre mí, pero no le miro de vuelta. En cambio, me fijo en An, y me doy cuenta de que no está Lia. ¿Dónde se habrá metido?

—Hablando de Clelia, Ana, ¿sabes dónde está? —Ana aparta la mirada de su móvil, y la dirije hacia mí.

—Bueno, la última vez que la vi estaba yéndose con Allyson.

Trago saliva. Ay no.

—¿Con Allyson? —pregunto incrédulo —¿Con la misma Ally que conocemos?

An me mira con cansacio y bufa.

—Claro Ash, la única Ally que conocemos —después de decir eso una mueca de preocupación indunda su cara —¿Pasa algo?

Niego con la cabeza, pero en realidad no estoy seguro. ¿Se habrán hecho amigas...?

Imposible. Creo.

Solo espero que Ally no le haya dicho nada que no sea verdad, porque parece que ahora su nuevo pasatiempo es decirle a cada chica que se acerca mínimamente a mí que soy su novio. Hablé con ella de eso, y me prometió que no volvería a hacerlo, pero nunca se sabe. Tendría que asegurarme por si acaso.

—Oye, tengo que irme un momento. Esperadme en la salida, ahora vuelvo.

Todos se quedan extrañados ante mi repentina huída, pero ninguno me detiene.

Me dirijo hacia la biblioteca, que es donde Ally suele pasar las tardes para estudiar con sus amigas, pero antes de poder llegar ahí veo como Lia sale del baño, y me apresuro a alcanzarle el paso.

—Hey, Clelia —me pongo a caminar a su lado, pero ella me ignora completamente —. Cuanto tiempo, eh. Parece que fue ayer cuando íbamos al instituto... Ja, ja. —carraspeo, incómodo por su silencio —Oye, ¿crees que podríamos...? —voy a ofrecerle hablar cuando de repente pega un respingo y se choca contra las taquillas, haciendo bastante ruido. Me asusto por el golpe y le pregunto si está bien, pero ella de repente se saca un AirPod de la oreja, luciendo bastante enfadada.

—¿Se puede saber que te pasa? ¡Me has dado un susto de muerte! ¿Cuánto rato llevabas a mi lado y por qué me estás siguiendo? —me quedo mudo al escuchar sus palabras, y me invade la vergüenza, porque ni siquiera me había percatado de que llevaba cascos.

—Yo... ¿Crees que podríamos hablar?

Clelia cruza los brazos, intentado aparentar tranquilidad, pero me fijo en que su pie se mueve frenéticamente.

—No, no creo que podamos hablar. Tampoco hay nada que decir. Ahora, si no te importa, me gustaría seguir mi camino. Y sola, gracias. —vuelve a ponerse el auricular y procede a irse, pero antes de que continúe le agarro de la muñeca, impidiendo que se vaya.

—Por favor, Lia. Ya sabes que tú y yo...

—¿Qué tú y yo qué? No hay tú y yo. —ella me interrumpe antes de que pueda seguir hablando, y prosigue sin dejarme tiempo a responder —No pretendas hacer como si todo estuviese bien, no finjas que no ha pasado nada entre nosotros, porque no es verdad. Tanto tú como yo sabemos que nuestra amistad terminó hace años, así que no intentes revivir algo que lleva muerto tanto tiempo. Deja de seguirme y hablarme. Y no me llames Lia.

Esta vez no la detengo cuando se marcha, más que nada porque tampoco sabría que decirle. Me quedo un rato quieto en el pasillo, pensando en las palabras de Clelia. "No intentes revivir algo que lleva muerto tanto tiempo".

¿Tendrá razón? ¿Ya no queda nada de la amistad que solíamos tener? ¿No había esperanza alguna de recuperar lo nuestro?

Estaba dispuesto a luchar por ella.

Pedazos de corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora