Era un día cualquiera en la sala de reunión de la Fragua.
Eva, Linda y Bob están discutiendo sobre algunos planes de batalla para repeler los ejércitos de los invasores y recolección de materiales para la elaboración de productos.
Mientras tanto la pequeña Princesa, la Caballera y Malvavisco estaban al otro lado de la mesa aburridas, sin prestar mucha atención a los planes.
En un momento la pequeña Princesa y Malvavisco empezaron a jugar un poco, la Caballera viendo a ambos divirtiéndose decidió unírseles, pero antes de poder jugar con Malvavisco, este salta y muerde el yelmo de la Caballera.
Todos en la sala se sorprenden, de nuevo, al ver esta escena que ya había ocurrido varias veces.
Linda suspira con cansancio, se dirige hacia la Caballera que estaba agitando la cabeza de un lado para otro intentado quitarse de encima Malvavisco, Linda agarra a Malvavisco, el cual soltó el yelmo, y se lo pasa a la Princesa.
- ¡Principiante! –regañando a la Caballera - ¡deja de jugar y presta atención, esto es un asunto muy importante!
- ¡Si señorita Linda! –enderezando la espalda y haciendo un saludo militar.
En este punto ya era parte de la rutina que este pequeño incidente sucediera, aunque en fondo Eva y Linda deseaban que parara, Bob por otro lado le gustaba un poco ya que cambiaba la monotonía de la sala.
- Princesa y principiante –hablo Eva –sé que estas reuniones les parecen aburridas, pero deben entender que en algún momento todo se va a volver más caótico y necesitamos que ustedes dos estén capacitadas para dirigir.
La Princesa y la Caballera mostraron una expresión de disculpa.
Ya había pasado un largo tiempo desde que los Invasores dirigidos por el Mago Oscuro invadieron Kanterbury y sus inmediaciones, luego repelieron la invasión del Reino Teatán, además de solucionar los incidentes que ocurrieron en varias partes del continente por la influencia de los Invasores mientras buscaban a los Héroes.
- Debemos estar atentos –dijo Eva –aún no sabemos el paradero de esa nave gigante que ataco el reino.
Las cosas aún estaban ligeramente calmadas, pero Eva sentía que algo grande pasaría pronto.
Estuvieron discutiendo sobre la importancia estratégica de varios lugares, la Caballera sugirió que podían dejar de lado la Montaña Tiritona ya que incluso los Invasores no van a querer ese lugar por el simple hecho de que todos sus habitantes son unos chupadores de almas que absorben cada onza de amabilidad y buena intención y que el mundo sería un lugar mejor sin ellos, pero inmediatamente fue regaña severamente por Eva y Linda por darle un mal ejemplo a la Princesa, aunque en el fondo todos sabían que la Caballera decía la verdad.
- Mañana seguimos –dijo Eva dando por terminada la reunión –Princesa, escuche de Loraine que va hacer pollo frito hoy.
- ¡Hurra! –hablo con emoción la Princesa –vamos Malvavisco –salió corriendo emocionada mientras Malvavisco la perseguía.
Todos al mirar esta escena sonrieron.
- Entonces nosotros ya nos marchamos –le hablo Linda a Bob –demos un paseo antes de comer.
- S-sí -dijo Bob un poco nervioso –h- he escuchado que cerca del puerto del Dirigible hay nuevas mercancías.
- ¿Qué estamos esperando? ¡Vamos! –dijo Linda mostrando una gran sonrisa –nos retiramos Capitana Eva, hasta luego principiante.
- A-adiós Capitana Eva, nos vemos principiante –se despidió Bob que tenía los cachetes ligeramente rojos.
- Buen trabajo a ustedes dos –se despidió Eva
La Caballera y Eva se quedaron viendo a ambos salir de la sala, Eva sonreía al ver como ellos dos se llevaban bien, pero la Caballera que también estaba sonriendo, tenía una expresión de duda y curiosidad.
- ¿A qué viene esa expresión tuya? –pregunto Eva mirando la cara de la Caballera.
- ¿Eh? Ah, no es nada, es solo que –dijo la Caballera, buscando las palabras correctas –últimamente los veo más secarnos.
- ¿En serio? –dudo un poco Eva –yo los veo igual de unidos.
- Si usted lo dice Capitana –sin pensarlo mucho.
Apenas la Caballera conocía a Linda y a Bob, no sabía mucho de la relación entre ellos dos, pero sentía que cuando ellos dos estaban juntos solos, había un ambiente un poco más calmado y cálido entre ellos dos, cuando la Caballera veía esto algo dentro ella le decía que no debía interrumpir y siempre se marcha sin hacer mucho ruido para no molestarlos.
Dejando de lado ese pensamiento, la Caballera también se prepara para marcharse.
- Entonces yo tambi –hablo la Caballera, pero fue interrumpida por Eva.
- Principiante –mirando a la Caballera.
- ¿Si Capitana? –mirando con duda a Eva.
- Necesito que estés aquí un poco antes del atardecer –mostrando una expresión seria –se trata de un tema importante.
La Caballera intento adivinar de que se trataba, pero la expresión de Eva no dejaba mucho a la imaginación, pero probablemente es algo relacionado con los Invasores, la Princesa o sobre su próximo destino para buscar el próximo Héroe.
- Si Capitana Eva –dijo la Caballera con una postura firme.
- Listo –asintió Eva –puedes marcharte.
- Señora, si Señora –diciendo eso se retira de la sala.
Con eso Eva se queda en la sala, mientras tanto ella observa un mapa el cual tiene dibujado toda la superficie de Heavenhold.
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Guardian Tales - Y aun así... sigo mirando hacia adelante
FanfictionUna historia que cuentan la vida de la Caballera luego de quedarse en el futuro