☾︎ En el Laberinto ☽︎

11•

Cassandra

Nuevamente estoy en mi habitación, pensando en cómo decirle a mi papá todo lo sucedido. Pero ni siquiera sabré si es que me va a creer. Digo, aunque por más que de detalles de cada lugar, dirá que solamente fué un muy buen sueño.
-¡Niños, ya llegué! - dice mi papá.
Tomo aire, salgo de mi habitación y bajo las escaleras. 
-Hola papá, tenemos que hablar.

Mi papá me mira confundido. Sobretodo al mirar mi collar.
-¿Sobre que? ¿Y ese collar?
-Será mejor sentarnos.
Ya estando los tres sentados en la mesa, tomo aire.
-Hace unos días...encontré el libro que solía leernos mamá. Un día que estaba lloviendo, John y yo estuchamos ruidos en el ático.
-Es verdad. Era cómo si hubieran criaturas allá arriba - dice mi hermanito.

Asiento.
-Yo subí, con un bate. Resultó que se trataban de goblins - mi papá está confundido, y mucho. -Una lechuza insistía en entrar, hasta que finalmente lo consiguió. Era...era el rey de los goblins.
-¡Wooow! - dice mi hermanito notablemente impresionado por todo lo que digo.

Les cuento todo lo que viví en ese reino. Las criaturas que ahí habitan, lo del baile y lo de mamá.
-¿Es-estás diciendo que tu mamá esta...esta viva? - mi padre está completamente pálido.
-Así es. Y es una emperatriz - le empiezo a contar lo mismo que ella me dijo.

Se produce un silencio por algunos minutos .
-Cuando..cuando conocí a tu madre...ella, ella estaba en shock y empezó a balbucear que era una Emperatriz. Con los años, olvidó ese asunto y ya no habló más de eso. En cambio yo, siempre recordé sus palabras.

Miro a mi papá.
-Entonces...¿Me crees?
-Yo ya ni sé en que creer, hija.
-Papá. Hay, hay una forma de ir hacia ese laberinto. Podrás hablar con Jareth, sé que él te ayudará para que te reencuentres con mamá.
-Creí que ese rey era arrogante y orgulloso.
-No es así, digo...no conmigo. Era muy dulce y atento y..
-Te enamoraste - dice mi hermanito.

Me sonrojo un poco.
-Está bien, hija. Vayamos hacia allá. ¿Cuál es la forma?
-Pues...- miro mi collar -Supongo que con deseando ir - tomo aire y sostengo el collar, cierro mis ojos. -Por favor, llévanos al laberinto del rey Jareth.

El cristal empieza a brillar, mi hermano y mi papá se aferran a mi.
El ámbiente se siente diferente, al abrir mis ojos. Estamos afuera del laberinto.
-¡Wooow! - dice mi hermanito.
-Es increíble - dice mi papá. Caminamos hacia la entrada. La puerta se abre -Bien, tenemos que entrar.

Mi corazón empieza a acelerarse, a solo unos metros. Está Jareth en su castillo, sentado en su trono.
Al entrar, la puerta se cierra.
-¿Por dónde vamos? ¿Izquierda o derecha? - pregunta mi hermano. Miro a ambas direcciones.
-Vamos por la derecha - sugiero.
¿Acaso Jareth ya sabe que llegué? Eso espero. Vaya que se sorprenderá al verme con mi familia.

Jareth

Me encuentro caminando por mi castillo, aburrido de las palabras de Ariadna de que ella puede conseguir una reina adecuada para mi.
-Ya te dije a quién quiero cómo reina. No sigas insistiendo.
-Pero, majestad..
-¡Majestad! - dice Sir Didymus montando sobre su can, él muestra una sonrisa en su rostro.
-¿Que ocurre, Didymus? - pregunto con paciencia y confusión.

El can se nota emocionado.
-Es Lady Cassandra, unos goblins la han divisado por la entrada del Laberinto.
-Volvió...- sin darme cuenta, sonrío.
-¿Y que esperan los goblins para escoltarla cómo es debido?
-Es que...ella no viene sola, majestad.
-¿Que cosa? - pregunta Ariadna.

Miro a Didymus.
-Viene acompañada de un hombre y de un niño pequeño.
-Su padre y su hermano...- Murmuro ¿por que los habrá traído?
-Pero que insolencia - dice Ariadna -La humana no tiene el derecho de traerlos hasta aquí.
-Claro que lo tiene - digo empezando a molestarme. -Ellos ahora son invitados de este reino.
-¿No se escucha a si mismo, majestad? La humana lo ha cambiado.

Decido ignorarla, miro a Sir Didymus.
-Que los guardias los escolten cómo es debido. No quiero que caigan por error a una mazmorra.
-Si, majestad - Didymus hace una reverencia y se retira.
Volveré a verla, volverá a estar en mis brazos nuevamente.