Me tengo miedo

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Aquella mujer me pidió que me retirara del lugar lo más pronto posible, mientras hacia la llamada al número de Chris. Me resigné a seguir sus indicaciones, no quería estar en ese lugar, tampoco quería volver al aula, quería estar sola en mi habitación, contando las ranuras en el techo y las pequeñas manchas de humedad que comenzaba a tener junto al foco.

Me senté en las sillas afuera de la oficina, movía las piernas ansiosa por el momento en que Chris apareciera por las escaleras. Miraba en distintas direcciones esperando que la tierra abriera un hoyo debajo mio y pudiera tragarme en dirección desconocida para escupirme en un lugar donde el dolor no existiera y mis miedos no fueran mi propio yugo.

Me concentre en la nada, en la azulada pared frente a mi y luego gire levemente mi vista hacia la izquierda perdiéndome entre los estantes de la biblioteca, esa búsqueda interminable de estabilidad solo me indicaba lo fría que era mi vida en busca de calidez en los recuerdos distorsionados de una vida medianamente feliz.

La pisada firme de Chris me hizo volver en sí, llevaba una chaqueta azul marino que enmarcaba el color de su piel, acompañado de una expresión firme que al verme se suavizo, el ceño fruncido que cargaba al enojarse se hizo presente sobre sus cejas.

—Me preocupe, creí que algo malo había pasado— comentó mientras le daba dos golpes a la puerta.

—Creo que me van a expulsar— contesté con tristeza en mis palabras, aún con la mirada fija en la pared frente a mí.

—Lo dudo... tal vez solo quieren hablar de las faltas— agregó con voz serena.

—Tal vez...

Movía las manos desesperada por explicarle lo que sucedía pero solo volvía a atropellar mis ideas con palabras bobas y la mirada perdida. Ahora era yo quien fruncía el entrecejo y estaba al borde del llanto.

—El... tranquila, ya lo solucionaremos— comentó girando mi rostro para poder verle a los ojos.

—Siempre encuentro una solución— agregó limpiando mi lagrima con su pulgar.

Me soltó rápidamente cuando a chica se acercaba a la puerta para dejarlo pasar.

—Adelante señor Sinclaire — dijo la señorita dandole una enorme sonrisa coqueta.

—De hecho soy Allen... Chris Allen— replicó con rapidez al pasar por el marco de la puerta.

Solo mire cómo me cerró la puerta en la cara y repase una ultima vez las letras del cristal que dejaba observar que pasaba dentro de la habitación.

Encendí mi teléfono y mire las notificaciones que tenia, no había nada en realidad, solo los avisos de YouTube pregonando el estreno de algún video que no vería. Mire por el ventanal para encontrar un poco de luz en mi amargada mañana, la soledad acompañada de la nada no me dejaban mantener la mente en blanco, existía esa espina que me martirizaba poco a poco hasta llevarme al borde.

Era la primera vez que llamaban a mis tutores, jamás hubo un error que los hiciera venir a la escuela. Aunque considerando mi corta trayectoria en aulas, no era un gran logro.

Tallé mis ojos levemente, pero no logre esfumar los recuerdos de mi mente. La primera vez que pisé la oficina del director fue en mi primer día de clases, mi padre había pedido hablar con él, ya que era de los pocos casos que consideraba comenzar de nuevo la escuela presencial en East Highland High School.

Yo solo me quede sentada a su lado escuchando lo que decían, no prestaba atención a sus palabras, ni siquiera entendí la mitad de las cosas que explicaba como beneficio de estudiar en su preparatoria. Me limitaba a sonreír mostrando los retenedores que usaba en esa época.

Unpleasant DesireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora